Más de 24 horas lleva el Consejo de Pueblos Atacameños bloqueando el acceso al salar en protesta por el acuerdo entre Codelco y SQM que amplía la explotación hasta 2060. Piden que el Presidente visite sectores con daño ambiental por la actividad minera de litio y cobre.
“No estamos dispuestos a seguir siendo una zona de sacrificio”, afirma un comunicado del Consejo de Pueblos Atacameños que mantiene desde la tarde del martes 9 de enero una movilización indefinida en el Salar de Atacama, cortando los accesos al lugar.
La crítica es contra el acuerdo firmado entre Codelco y SQM que plantea extender la extracción de litio hasta el 2060 y aumentar la cantidad extraída a partir del 2031.
Solicitan que el Presidente Gabriel Boric “cumpla su compromiso de conocer el estado del salar junto a las comunidades y ver en terreno el daño causado en el lugar mismo de la extracción de las comunidades aledañas”, se lee en el texto.
Según explican, la movilización es de carácter indefinida, hasta que el presidente exponga una fecha para su visita, y cuenta con el apoyo de 18 comunidades del lado sur del salar como Socaire, Camar, Peine y Toconao.
“La movilización es completamente pacífica. Están las familias, adultos mayores y niños. Lo único que queremos es que el presidente ponga una fecha en su agenda para venir a conocer el daño en el ecosistema, ya que está decidiendo su explotación hasta el 2060 sin conocer el lugar”, explica Sergio Chamorro, asesor jurídico del Consejo.
Lugares dañados para visitar
Chamorro mencionó dos lugares que quieren mostrarle al presidente para que conozca el impacto que ha tenido en el ecosistema la extracción minera.
Uno es el salar de Punta Negra, donde el Consejo de Defensa del Estado demandó a la minera Escondida por daño ambiental irreparable y permanente, y donde se llegó a una conciliación.
Otro es el acuífero Montarqui – Negrillar – Tilopozo, donde también el CDE se hizo parte de una demanda levantada por comunidades indígenas contra las mineras Escondida, Zaldívar y Albemarle por extracción continua e ilegal de agua del acuífero generando un daño irreparable en el Salar de Atacama.