Un grupo de especialistas en patrimonio solicitó que el inmueble del Museo Arqueólogico Gustavo Le Paige de San Pedro de Atacama, actualmente desmantelado, sea utilizado como un centro cultural por la comunidad de la zona. Además, denuncian que el proyecto del nuevo edificio se construirá sobre un cementerio indígena.
El año 2014 la Universidad Católica del Norte (UCN) comenzó el traslado de la colección del Museo Arqueológico Gustavo Le Paige de San Pedro de Atacama, con el fin de resguardar los objetos mientras dure la construcción del nuevo inmueble, dependiente de la Municipalidad de dicha localidad.
De acuerdo a lo comunicado por el plantel, el proyecto del nuevo museo sería una obra absolutamente necesaria para preservar las colecciones, pues el actual edificio posee un complejo y generalizado deterioro y cuenta con una estructura rígida que no responde a la normativa requerida para las edificaciones de uso público. Sin embargo, esta decisión ha sido criticada tanto por profesionales como por personas de las comunidades de lugar.
Ulises Cárdenas, antropólogo y especialista en temas ambientales y patrimoniales, lleva más de dos años alertando el abandono del Museo, el cual posee una colección de 400 mil piezas de artefactos arqueológicos, cuerpos momificados y cráneos humanos.
El antropólogo no solo denuncia que el proyecto del nuevo edificio presenta graves incumplimientos en la Resolución de Calificación Ambiental (RCA), sino también que su implementación no fue consultada con los pueblos originarios de la zona, lo cual vulnera el Convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo (OIT). Por otro lado, explicó que las obras de construcción podrían afectar vestigios arqueológicos que se encuentran bajo el museo.
En ese sentido, el pasado viernes, Cárdenas se reunió con el intendente Arturo Molina para transmitir las molestias y exigir que se le solicite a la Universidad Católica del Norte la entrega del inmueble a la comunidad indígena de San Pedro de Atacama: “Llegamos al acuerdo de conformar una mesa técnica de la que no debería ser parte la Universidad”, dijo.
“Cuando nosotros alertamos sobre este problema nos dijeron que como estaba a cargo de una institución privada, la Dibam no podía hacer nada. Ahora construirán un nuevo museo que no tiene nada que ver con la zona típica en el mismo lugar, que está sobre un cementerio indígena. Esto intervendrá y alterará los conductos culturales”, explicó.
Sara Berna, presidenta del Consejo de Pueblos Alto Loa, enfatizó en que este proyecto no fue consensuado con la comunidad, que previamente contaba con participación en la administración de este lugar.
Según la dirigenta, la Universidad habría despedido sin justificación a personal que trabajaba en el museo desde sus primeros años. En esa línea, indicó que la forma en la que ha actuado la institución ha perjudicado y pasado a llevar al pueblo licanantay: “Es una falta de respeto a nuestro patrimonio y a nuestra gente. Ellos han despedido a los trabajadores de los pueblos, sin ningún tipo de consulta sobre un nuevo proyecto en el museo. Han destruido este espacio que creó gente del lugar, personas indígenas junto al padre Le Paige”, sostuvo.
Este medio intentó comunicarse con la UCN, pero no hubo respuesta. No obstante, mediante una nota publicada el pasado miércoles, la institución informó que actualmente la construcción del nuevo edificio está detenida, agregando que sus autoridades ya han expresado su preocupación por esta situación ante las instancias correspondientes, que son la municipalidad de San Pedro de Atacama y el Gobierno Regional.
Las demandas
El Museo Arqueológico de San Pedro de Atacama fue construido por el jesuita belga Gustavo Le Paige junto a las personas que vivían en el lugar en 1957, por lo que académicos y expertos en patrimonio solicitaron, mediante una carta a la presidenta Michelle Bachelet, la recuperación del edificio desmantelado y su puesta en valor para ser utilizado como un centro cultural atacameño.
En el texto se acusa a la UCN de no preservar ni resguardar el legado material del jesuita y de vulnerar los derechos laborales y humanos de los ex funcionarios atacameños, quienes habrían sufrido malos mientras trabajaban en el lugar, razón con la cual argumentan que la universidad debe dejar de administrar el organismo.
También demandan la construcción del nuevo recinto fuera del casco antiguo de San Pedro de Atacama, en un lugar que no presente sitios arqueológicos y que cumpla con todos los estándares en materia de conservación e investigación científica intercultural, para asegurar la contratación de profesionales y trabajadores de la zona.
Del mismo modo, solicitan la realización de un proceso de consulta indígena vinculante, que permita establecer un convenio de colaboración con alguna universidad del Estado que cuente con excelencia académica.
Finalmente, proponen la conformación de una mesa técnica, compuesta por instituciones competentes en la materia como la Dibam, la Dirección de Arquitectura y el Consejo de Conservación y Restauración, cuyo objetivo es cumplir “los estándares que debe poseer un museo de fama internacional”.
Estas denuncias y demandas han sido presentadas por Ulises Cárdenas ante Victoria Tauli-Corpuz, ralatora especial para los Derechos de los Pueblos Indígenas del Alto Comisionado de las Naciones Unidas (ONU).