En su condición de tercera mayor productora de litio del mundo, SQM se encuentra en perfecta posición de aprovechar la creciente demanda de baterías.
Sin embargo, a pesar de que Elon Musk, de Tesla Motors, elogia las posibilidades del metal, SQM parece no poder evitar hacerse las cosas difíciles.
Primero se multó a sus directores por manipulación del precio de las acciones. Luego SQM, que tiene sede en Santiago, fue acusada en un caso de evasión de impuestos que llevó al directorio a destituir a su presidente multimillonario. Ahora la compañía está involucrada en un caso de arbitraje con organismos reguladores que amenaza su concesión en el desierto de Atacama, donde las operaciones de litio y yodo representan casi el 40 por ciento de sus ventas.
“Este caso afecta el núcleo de las operaciones de SQM”, dijo desde Santiago Carla Rojas, una analista de BICE Inversiones.
Luego de difundirse la noticia del caso la semana pasada, los US$250 millones de bonos de SQM con vencimiento en 2025 se desplomaron a un bajo nivel récord de 88,62 centavos por dólar. Ahora tienen un rendimiento de 5,97 por ciento, más que el promedio de 4,64 por ciento de los bonos empresariales de mercados emergentes que comparten su calificación crediticia.
Un funcionario del departamento de comunicaciones de SQM se negó a hacer declaraciones sobre el proceso de arbitraje. La semana pasada, la compañía dijo en una declaración a organismos reguladores que ha complico con sus obligaciones relacionadas con la concesión en el salar de Atacama.
El litio es más conocido por su uso en las baterías recargables que alimentan los autos híbridos y los teléfonos móviles. El mercado de vehículos eléctricos podría triplicar la demanda de litio para mediados del siglo, según la U.S. Geological Survey.
Investigación impositiva
La fuente más barata del metal es el agua saturada de sal, y las mayores reservas se encuentran enChile, donde SQM aprovecha el sol y el desierto más seco del mundo para evaporarla en estanques.
El control de SQM está en manos de Julio Ponce, ex yerno del extinto dictador Augusto Pinochet, que acrecentó su participación luego de que el gobierno la privatizara, a partir de la década de 1980. En abril renunció a la presidencia de la compañía después de que SQM admitiera no haber cumplido con los impuestos sobre US$11 millones de pagos. Los fiscales investigan cuánto de ese dinero se derivó de forma ilegal a políticos.
Ponce enfrenta otra investigación por evasión impositiva en las compañías a través de las cuales controla SQM, dijo la empresa en su informe anual.
El organismo regulador de valores le aplicó una multa de US$70 millones el año pasado por violar las normas de la negociación.
Ahora la concesión de la compañía en el salar de Atacama, un paisaje lunar poblado de flamencos y que contiene el 29 por ciento de las reservas de litio del mundo, ha quedado en tela de juicio.