El anuncio fue entregado por Cadena Nacional hace pocos días por el propio Presidente de la República. La prensa internacional lo ha destacado, incluso el millonario Elon Musk se permitió un comentario despectivo. Sectores del gran empresariado la lamentan y las acciones de SQM han perdido algo de valor en la Bolsa.
Dejaremos la crítica para el final. Partiremos por lo más positivo: La formación de una Empresa Nacional del Litio para que el Estado participe directamente de la explotación de este mineral estratégico, es un anuncio histórico. Con toda razón, el Presidente evocó la chilenización y posterior nacionalización del cobre. Los gobiernos civiles a partir de 1991 habían continuado privatizando la minería, facilitando que las rentas enormes que generan estos minerales hayan enriqueciendo a unos pocos sin agregar valor industrial.
Pero no se trata de seguir exportando materias primas. La nueva Política enfatiza que la Empresa Nacional del Litio debe avanzar hacia productos manufacturados que utilicen el litio. En este sentido se explica la inédita visita del Presidente al Centro de Investigación de la Universidad de Antofagasta, donde hace años se experimenta con baterías de litio. En la misma línea se reafirma la instalación de un Instituto Tecnológico en la Región de Antofagasta. El hecho que, al día siguiente del anuncio, el Presidente haya venido a la Región de Antofagasta, reafirma su interés por el territorio donde se encuentra la principal reserva del litio del mundo: el Desierto de Atacama.
También hay que destacar su preocupación ambiental. Se abre un proceso de diálogo con las comunidades para consensuar una explotación sustentable con la conservación de la flora y fauna. Al final de este proceso, se hará una propuesta para la formación del Instituto Tecnológico y de Investigación Pública del Litio y Salares. Se conformará una Red de Salares protegidos y se promoverán nuevas tecnologías menos invasivas.
Igualmente, destaca que la Empresa Nacional de Litio nazca inmediatamente como una filial de CODELCO. En los hechos CODELCO ya creó una filial en Bachelet II. No se puede esperar largos años de tramitación para crear una empresa mediante una ley especial. Se ha optado por ambas. Entonces, la empresa por ley podrá abordar aquello que aún no se haya realizado por parte de las filiales. No obstante lo anterior, el directorio de CODELCO requiere vigilancia ciudadana. La composición de su gobierno corporativo tiene un sesgo hacia directivos que arrastran una visión neoliberal. Es posible que algunos de ellos no hayan aquilatado la misión histórica que se les ha confiado
En el discurso presidencial, sin embargo, hubo una parte que parece contradictoria. El Presidente anunció que uno de los objetivos sería transformar a Chile en primer productor mundial del litio. Cantidad no es Calidad. Esto podría resultar incompatible con la preservación ambiental de los Salares. Pero además resulta contrapuesto con el objetivo de priorizar productos manufacturados que contengan litio. Agregando valor a la materia prima, debe procurarse menos extracción, para obtener mejores ingresos y mejores empleos. Es probable que esta frase del discurso presidencial haya sido infiltrada a última hora por asesores que no forman parte del equipo técnico encargado, al menos no aparece en el texto escrito informativo del Gobierno, aunque en éste se plantea “aumentar la producción nacional” (ver https://www.gob.cl/litioporchile/).
La participación del capital privado es otro aspecto polémico. La nueva política del litio establece la colaboración público-privado. Bienvenida la colaboración pública privada al servicio de los objetivos de agregar valor a la materia prima y de cuidar el medio ambiente. También puede ser útil la participación minoritaria de capital privado en la Empresa Nacional del Litio para expandir las redes de comercialización internacional. Pero es de esperar que la participación de SQM sea mínima con sus actuales dueños, cuyas actuaciones ilegales son conocidas.
Los aliados internos que se necesitan son los trabajadores y profesionales de las empresas, ellos tienen la experiencia y seguramente estarán disponibles. La declaración del sindicato SQM Salar lo declara. Es importante garantizar a ellos que la explotación del litio no se hará con precarización laboral. También se requiere la integración latinoamericana, especialmente la firma de convenios con los científicos argentinos y bolivianos que forman una red universitaria en la que participamos. En Argentina y Bolivia se han logrado avances importantes en la experimentación con baterías de litio.
Otro aspecto peligroso es la idea de “compartir valor” con las comunidades. Si por “compartir valor” se entiende entregarles dinero para compensar el daño ambiental, estaríamos al borde del cohecho y de la corrupción de dirigentes, generando división entre las comunidades y fomentando el clientelismo. La mejor forma de asegurar su apoyo, es preservar sus ecosistemas, transparentar la información medioambiental, fomentar su contratación, mejorar los caminos, agua potable sin arsénico, centros de salud pública y educación.
Tampoco resulta conveniente avanzar con la explotación económica fuera del Salar de Atacama. Estos salares pequeños conforman sistemas ecológicos frágiles, no estudiados y que representan una proporción mínima de las reservas totales, Salares de Pedernales y Maricunga incluidos. Se entiende que es difícil clausurar exploraciones y autorizaciones que ya han sido otorgadas. Sin embargo, se promete que la empresa estatal tendrá participación obligatoria, mayoritaria en algunos proyectos y minoritaria en otros. Resulta deseable que esta participación permita contar con información ambiental que minimice los riesgos ecológicos.
Finalmente, algunos actores de la Región de Antofagasta lamentan no haber sido partícipes. Sin embargo, en su propia agenda no ha estado el Litio, a pesar de las visitas que han llegado desde la capital y del debate que es público. Para peor, algunos críticos proponen una nueva Estrategia Regional Minera con la asesoría de la OCDE, piloteada desde países capitalistas desarrollados, los mismos que controlan nuestras riquezas. El gobierno regional debería partir por nombrar un Encargado de la Política Regional del Litio. La Seremi de Minería, la CORFO regional, el CORE, deberían activarse y vincularse con los académicos de la Región que hace mucho están en el tema Litio. La preocupación ha venido, al igual que en el Cobre, desde organizaciones nacionales, como el Movimiento Litio para Chile, la Confederación de Trabajadores del Cobre (subcontratistas), la Fundación Terram y académicos de otras partes de Chile. Somos los actores políticos y sociales de la Región de Antofagasta quienes estamos en deuda con el resto del país. Con la notable excepción del Sindicato SQM Salar.