Al centro, la ministra de Minería, Marcela Hernando.
Varias veces el Presidente Gabriel Boric ha participado en reuniones para discutir el modelo que sustenta la Empresa Nacional del Litio de Chile. Y según reveló la ministra de Minería, Marcela Hernando, a DF MAS, en los próximos días tendrá en sus manos la propuesta definitiva, donde se establecerá cómo operará y qué estructura tendrá.
Pero la existencia de esta compañía estatal no deja indiferente a la competencia directa. Hace pocos días, en una comunicación al Sindicato Nº1 Interempresas de SQM, la compañía controlada por el grupo Pampa y la china Tianqi admitió que la nueva Empresa Nacional del Litio puede lesionar su posición competitiva en el mercado mundial de este mineral, objeto del deseo de consorcios chinos, canadienses, australianos y de todas las nacionalidades, que han desfilado durante todo este año por las dependencias de los ministerios solicitando información y dándose a conocer, en un intento de lograr influir en las decisiones estratégicas sobre este valioso mineral.
Estos movimientos no han quedado fuera del radar de SQM, la mayor compañía privada del país, que en los primeros nueve meses del 2022 logró utilidades por US$ 2.755,3 millones, 10 veces más altas que las reportadas a igual lapso de 2021. Los ingresos de enero a septiembre del año llegaron a US$ 7.577 millones y el aporte al Fisco ascendió a US$ 3.600 millones, superando de esta forma lo entregado por Codelco al Estado en dicho lapso, que ascendió a US$ 2.606 millones.
En el documento denominado “Fundamentos de la respuesta” de la propuesta de contratos colectivos, donde las organizaciones solicitaban alzas en sus remuneraciones que iban entre el 10% y el 25% dependiendo de la antiguedad y el nivel de sueldo, la empresa se sinceró con las organizaciones de trabajadores y en un texto al que tuvo acceso DF MAS, la firma señala que “es sabido que el gobierno y el proyecto de Constitución han puesto en discusión la creación de una Empresa Nacional del Litio, lo que puede considerarse como competencia directa a la administración que realiza SQM Salar SA de la actual concesión (en el Salar de Atacama), generando incertidumbre en continuar operando y si hacerlo sería una opción suficientemente competitiva en costos”.
Y es que la Empresa Nacional del Litio tiene considerado aglutinar las concesiones del Estado en casi 60 salares desde Tarapacá a Coquimbo, con asociaciones con capitales privados en una fórmula que aún se está decidiendo y en donde el Presidente Boric tiene la última palabra, han explicado en Minería.
El lado B del litio
SQM también compartió una visión menos optimista de la situación del mercado del litio en un documento enviado a los sindicatos el 14 de noviembre pasado, lo que se explica por su interés en justificar alzas acotadas en los contratos colectivos de los supervisores.
En el documento enviado a los sindicatos se señala que “si bien hoy el litio (de SQM) goza de una posición aventajada, con el 21% de participación en el mercado, recordemos que es una situación que puede estar expuesta a cambios, especialmente en la medida que el resto de los competidores superen la inercia post Covid y comiencen a aumentar participación de mercado con nuevos proyectos de producción de litio”.
Agrega que “dado el esperado aumento en la oferta de litio es posible que los precios puedan estabilizarse en valores inferiores al peak alcanzado este año, por lo que no es posible comprometerse a un aumento de costos fijos que dejen a nuestros productos por fuera del mercado”. Y añade: “por la misma razón de mantener y consolidar nuestra participación en el mercado, es de conocimiento público las importantes inversiones que ha realizado la empresa”.
Los $ 30 millones de Tironi
Tironi & Asociados fue el único oferente en una licitación para mapear quién tiene algo que ganar con desarrollar una industria del litio en Chile. La consultora lleva a cabo el estudio “Diseño de la estrategia de grupos de interés en relación al desarrollo de una industria del litio”.
Tiene tres meses -de octubre a diciembre de 2022- para terminarlo y recibirá $ 30 millones por ello.
Para el Ministerio de Minería, es un insumo clave para definir qué comunidades indígenas son con las que hay que negociar los contratos de litio y cuáles están fuera del área de influencia. Esto es particularmante cierto en Codelco con su exploración del Salar de Maricunga, donde la reclamación de la comunidad colla de Diego de Almagro hizo que la minera estatal solicitara al ministerio de Minería la definición del grupo incumbente competente en esa zona, dado que el Estado es firmante del convenio 169 de la Organización Internacional del Trabajo, que garantiza consulta indígena en tierras ancestrales cuando se desarrollan proyectos de inversión.
Las inversiones de SQM fuera de Chile
SQM no se queda en los laureles y está diversificando producción, consciente del riesgo de tener todo en Chile y con el foco puesto en acercarse a su mercado final, China.
Tiene un proyecto en Australia donde va a invertir US$ 700 millones y muy vinculado a éste, otro desarrollo en Sichuan, en China, por otros US$ 140 millones.
En Chile se trabaja para expandir la producción tanto de hidróxido de 40.000 a 100.000 y de carbonato de litio de 120.000 a 210.000 en una fase temprana, entre 2022 y 2024. Lo que implica US$ 1.300 millones en estos dos años.
A la vez, y conscientes de que la presión por producir de forma más sustentable y con menos agua será cada vez mayor de parte de los chilenos y del mundo, SQM desarrolla Salar Futuro, que implica cambiar la forma de extraer el mineral y demandará otros US$1.500 millones en innovaciones tecnológicas y productivas en el Salar de Atacama, para reducir la huella hídrica y ser carbono neutral. Salar Futuro tiene previsto presentar su Estudio de Impacto Ambiental en el año 2024.