Antes que nada, hemos conseguido averiguar que el suministro de agua está, por ahora*, asegurado. El problema principal que enfrenta ahora la organización, es que han tenido que ir bajando la presión del sistema, para evitar más rompimientos de cañerías. A pesar de eso, cada cierto tiempo se rompe alguna.
Esto se debe a que el sistema fue renovado entre el 2011 y 12 por la empresa Salfa, pero solo en el sector centro, y además con un proyecto mal diseñado y peor ejecutado, que llevó incluso a la inundación de la iglesia en septiembre de 2012.
Como la población y el consumo han disminuido drásticamente desde marzo, ahora nos encontramos con el problema de ciertas partes que no aguantan presiones que nunca habían enfrentado.
También se nos aseguró que la calidad del agua está siendo monitoreada según las normas correspondientes así que es segura.
Hay planes a futuro y mejoramientos posibles, además de que empezaría a correr la lista de espera de personas que han solicitado un arranque, 340. Se comenzaría con 50, autorizados por la comisión fiscalizadora de finanzas, y si todo marcha bien, se continuaría con los siguientes. Partiendo desde las solicitudes más antiguas.
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Pero vamos a la confrontación que esta ocurriendo en el nivel de dirigencia. No intentaremos abordar el tortuoso pasado del Comité de Agua Potable Rural de San Pedro de Atacama (Capra). Para aquel que le interesen las vicisitudes del comité, al menos desde el 2011, cuando comenzamos como Chululo, pueden ir AQUÍ >>, donde hemos preparado una cronología básica, no exhaustiva, pero que da una idea de que tipo de proceso se ha ido dando.
Para los propósitos de este artículo, partiremos con los sucesos desde la asamblea del 14 de marzo, donde la directiva presidida por Wenceslao Reyes afrontó una censura. Al menos él y la secretaria, Macarena Suárez. La tesorera, Karen Luza, ya había presentado su renuncia ante los asistentes. La conclusión final fue que esa directiva entregaría sus cargos dentro de un mes, a exigencia de la saliente tesorera, que no quería continuar más que ese tiempo en el cargo.
Se fijó una reunión para el 18 de abril, en que la asamblea decidiría sobre la conducción del comité. Una de las alternativas sería que los tres suplentes (Ester Colque, Nancy Bermúdez y María Viedma, por orden de votación) subieran a ocupar los cargos hasta el final del periodo, en el 2021. Otra que se llamaría a nuevas elecciones a la brevedad. (Más detalles AQUÍ >>)
Noten bien que las dos alternativas estaban bastante claras.
Lo que no se consideró fue el tema de la pandemia, que cayó el 18 de marzo y dejó a San Pedro en el suelo, al menos en lo económico.
Nadie se preocupó demasiado del Capra, excepto por las consecuencias económicas: gente que no podría pagar sus cuentas, deudas que se acumularían, costos que ya no podrían sufragarse y la búsqueda de algún subsidio o apoyo del estado para encarar la situación que venía, la continuación del servicio, etc. Incluso durante ese periodo, el 30 de marzo, se produjeron los primeros casos de Covid-19 en la comuna, los que afectaron directamente al Comité, ya que muchos de sus funcionarios y trabajadores tuvieron que hacer cuarentena. Todo esto bastante desapercibido para la mayoría de la gente.
Entonces a mediados de abril, aparece doña Nancy Bermúdez, proclamándose como presidenta real del Capra, “según lo que se había acordado en la asamblea del 14 de marzo”. Porque se debía llamar si o si a una reunión para el 18 de abril, que era el acuerdo de la asamblea. Para apoyar su pretensión, contrató a un periodista, Gabriel Rives, quien creó en Facebook una fanpage llamada Capra San Pedro de Atacama y una página personal llamada Capra san Perdo de Atacama**. Y comenzó su campaña para llevar a cabo la asamblea que la proclamaría como presidenta.
Comenzaron mal, apropiándose de materiales que no les correspondían, ya que el uso de la imagen de una organización no es prerrogativa de cualquiera. La señora Bermúdez tropezó en eso, porque como socia no tiene derecho a usar la identidad corporativa. Seria como si un socio de la comunidad de Solor creara una página “oficial” de Solor, sin avisarle a nadie. Por lo demás el Comité hacia mucho tiempo que no contaba con sitio Web, ni presencia en redes.
Ese tipo de cosas se prestan a muchos malentendidos e incluso a cosas más turbias. Imagínense si usted creyera que esa página es verdadera y desde ahí le indican donde depositar su pago. No iba por ahí la cosa, menos mal.
Las personas a cargo del Capra, en este caso Karen Luza y la Comisión de Finanzas, la directiva en funciones, tampoco hicieron nada. Tan simple como un bloqueo por Facebook, por ejemplo. Punto para la audacia de Bermúdez.
