Los géiseres de El Tatio son administrados por las comunidades indígenas de Caspana y Toconce.
Las condiciones climáticas extremas, como la altitud y las bajas temperaturas (-8 °C), además de la falta de rutas expeditas y un centro médico cercano, provocaron ayer en la madrugada una nueva víctima en la zona de los géiseres de El Tatio, a 100 kilómetros de San Pedro de Atacama, en la precordillera de la Región de Antofagasta.
Alan Françoise B., de 61 años, de nacionalidad francesa, falleció luego de sufrir un infarto pasadas las 3:00 de la madrugada, cuando se encontraba junto a su familia en el sector Estero, de El Tatio, a medio camino entre los géiseres y el poblado de Toconce, a 4.320 metros de altitud.
El grupo se aprestaba para unirse a uno de los 40 tours que visitan a diario el campo de géiseres, que según estadísticas del Servicio Nacional de Turismo recibe más de 120 mil visitantes al año.
El cuerpo de Françoise, y los familiares que lo acompañaban, fueron trasladados en vehículos particulares y de Carabineros del retén de Toconce hasta Calama, a casi tres horas de viaje y distante a 150 kilómetros. Los restos fueron derivados al Servicio Médico Legal de Calama para realizar la autopsia.
En 2008, un estudio realizado por profesionales del Hospital del Cobre, la Universidad Arturo Prat y el municipio de Calama detectó falencias de seguridad en la zona de El Tatio, como la ubicación de miradores, mala conectividad (vial, falta de señal de telefonía celular y de suministro de luz eléctrica) y pocos monitoreos y evaluaciones permanentes de riesgos geológicos y actividad volcánica.
Otros accidentes
A diferencia de Françoise, los cuatro casos fatales anteriores se produjeron luego de la caída de turistas a los pozos de agua hirviendo.En octubre de 2002, el médico español Paulo Fernández-Raigosa Castaño (37) sufrió quemaduras en más del 90% del cuerpo luego de caer a un cráter.
El profesional resbaló tras pedirle a otro turista que le tomara fotografías.
Luego de ser trasladado hasta Calama y después por vía aérea hasta Santiago, donde recibió atención médica en una clínica durante diez días, Fernández-Raigosa viajó a Madrid donde falleció en un centro médico cinco meses después.
En 1998 un turista alemán murió en los géiseres por la misma causa, al igual que un ciudadano francés un año antes, en 1997.
Fuente:El Mercurio