Sigue conflicto por cobros en Cejar y usuarios la invaden

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 04 de febrero de 2015 Visto 295 veces

La Laguna Céjar sigue en conflicto, a menos de una semana que el ministro de Bienes Nacionales anunciara el acceso libre y gratuito al centro turístico, la Comunidad Atacameña de Solor exige el pago de 15 mil pesos para ingresar a dicha concentración de agua salada de gran belleza, que a su vez, es un lugar de anidación de aves y que sus administradores consideran necesita ser preservada.

La génesis de este conflicto nace por la visita poco responsable de turistas, quienes durante años no repararon en el daño que causaban sobre este ecosistema sumamente delicada, lo que generó inquietud en los atacameños, que impusieron en son de proteger el medioambiente un precio de entrada de $30 mil, desatando la polémica sobre quienes consideraban como un exceso dicho valor, dando paso a una mesa de trabajo con el Ministerio de Bienes Nacionales, la que culminó con un convenio que "garantizaba" el libre acceso a la laguna a todos los chilenos, como consigna el Decreto Ley N°1.939 que fue promulgado en el año 1977 y que en su artículo 13° dicta que: "Los propietarios de terrenos colindantes con playas de mar, ríos o lagos, deberán facilitar gratuitamente el acceso a éstos, para fines turísticos y de pesca, cuando no existan otras vías o caminos públicos al efecto".

Sin embargo, el abogado de la comunidad aludida, Rodrigo Gómez, explicó que de acuerdo a lo expresado por este Decreto, Céjar no entra en esta clasificación, puesto que técnicamente es una laguna y que a pesar que tienen la concesión de los sectores aledaños (lo cual consideran una estafa de parte del Estado que les había prometido control y monitoreo sobre la laguna en sí), debe respetarse el acuerdo suscrito el sábado pasado en que se garantiza un "libre acceso controlado", que en términos prácticos se traduce en la obligación de cancelar para conseguir el acceso directo a la laguna.

Invasión

"A pesar de todas las buenas noticias anteriores, hemos visto con sorpresa e indignación que el tenor y el espíritu del acuerdo tomado el 31 de enero 2015 ha sido conculcado en menos de 48 horas. Con fecha lunes 2 febrero 2015 en la página de Facebook del ministerio de Bienes Nacionales, el señor ministro afirma: que la laguna es de propiedad de todos los chilenos y que el acceso a ella es gratuito, lo cual resulta una afrenta a nuestros derechos.

Esta declaración del ministro ha desembocado en que lunes 2 y martes 3 de febrero los turistas desborden totalmente nuestro control, amparándose en aquellas afirmaciones provenientes de una autoridad pública. La gente está haciendo ingreso por vías no destinadas al efecto, eludiendo el registro interno de visitantes y el cobro de los valores legítimamente establecidos en el acuerdo de libre acceso, desatendiendo todas las normas de uso que hemos establecido en este acuerdo bipartita. Nuevamente hemos sido engañados como tantas otras veces en el pasado", expresó la presidenta de la comunidad, Ana Ramos por medio de un comunicado.

Según argumentaron en dicho documento, existe una serie de normativas que respaldan su posición como dueños legítimos de estos territorios ancestrales, como son Los artículos 64 y 65 de la ley 19.253, que reconoce expresamente del derecho preferente que los pueblos atacameños y aymara tienen sobre sus aguas de uso comunitario, tales como vertientes, canales, ríos, bofedales y lagos, por sobre intereses de terceros, desde 1993 en adelante. En el Convenio 169 sobre pueblos indígenas y tribales en países independientes se consagró la propiedad indígena en términos de reconocer los aspectos colectivos y espirituales de ésta es decir, la especial relación que los pueblos indígenas tienen con sus tierras, entendida como un todo inseparable de sus recursos naturales brindándoles la calidad de guardianes y poseedores. El artículo 14 del C-169 establece el deber de los gobiernos de reconocer el derecho de propiedad y la posesión sobre los territorios que tradicionalmente han ocupado las comunidades indígenas y garantizar su protección efectiva.

Por su parte, el seremi de Bienes Nacionales, Arnaldo Gómez, expresó que estos convenios no son argumentos de peso frente a la Ley vigente y que debe respetarse la misma, como es el acceso libre y gratuito a la laguna, pero realizando sus propias observaciones.

"Aquí el llamado debe ser a ser cuidadosos con el entorno de parte de los visitantes, especialmente los nacionales, tenemos que ser responsables. Sin embargo, este convenio está en marcha blanca y todavía tenemos que ir evaluando las situaciones que se presenten cada día, quizás nos presentemos hasta el lugar para apoyar la labor que cumplen los comuneros", comentó el seremi.

A su vez, comentó que su ministerio no está en condiciones de establecer los precios por el uso de este recinto, sin embargo, llamó a la comunidad a hacer uso de este lugar con sus instalaciones, puesto que así se estará ayudando a preservar este recurso turístico que sin duda es invaluable para la comunidad.

"Nosotros como Ministerio reconocemos la inversión y la validez que tiene esta agrupación indígena como protectores de este santuario de la naturaleza y que dicha labor tiene un costo, pero la ley es clara, esta es una situación especial puesto que el interés patrimonial es mayor y creo que llamado principal es a los turistas a ser responsables, repito que este convenio está en marcha blanca y creo que puede seguir mejorando hasta alcanzar un acuerdo que deje conforme a todos los actores", concluyó Gómez.

"El llamado a la comunidad a ser responsables con el entorno, pero estamos en un proceso que puede llegar a dejar conformes a todos los interesados en estos espacios que sin duda requieren protección".

Punto de vista de la Comunidad

Resulta un despropósito, un abuso, y una desnaturalización de las normas jurídicas que sostienen la campaña de acceso libre a los balnearios llámese playas, ríos y lagos, que se afirme que estas lagunas son de todos los chilenos y que se anime a los chilenos a acceder gratuitamente a ellas. Desde un punto de vista ambiental de conservación de la fauna que allí habita, las lagunas no deben se consideradas como balnearios sino por el contrario como parques naturales susceptibles al impacto humano.

Conforme lo señala el artículo N°13 del D.L. 1939 de 1977, se garantizará el libre acceso de todas las personas a las Lagunas Céjar y Piedra, a través de vías identificadas para tales efectos y conforme a las normas que se señalan a continuación.

La Comunidad Atacameña de Solor, podrá establecer una tabla de cobro de valores, los cuales sólo serán aplicables al uso de las instalaciones y servicios, cuya recaudación se destinará principalmente a garantizar la administración y sustentabilidad ambiental y cultural del espacioa nivel nacional.

Todo visitante que ingrese al recinto de las Lagunas Cejar y Piedra, venga o no por intermedio de operador turístico, agencia u hotel, deberá informar de su ingreso y registrarse con su nombre y su domicilio en la Administración.

Sólo se permitirá el ingreso de hasta 300 personas diarias, número que será objeto de revisión periódica, conforme evaluaciones ambientales.

Sólo se permitirá transitar, ingerir alimentos y líquidos, salvo el agua pura, en los sectores habilitados para tales efectos.

2 mil pesos era el valor original que cobraba la comunidad por el acceso a este espacio, recopilando 1.200 visitas diarias, pero registrando un impacto considerable en el ecosistema del lugar.

30 mil pesos fue el segundo precio de la entrada, medida polémica y que apuntaba a reducir drásticamente el número de turistas y así preservar el balance en el ecosistema.

15 mil pesos cobran los comuneros para tener acceso a las aguas de Céjar, sin embargo, el ministro afirmó que este ingreso sería gratuito, lo que no consideran correcto sus administradores.



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