Más de alguien se preguntó sobre la oportunidad de estar convocando a una reunión cuando estaba ya en desarrollo la pandemia. Y el apuro en llegar a producir un cambio de directiva, cuando estaba claro que era necesario posponer hasta nuevo aviso la reunión.
Aunque no el 18 de abril, la reunión terminó realizándose. Solo que se cambio por una citación para “revalidar la asamblea del 14 de marzo”. En youtube quedará para siempre la reunión del 9 de mayo. En este video nos enteramos además de que Sonia Ramos, prominente defensora del agua, también estaba en el bando de Nancy Bermúdez. Su argumento: “Terminar de una vez por todas las malas prácticas en el Capra, que se actúe con transparencia…” cuestiones todas que según ella habría trasgredido la directiva censurada y ahora Karen Luza y la comisión fiscalizadora, al “apropiarse del Capra”. Ahí se les pidió a los socios asistentes que firmaran un acta, aunque nunca se les dijo que era para apoyar las pretensiones de la señora Nancy.
Anterior a esta reunión, con un costo que debió ser muy alto, Nancy Bermúdez produjo una transcripción del audio de la reunión (como tres horas), que bajó de nuestro sitio web, donde sigue por si alguien quiere oírlo. Salieron 80 páginas que ella intentó pasar como el acta de esa asamblea, llevándola incluso al notario para convertirla en instrumento publico. De ahí, nos imaginamos, la llevó al municipio para conseguir que se le otorgara un certificado como presidenta.
Aquí la cosa se pone un poco más extraña. Porque en la fanpage del Capra de Nancy Bermúdez que administra el periodista Rives, apareció un certificado de vigencia extraído de la página del registro civil. Un documento que parece lapidario para las pretensiones de continuar trabajando de Karen Luza y la Comisión Fiscalizadora.
Pero este documento tiene problemas. Graves.
Si se mira con atención, dice que la información de este certificado, respecto del directorio, corresponde a “la última actualización comunicada con fecha 16-03-2019 y que fuera aportada por el Ministerio de Justicia o las Municipalidades del país, según sea el caso”.
Solo que en la elección de esa fecha, los elegidos fueron Wenceslao Reyes, Karen Luza, Macarena Suarez, Ester Colque, Nancy Bermúdez y María Viedma.
Si se asume que directiva vigente es la que se designa aquí, la fecha de la “elección” debiera ser el 14 de marzo de 2020, cuando se realizó la reunión que censuró al presidente y la secretaria. O más tarde.
Este documento refleja, obviamente, una información enviada por el municipio al Registro Civil. ¿Quien realizó esto?
Solo pudo ser Roxana Cristina Aranda Carú, Secretaria Municipal, ministro de fe del municipio. Si es un error, no sería la primera vez en su larga carrera en el municipio que comete un error de ese tipo, cosa que nunca le ha costado ni una reprimenda, menos un sumario.
El problema principal es que en la misma copiosa acta que transcribió Nancy Bermúdez queda claro que cuando se censuró a los dos directivos, la asamblea determinó que en la siguiente reunión la asamblea decidiría quien y como seguiría la administración del Capra.
¿En que momento y ante que representantes se cambió esa determinación? Puede ser que nos hayamos perdido de algo.
La directiva en funciones, quizás por desidia, ignorancia o inocencia, dejaron que doña Nancy y su facción actuaran sin mayor contrapeso, hasta que la cosa fue escalando, incluyendo un intento de Bermudez de bloquear la cuenta corriente del Capra, impidiendo los pagos de sueldos y a los proveedores y generando incluso posibles actividades ilícitas, como esa certificación desde el municipio. Hasta carabineros se han involucrado, fluctuando entre apoyar a uno u otro bando.
Conversamos con Karen Luza y Nancy Bermúdez.
Karen Luza mantiene la posición de que una vez termine la emergencia y puedan realizarse reuniones, se convocará a una asamblea, pospuesta desde abril, para que ahí se decida sobre las alternativas planteadas. También nos manifestó que espera tener listo a corto plazo la información de los balances faltantes (2017 al 2019) más una cuenta de todos los ilícitos, fallos y problemas que han ido encontrando respecto a pasadas directivas y sobre diversos personajes que tendrán que rendir cuentas no solo económicas sino también ante tribunales. Finalmente nos indicó que las actividades de Nancy Bermúdez y sus partidarios ya han dado lugar a querellas y denuncias que también se desarrollarán en los próximos días.
Nancy Bermúdez nos reiteró sus legítimas pretensiones de manejar el Capra, con un discurso parecido al de Sonia Ramos (“transparencia, fin de las malas practicas”) aunque con un par de diferencias: Ella pretende que su mandato se extienda hasta el final del periodo electivo, es decir hasta el 2022, considerando que su argumento es que toda la directiva fue sancionada con censura, por lo que su asunción como presidenta es automática, según “indica la ley”, sorteando así la decisión de la asamblea del 14 de marzo.
