Comunidad de San Pedro de Atacama celebró la Ordenación de su primer Diácono Permanente

El consagrado destacó que en su caminar le inspiró el texto bíblico de Oseas 2,14 “Te llevaré el Desierto y te hablaré al corazón”.

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 18 de marzo de 2024 Visto 198 veces
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Iglesia.cl

Este sábado en el segundo templo más antiguo de Chile, San Pedro de Atacama y presidida por el obispo de la Diócesis San Juan Bautista Tomás Carrasco Cortés se celebró la eucaristía de ordenación diaconal permanente de Claudio Olivares Cepeda, el primer consagrado con raíces en este territorio que cumplirá este ministerio en la comunidad de Atacama La Grande.

Acompañado de su esposa Nancy y sus dos hijas, familiares, amigos e invitados especiales se concretó un largo camino de servicio en la Iglesia loína y de Tarapacá en la que Claudio Olivares se preparó para consagrarse en este ministerio por amor a Jesús para colaborar con los sacerdotes y otros ministros para el bienestar espiritual de la comunidad en la que es encomendado.

El obispo Tomás Carrasco Cortés que presidió la ordenación diaconal de Claudio Olivares Cepeda, destacó la importancia del diaconado como un ministerio de servicio al pueblo de Dios. Explicó que el diaconado tiene su origen en el libro de los Hechos de los Apóstoles y enfatizó la necesidad de vivir el servicio con humildad y entrega, siguiendo el ejemplo de Jesús. Al respecto resaltó la triple función del diácono: la diaconía de la palabra, la diaconía de la liturgia y la diaconía de la caridad. instando a Claudio a ser un mensajero del Evangelio, a participar en la santificación a través de los sacramentos y a ser un servidor atento a las necesidades de los demás, especialmente de los más vulnerables.

Enfatizó la importancia de “Ser un servidor como el único modo de ser discípulo de Jesús y cumplir la misión de evangelizar. El servicio, inspirado en el ejemplo de Jesús, debe ser constante y desinteresado, reflejando humildad, entrega y disposición para los demás”.

Monseñor Carrasco reconoció el valioso apoyo de su familia, especialmente de la esposa e hijas, así como de aquellos que han estado involucrados en su formación, poniendo especial atención en la importancia de ser un ejemplo de amor y servicio en la familia y la comunidad, tomando como modelo a san Lorenzo.

Por su parte el Diácono, Claudio Olivares expresó un profundo agradecimiento a Dios por guiar y acompañar a través de momentos difíciles, simbolizados por el desierto, de allí que resaltó y compartió con los presentes el texto del libro de Oseas 2, 14 “Te llevaré al desierto y allí te hablaré al corazón” que resume este caminar en la vida y de amor a Dios.

También agradeció al obispo Tomás por haberlo considerado y celebrar en el templo de San Pedro. Al mismo tiempo reconoció el apoyo y presencia de sacerdotes como el Padre Ubaldo (Montiel), el Padre Vicente Taji, el Padre Néstor Veneros párroco de San Pedro de Atacama y de modo especial al obispo Guillermo Vera Soto, quienes han sido fundamentales en este proceso.

Agradeció a amigos y familiares por su presencia y apoyo, especialmente a aquellos que viajaron desde Iquique. Pero de manera especial relevó el papel crucial de la familia, especialmente de su esposa e hijas, en su vocación al diaconado.

La ceremonia concluyó con la encomienda del ministerio de Claudio bajo la protección de María Guadalupe de Ayquina, San Juan Bautista y San Lorenzo santo patrono de los diáconos.

Fuente: Comunicaciones Calama
Calama, 18-03-2024

 



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Iglesia.cl

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