TANTO EL PELAJE COMO LA CARNE, SON PRODUCTOS BASTANTE COTIZADOS EN LA ZONA NORTE DEL PAÍS
Mediante la conformación de una mesa de trabajo entre la seremi de Agricultura, Fundación para la Superación de la Pobreza Antofagasta ((Fusupo)) y diversas comunidades ganaderas altoandinas de Arica y Parinacota, Tarapacá y dentro de la región, a las comunidades de Ollagüe y Alto el Loa en la región, el Ministerio de Agricultura (Minagri) busca potenciar la ganadería camélida.
Dentro de los ejes principales que motiva la iniciativa, que es desarrollada como parte del programa "A Servir País" de la Fusupo, se encuentra prevenir el despoblamiento de las comunas altoandinas, a fin de mantener a las comunidades dentro de los territorios altiplánicos, mediante el desarrollo de la industria textil.
Así lo explicó Claudia Maluenda, directora regional de Fusupo, al manifestar que "la ganadería camélida es probablemente la única actividad productiva o de subsistencia que permite la retención de las poblaciones dentro de estos territorios (...) una mirada interesante que tiene la región, en esa línea, pasa por cómo trabajar la fibra (de lana de llama), considerando las particularidades que tiene y que por supuesto, también pueden ser parte de este círculo virtuoso donde hay una estrecha relación con la agricultura", precisó.
Agregó que "como Fundación nos sumamos a la agenda de trabajo que lleva la red de ganadería y en conjunto se espera fortalecer y salvaguardar esta práctica que está viva en la región. Todavía hay muchas personas trabajando en ello, no solo de subsistencia sino la mirada es que se pueda vivir de la ganadería camélida en una región que muchas veces es mirada como región minera y que definitiva subsisten estas dos miradas en los pueblos sobretodo del alto andino".
Reconocimiento
Claudia Maluenda agregó que uno de los aspectos que viene a facilitar las gestiones respecto de la conservación y proyectos al respecto, pasa por el reconocimiento de esta practica como patrimonio inmaterial, lo que se realizó a principios de mayo.
"Hace muy poco, la ganadería camélida, es reconocida bajo la ficha SIGPAC, que es sistema de gestión patrimonial, siendo reconocido como patrimonio cultural inmaterial. Creo que eso le da también un tremendo valor a la asociatividad de los ganaderos, hay una tremenda oportunidad de avanzar a paso firme, ya que por lo general los ganaderos que están en sitios aislados, tienen una gran nivel de compromiso por mantener esta práctica viva".
Catastro
La seremi de Agricultura, Celia González, quien explicó que se está levantando un catastro de la población de llamas que hay en la zona norte, a fin de poder proyectar su desarrollo de forma concisa y correcta.
"Presentamos un proyecto al Gobierno Regional que ya nos adjudicamos donde vamos a poder la cantidad de ganadería camélida que tenemos en la región".
"Si tenemos muy poquitas llamas y hoy colocamos un matadero móvil, que es una idea innovadora, podríamos colocar uno en San Pedro de Ataca y Alto El Loa, tenemos que ver la cantidad porque podemos acabar súper rápido la ganadería camélida. Por eso necesitamos buenos datos, y por eso postulamos a este programa de focalización y reactivación de la agricultura del desierto en la región de Antofagasta. Tenemos considerado poder levantar estos datos y por primera vez levantar información georreferencial de todos los predios, las praderas de donde están nuestros animales para ver cómo los afecta el cambio climático, por ejemplo".
González agregó que "con el levantamiento de estos números reales, vamos a poder crear un plan de fomento para ver si tenemos un piso para esto, o si tenemos que trabajar para seguir potenciando la capacidad que hay en la región y analizar nuestras capacidades. No podemos traer muchas llamas si sabemos que se van a morir de hambre".
Motivación
Sobre la iniciativa, el ganadero por tradición familiar, Bernardo Flores (48), explicó que "creo que es una buena iniciativa por parte de las instituciones públicas, pero creo que debió haberse hecho desde antes, ya que hoy son pocos los interesados en la ganadería. Hoy la juventud se ha radicado en empleos relacionados con la minería, perdiendo la tradición de la ganadería. Solo van quedando los viejitos, porque la juventud desgraciadamente está poco interesada. Hablar de tradición, es solo decir la palabra porque en los hechos no es así. Recuperar eso que se perdió, obviamente llevará un tiempo, y por lo menos esta iniciativa apunta a eso".
En la misma línea, también fue critico respecto a la lentitud con la que se están abordando estas materias, sobre todo en lo relativo a las normas sanitarias que rigen la venta de la carne.
"Hay muchas personas interesadas en consumir este producto, en la venta del charqui, en el consumo de carne. Mi idea es poder tener 200 llamas reproductoras con un margen de 100 crías anuales, un 50% y ahí destinarlo a todo lo que tiene que ver con más reproducción, venta de charqui, o vender carne, si algún día se llega a formalizar el rubro. Aún falta que se normalice el tema para poder proyectarse con una base más sólida", precisó.