Por otro lado, ella sería partidaria de no perseguir responsabilidades anteriores sino de “mirar hacia el futuro”
Ahora
Al cierre de esta nota, sábado 20 de junio, la situación se mantiene en que Karen Luza y la Comisión Fiscalizadora están a cargo, pagando sueldos y cuentas y haciendo funcionar el proceso mientras Nancy Bermúdez y su directorio esperan y siguen intentando, buscando una forma de tomar ellos el control, apoyados por Sonia Ramos y otra gente, aunque no tan abiertamente como la conocida defensora del agua.
Hoy, que tenemos 76 contagiados y cinco muertos por el Covid-19, la necesidad de mantener un proceso continuo y seguro de nuestra agua es más urgente que nunca. Esperamos que esta historia no interfiera con eso.
Finalmente
Nos van a quedar unos cabos sueltos. Uno de ellos, el principal, es quien está pagando esto. ¿Quién está poniendo el dinero para pagar la abogada que asesora a Nancy Bermúdez, quien ha pagado la transcripción de una grabación de 3 horas de audio que terminó en un documento de 80 paginas, quien esta pagando al periodista que apoya a la señora Bermúdez? Quizás algún día, viendo como sigue la historia, sabremos quien está detrás de esto. Según quien no sea tocado o molestado, según quien reaparezca en futuras elecciones.
Veremos.
También estamos dejando afuera todo el tema de la participación del estado en estos desaguisados. Pero eso da para todo un sabroso reportaje. Solo un botón de muestra. Desde el 2011 se han gastado como 2.000 millones de pesos en Camar para que tengan agua potable. Hoy, Camar no tiene agua potable. Y hay varios casos de Covid-19 allí. Para que hablemos de sanidad como corresponde.
Por ahora, la Dirección de Obras Hidráulicas y el Ministerio de Obras Públicas, quienes finalmente deben supervisar a estas organizaciones, han tomado palco. Quizás ni les interese lo que pase en San Pedro, mientras no tengan que intervenir directamente. Tampoco la seremía de salud ha estado muy presente. Quizás sea mejor, porque si se tomaran en serio los sumarios sanitarios, la planta de tratamiento de aguas servidas debiera estar cerrada desde 2017.
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CODA ¿Cual es finalmente el caldo de cultivo de toda esta situación?
Creemos que todo esto se da en un paisaje de desidia, es decir que a ustedes, la mayoría de los lectores que han podido llegar hasta este párrafo, lo más probable es que todo este tema les importe muy poco y no tienen ninguna intención de ir a votar en una futura elección y en realidad lo que les interesa es que salga agua, abundante y de calidad, a un precio justo. Quien dirija la empresa les da lo mismo, mientras esa necesidad básica se cumpla.
En algún momento, San Pedro se transformó, pasando de 30 arranques de agua con arsénico a 2000 o más arranques con una planta de osmosis inversa que ha atendido, mal o bien, hasta a 20.000 personas en ciertos días. Es mucha diferencia, y en ese proceso se fue perdiendo ese carácter de organización comunitaria y muchos se marearon con las danzas de millones que comenzaron, sin darse cuenta que esta es una empresa en cuyas manos está la salud y hasta la vida de la población.
Más encima en tiempos de pandemia, poner en riesgo el abastecimiento de agua potable, debiera ser una actividad que si no es castigada penalmente, debiera al menos ser confrontada socialmente.
Todo parece indicar que la organización quedó obsoleta. No decimos que no pueda ser una organización comunitaria, pero evidentemente sacar al Capra de estos vaivenes personalistas, interesados y hasta codiciosos requiere no solo un cambio de nombre sino una transformación estructural profunda. ¿Podremos hacerlo? ¿Cual es la alternativa?
De los posibles 1500 socios, solo 220 han realizado el trámite necesario. De esos, menos se dan el trabajo de votar. La ultima elección, de donde salieron todos los personajes que hemos visto pasar en este articulo, contó con 75 votantes. Wenceslao Reyes obtuvo 18 votos. Karen Luza, 16. Nancy Bermúdez, 6. Esas bajísimas votaciones no solo son responsabilidad de los elegidos, sino de todos aquellos que pudieron intervenir y no lo hicieron. Además se prestan a que haya grupos y hasta familias que pueden elegir directivos con muy poca votación.
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* Cuando decimos “por ahora” en realidad no podemos referirnos a más de un mes o algo así. O en cualquier momento. El problema inherente a la producción de agua en San Pedro es que tenemos funcionando un pozo y medio pero nadie sabe realmente cuanta agua tiene esa napa, por ejemplo.
** Es un truco muy viejo cambiar una letra, para desviar la posible represión. Es como publicar una página de coco-cola. Claro, ellos usaron un logo de Capra, incluso.