EL EMPRESARIO JUAN ROZAS DESDE HACE MÁS DE 20 AÑOS DESEABA TRAER NARANJAS ARGENTINAS A ANTOFAGASTA.
"Estoy muy emocionado de haber llegado, hace 15 años que no venía a Chile y no me imaginaba llegar de esta forma", confesó Santiago Bernal (53), el conductor argentino que llegó con la primera carga de naranjas desde Ledesma, Departamento de Jujuy del noroeste de Argentina, a la capital regional.
La travesía marca un hito. Hace más de 20 años que estos cítricos no llegaban al norte chileno (atravesando el Paso Jama), ya que debían bajar a Mendoza para volver a subir a la capital minera.
Además simboliza el inicio del intercambio comercial entre el noroeste argentino (NOA) con Antofagasta, ya que el puerto local podría convertirse en el canal de importaciones y exportaciones de los países del Zicosur con el continente asiático, debido a su privilegiada ubicación geográfica.
Estos lazos económicos estratégicos, a corto plazo, se fortalecerán con la reapertura de los rieles del Trasandino Norte, que une Salta con Antofagasta.
Demoras
De hecho las autoridades visualizan que en noviembre un tren antofagastino llevará la primera carga minera a Salta en el norte trasandino. Desde ahí volverá cargado con mercancías para los terminales marítimos de Mejillones.
El camino solitario de Santiago Bernal estaba presupuestado en dos días. Debía llegar el miércoles, pero las circunstancias lo alargaron por otros dos.
El enorme camión salió el lunes de la semana pasada a las 22:00 horas desde Ledesma hasta Jujuy, donde pasó por el escáner de inspección y posteriormente continuó la ruta.
A 897 kilómetros de su hogar al otro lado de la cordillera, Bernal recuerda las dificultades del periplo. "Se me rompió el camión, el compresor, tuve problemas de aire. El jueves en la mañana fue un mecánico y me lo arregló para continuar, pero fue difícil. Se me rompió a unos 15 kilómetros de la aduana de Jama", relató Bernal.
En la aduana, la directora del Servicio Agrícola Ganadero regional (SAG), Angélica Vivallo, recuerda que el cargamento fue inspeccionado, determinándose que las naranjas venían libre de cualquier tipo de plagas y enfermedades.
Además, el vehículo traía el visto bueno de una cámara de frío que aprobó el SAG junto a su par argentino, Senasa.
"Hace más de 20 años que no se importaban naranjas, que se suman a las sandías, papas y melones que últimamente han llegado del otro lado de la frontera. A diferencia de las chilenas, esta naranja es bastante jugosa y dulce, que es muy buena para hacer jugo de naranja", comentó Vivallo.
Ritual
Al bajar del camión el chofer argentino notó que los cinco días al volante valieron la pena, ya que en la Vega Central de Antofagasta, el empresario, Juan Rozas, dueño de Imexa (importadora de productos agrícolas) lo esperaba con ansias.
"Hace 20 años que estaba tratando de ingresar naranjas a Chile. El 2000 ingresamos cinco contenedores, eso se suspendió hasta hoy, el primer embarque en Antofagasta gracias a las gestiones de las autoridades y los contactos permanentes con Argentina. Para mí esto es completar una meta después de tantos años luchando", relató Rozas.
El empresario toma una naranja y -en un suerte de ritual- la presiona dejando caer el jugo entre sus manos y mojando el suelo del recinto, simbolizando el inicio de este intercambio comercial.
Según Rozas el cítrico argentino "tiene menos cantidad de cáscara y mayor cantidad de jugo. En precio estamos superior a la nacional, pero más barata que la norteamericana. Cuesta $15 mil la caja y la norteamericana costaba $22 mil".
Siete cajas
Carmen Huimar, comerciante, fue la primera en comprarle naranjas a Rozas. Llevó siete cajas. Considerando que cada una tiene alrededor de 100 naranjas, que sumadas dan 18 kilos y cuestan $15 mil. La mujer gastó más de 100 mil pesos, lo que para ella es una inversión.
"Hace mucho tiempo que no entraba fruta argentina y yo sé que acá en el norte cuesta mucho que llegue todo. Es un poco alto el precio, pero hay que probar las alternativas y, como comerciantes, hay que darle variedad al público", expresó Huimar.
El optimismo de la comerciante será difícil de cumplir, porque en noviembre finaliza la temporada de naranjas en Salta, que se reactivará en marzo próximo.
Consumo
El seremi de Agricultura, Jaime Pinto, valoró la llegada de estos primeros cítricos a la capital regional.
En cuanto a la periodicidad en que podrían volver a la zona, señala que "eso va a depender justamente de la gente. Llamamos a consumir los productos, no sólo del gobierno, sino que de empresarios que han creído en poder traer esta fruta y comercializarla. Va a depender de la aceptación que tenga en la ciudadanía".
Desde la Federación de la Fruta señalaron que "no vemos mayores inconvenientes para el ingreso de fruta foránea al país. Lo único que exigimos, es que se tomen todos los resguardos fitosanitarios correspondientes".
Jaime, Pinto,, seremi de Agricultura
"Llamamos a consumir los productos, no sólo del gobierno, sino de empresarios que creyeron en traer esta fruta y comercializarla".