Las víctimas fueron un hijo y sus padres adultos mayores, quienes le habían dado vivienda y trabajo al ciudadano ecuatoriano. Hoy se realizó la formalización de cargos
Durante esta jornada se llevó a cabo la audiencia de formalización de cargos por tres homicidios con homicidio en contra del ciudadano ecuatoriano de nombre Leonardo Herrera Herrera de 35 años, único imputado por el triple crimen cometido el fin de semana pasado en contra de un hijo y sus padres en la comuna de San Pedro de Atacama, región de Antofagasta.
Según los nuevos antecedentes entregados por la fiscalía, el sujeto vivía en el mismo domicilio de sus víctimas: el empresario Wilson Gavia (49), Juan Gavia (77) y Tomasa Butrón (74). Lo anterior pues realizaba diversas labores de trabajo en el lugar. Sin embargo, todo cambió el fatídico 26 de enero recién pasado.
Según el relato del Ministerio Público, Herrera logró atar y amordazar al hijo y sus padres, a quienes torturó con golpes y provocó heridas cortantes en distintas partes de sus cuerpos. Luego, tras lograr la obtención de 2.7 millones de pesos en efectivo, tarjetas de crédito y claves bancarias, degolló a una de las víctimas, a otra la acuchilló hasta quitarle la vida y a la mujer de 74 años la ahogó con una bolsa, todo aprovechando que estaban amarradas.
La detención y 1 millón en cabaret
En la audiencia también se dio a conocer que Herrera, tras asesinar a sus víctimas, salió a compartir con un amigo a una shopería, gastando bastante dinero y pagando con tarjetas de crédito, sumando incluso a las camareras del lugar.
Posteriormente, el victimario arrancó a una hostal en Calama, invitando a otro amigo, pagando incluso el cabaret al que posteriormente acudieron, gastando cerca de 1 millón de pesos. Siempre protegiendo la mochila donde Herrera tenía las especies robadas.
Sin embargo, tras los testimonios de cercanos al sujeto a quienes llamó la atención el manejo de tanto efectivo, sumado a que se hizo público el crimen cometido, entregaron pistas a Carabineros quienes al enfrentarlo, llamaron a los teléfonos de las víctimas justo frente a Herrera, los cuales comenzaron a sonar en las pertenencias del ecuatoriano. Acto seguido, según narró la fiscal, el asesino habría reconocido entre llantos el delito cometido.
El tribunal dejó en prisión preventiva al sujeto y estableció el plazo de investigación en 200 días.