Entrevista a Claudia Barattini: "El Estado tiene que demostrar que quiere relacionarse de una manera nueva"

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 30 de septiembre de 2014 Visto 288 veces

La consulta contempla 105 encuentros con 5.742 organizaciones y comunidades de los pueblos indígenas. En cada cita se iniciará un diálogo sobre el proyecto que crea el Ministerio de Cultura. Las etapas, plazos y metodología de la consulta se determinarán con los participantes. Los primeros encuentros serán de información y planificación. Luego viene una fase de discusión y de acuerdos, etapa que en el CNCA esperan terminar a fines de año. La indicación sustitutiva sería presentada entre diciembre y enero de 2015 en el Congreso, para en esa fecha comenzar la discusión legislativa. La expectativa de la ministra es que sea una tramitación sin mayores trabas y zanjar la creación del Ministerio el próximo año.

La ministra de Cultura, Claudia Barattini, sabe que una consulta prelegislativa no es una política que solucionará por sí sola las complejas relaciones que históricamente ha tenido el Estado con los pueblos indígenas, pero también entiende que la cultura puede jugar un rol importante en este aspecto. La ministra ha encabezado desde hace meses la preparación de la Consulta Previa a los Pueblos Indígenas del Consejo de la Cultura y las Artes, que busca recoger la visión de organizaciones y comunidades representantes de los pueblos originarios del país para alcanzar un acuerdo sobre las medidas propuestas en el proyecto de ley que crea el Ministerio de Cultura.

Con ello, el Gobierno espera cumplir "con los más altos estándares" el Convenio 169 de la OIT, que obliga al país a consultar a los pueblos originarios cada vez que se adopten medidas legislativas o administrativas susceptibles de afectarlos directamente.

- ¿Cuánto se espera que dure este proceso?

- Los plazos se van definiendo con ellos (las comunidades). Ahora, nosotros estamos confiados en que vamos a poder tener acuerdo de aquí a finales de año. Ahí se concluye el proceso de consulta, que además convive con una serie de otras mesas de debate con otros ámbitos... empezamos un diálogo con la Dibam para los temas de patrimonio, etc. O sea, estamos en un proceso de discusión muy amplio en el país sobre el proyecto de ley y esperamos en diciembre poder trabajar con toda esa información y poder presentar esta indicación sustitutiva al Parlamento en diciembre o principios de enero, como para que el 2015 se inicie discusión legislativa.

- ¿Cómo se le va a garantizar a las comunidades indígenas que los acuerdos se mantendrán?

- El compromiso de esta ministra y del Consejo de la Cultura y las Artes, en base a lo que establece el Convenio 169, es incorporar los acuerdos a los que vamos llegando en la indicación sustitutiva. Después el Poder Legislativo tiene la prerrogativa de legislar y puede introducir modificaciones al proyecto que el Ejecutivo presente. El compromiso con los consultados es el compromiso que asume el Poder Ejecutivo. El Legislativo tiene la prerrogativa y también puede escuchar una vez más a organizaciones de los pueblos originarios.

- ¿Cómo se sostiene una consulta de esta envergadura?

- Se han hecho otras consultas en Chile, pero para otros ámbitos, que no son legislativos propiamente. El Convenio 169 es un convenio que tiene 30 años, o sea, Chile lo ratificó muy tarde, recién el 2008. Chile está llegando un poco tarde a ponerse al día con esta legislación internacional. Y en ese sentido, es inédito en el proceso prelegislativo.El Consejo de la Cultura ha hecho una opción de hacer una consulta muy descentralizada. Tomamos varios opciones que son importantes en la forma. Una es que decidimos no contratar empresas consultoras, o sea, externalizar la consulta, que se hace en los proyectos de inversión que requieren consulta indígena. Todas las direcciones regionales de Cultura están a cargo de la consulta. Entonces, hemos regionalizado el proceso. Hemos tratado de llegar lo más cerca posible a los lugares donde viven las comunidades para garantizar participación.

- ¿Cree que esta consulta va a impactar en la relación entre el Estado y los pueblos indígenas?

- Acá lo que está en juego finalmente es la necesidad de que Chile cambie y el Estado de Chile y sus políticas y su institucionalidad, cambie la relación que ha establecido con los pueblos originarios a lo largo de toda la historia republicana, y que además se funda en una historia previa de colonización, de violencia y exclusión de los pueblos originarios. Es un cambio de paradigma en la relación del Estado con los pueblos originarios. Eso es lo que se juega en la consulta. Esto puede demorar el proceso, pero lo que está en juego es la posibilidad de cambiar un tipo de relación. No lo vamos a cambiar solo con esta consulta, pero no cabe duda de que esto es parte de ese proceso, que tiene muchas más aristas y que lo que estamos construyendo, que es el nuevo Ministerio de Cultura y Patrimonio, sea capaz de dar cuenta de una nueva visión de la cultura chilena, que no puede ser más concebida como una cultura única, nacional, sino que tiene que hacerse cargo que éste es un país con diversidad cultural, con pluriculturalidad.

- ¿Cómo ha sido la recepción de las comunidades?

- Hay mucha atención sobre el proceso que está generando Cultura, porque tiene algunas características propias, digamos, es un tema en algún lugar más amable, que genera más oportunidad de diálogo, donde se ha venido trabajando desde Cultura en un clima positivo con las comunidades desde el Consejo de la Cultura en los años anteriores, y eso es un patrimonio que tiene el Consejo, que es muy importante, pero claro que también hay tensiones, hay incredulidad, hay desconfianza, porque es la historia de la relación de los pueblos originarios.

- ¿El Gobierno entiende esa desconfianza?

- Yo las comprendo perfectamente como ministra, por eso que creo que somos nosotros, es el Estado el que tiene que dar garantías de confianza, de buena fe, de lealtad en el proceso de consulta, porque es el Estado el que tiene que demostrar que quiere relacionarse con los pueblos originarios de una manera nueva y no de una manera como ha sido históricamente. Entonces, yo entiendo completamente las desconfianzas que existen desde el mundo de los pueblos originarios en este tema.

- ¿Cuáles son sus expectativas respecto de la participación en esta consulta, considerando el otro proceso que está desarrollando Desarrollo Social, donde ha habido comunidades que se han restado de la consulta?

- Estamos hablando de nueve pueblos que son muy distintos entre sí, que además tienen realidades muy distintas. También tenemos que tener cuidado de meter todo en un mismo saco. Son pueblos, son comunidades, son seres humanos con una enorme diversidad territorial, tienen idiomas distintos, tradiciones distintas e incluso una relación con el Estado distinta. Hay algunos pueblos que están casi en extinción, como los yaganes, y tenemos pueblos con gran población como el pueblo mapuche, y con gran conflictividad en algunos aspectos y, por lo tanto, vamos a tener dentro del proceso de consulta posicionamientos distintos, y hay que entender eso. Van a ser distintos entre pueblo y pueblo, y también dentro de pueblo y pueblo hay posicionamientos políticos distintos, hay gente que rechaza completamente cualquier diálogo con el Estado.

- ¿Cuáles cree que van a ser los temas que van a sufrir mayor división entre las comunidades?

- Hay temas en cultura que son polémicos o que son complejos, como el tema del concepto de patrimonio, hay temas de la representación de los pueblos originarios en los órganos colegiados que va a tener el próximo Ministerio. Creo que ahí va a haber puntos de vista distintos, polémicas, pero yo creo que la polémica principal es la desconfianza que está instalada en la relación entre el Estado y los pueblos originarios.



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