Los que viven en este poblado, saben que ni la calidad ni la cantidad de agua disponible para consumo humano están garantizadas. El crecimiento incontrolado de San Pedro y la mala gestión está haciendo obsoleta a la organización que administra el vital elemento.
Este sábado 14 (mañana) se realizará una reunión extraordinaria para presentar los resultados de una auditoría solicitada por la asamblea, que cubre los años 2017 y 2018. Fue citada inicialmente como una reunión ordinaria, con una tabla que indicaba la entrega de la auditoría y temas varios, pero la convocatoria fue modificada por el presidente, para que fuera una reunión extraordinaria, lo que significa que solo puede tratarse el tema indicado en la tabla: la auditoría.
La diferencia de convocatoria tiene importancia, desde el momento en que sabemos que hay muchos temas, posibles irregularidades y dudas que la asamblea podría plantearle al directorio y especialmente el presidente actual.
Cuando se eligió presidente a Wenceslao Reyes Chichilla, mucha gente, a pesar de lo exiguo de la participación electoral en la elección, esperaba cambios positivos en el manejo del comité… A casi un año de su mandato, al parecer estas esperanzas no se realizaron y hoy por hoy incluso la situación esta peor que en tiempo de la tristemente recordada Sida Herrera.
Este sábado 14 parecía un buen momento para pedirle al directorio y al presidente explicaciones por estos factores oscuros que complican su gestión y sobre todo, nos hacen temer por el futuro del abastecimiento del vital elemento en nuestra comuna.
Hay problemas surtidos en el comité, como en los mejores tiempos de los directores anteriores. Malos tratos de parte de la administradora hacia las trabajadoras, gente que es contratada y despedida, gente que es contratada y que luego ese contrato es desconocido, malas relaciones con el sindicato y el comité paritario y por supuesto, la inevitable contratación de amigos y gente que tienen conflictos de intereses.
Por ejemplo, el presidente del Capra contrató como administradora a doña Maritza Almeida Flores, después de que la empresa de la cual es socia, realizó la auditoria que se presentará mañana. Y esta nueva administradora, a su vez, con la autorización de Wenceslao Reyes, contrató a don Ramón Muñoz, hasta no hace mucho empleado de la empresa Cercomin SPA, la que debiera ser nombrada en esta auditoría, ya que es la empresa que realizó la limpieza de la planta TAS por el cuestionado valor de 140 o más millones de pesos pagados por doña Sida Herrera y don Jaime Coria en el año 2017. Gasto que no fue nunca justificado, ni integrado en la contabilidad, ya que la señora Herrera nunca presentó un balance de ese año.
Consultado el presidente por la contratación del señor Muñoz, expresó que según su conocimiento, si bien el señor Muñoz había sido empleado de Cercomin, no estaba relacionado con ese turbio negocio. Sin embargo, en una carta enviada por el gerente de Cercomin a Capra, reclamando por no volver a ser contratada, se indica que “si hubo en algún momento alguna irregularidad… el responsable directo siempre fue don Ramón Muñoz…”
Otro tema extraño es la compra, casi al asumir la nueva directiva, de dos camionetas en casi 30 millones de pesos (era mas barato que comprar una a 20 millones, según nos comentó Reyes), las que nunca entraron en el flujo de producción, mantención o servicio a la comunidad de Capra, hasta que el 28 de diciembre una de ellas le fue robada al presidente en Calama, mientras realizaba “trámites del comité”.
La camioneta que no fue robada sigue funcionando casi exclusivamente como transporte del dirigente, mientras que los trabajos habituales de Capra se siguen realizando en las antiguas camionetas con ya varios años de servicio.
También está la falta de fiscalización a situaciones de robo de agua; mal uso de la red de alcantarillado; proliferación de negocios extraños con la venta de agua, que en la planta se vende a 3.500 el metro cúbico y es vendida a particulares a precios bastante mayores, desde gente que tiene una real necesidad hasta los que compran para llenar piscinas; falta de conciencia en general, de los usuarios sobre el buen uso del agua… cosas, para ser justos, que no son sólo de está administración.
Como se ve por estos ejemplos, la situación no ha mejorado demasiado desde el gobierno de anteriores directivas y si alguien tenia la esperanza que Reyes fuera una alternativa para los deplorables manejos de los anteriores dirigentes, la desilusión debe ser grande, ya que no solo no hay un avance sino parece que estamos peor.
Pero lo grave, a pesar de estos incidentes internos, posibles corrupciones y relaciones internas sospechosas es que al día de hoy NO tenemos la certeza de la calidad del agua que consumimos y no sabemos que tan garantizada tenemos la continuidad del suministro, ya que dependemos de un solo pozo y no hay, según entendemos, ninguno plan real en marcha para aumentar el abastecimiento o el caudal, sin contar que no se a avanzado en nada en satisfacer la necesidad de una nueva planta de Tratamiento de Aguas Servidas, no se ha hacho nada por fiscalizar el mal uso del agua, y aunque hay 360 peticiones atrasadas de arranque, el alcalde Catur intento sumar 360 arranques más para la futura población Vilama, que pretende inaugurar pronto, con motivaciones electorales, a pesar de que sabe que NO HAY FACTIBILIDAD de agua para esa gente.
Así que la historia continúa como antes, nuevas corrupciones, nuevas torpezas. El presidente, consultado por estos temas, se mantuvo en la tesis de la resistencia que provoca en algunos “viejos sampedrinos” que alguien como él, “de un ayllu y agricultor” esté a cargo del Capra y además plantea que las cosas están mejorando, a pesar del calamitoso estado en que el encontró al Comité, después de 22 años de gobierno de la Srta. Sandra Berna.
Por un lado hay que estar de acuerdo con él en que ninguno de los dirigentes anteriores, al menos hasta donde nosotros conocemos (desde el 2011), estuvo a la altura de las necesidades de la comuna. También hay que reconocer que hasta hoy, el tema del agua ha sido en toda la comuna un negociado más o menos obsceno en que la Dirección de Obras Hidráulicas (DOH) ha gastado gigantescas cantidades de dinero en soluciones que nunca resultaron.
Recordemos dos ejemplos.
Todo el dinero gastado en Socaire el 2011 por una planta de osmosis inversa cuyo funcionamiento duró dos días. Y hasta el día de hoy Socaire no tiene agua potable.
O en Camar, cuando se inauguró la planta de tratamiento, con un brindis de la alcaldesa y el intendente de entonces con agua que había sido traída en bidones. Esa planta nunca funcionó. Y hasta el día de hoy Camar no tiene agua potable.
Históricamente, el cuadro no es muy alentador.
Sin embargo, uno debe medir a los dirigentes, entre otras cosas, por sus propias promesas y sus propios compromisos, y desde ese punto de vista, creemos que Wenceslao Reyes está al debe. Lo demás debe quedar en manos de la asamblea, que tendrá que pedir las explicaciones correspondientes sobre estos y otros temas a quien corresponda, al margen de que se pretenda que esta reunión sea solo para tratar el tema de la auditoría que se va a presentar.
Nuestros lectores han podido conocer mucho del proceso del comité a través de diversas publicaciones.
En estas dos, damos cuenta del dificultoso proceso en que la antigua directiva de Sida Herrera trató de todas las formas posibles de impedir justamente que se realizara una nueva elección. Sabemos que en momentos de crisis, estos personajes tratan de aprovechar el río revuelto. Recuerden:
Para más información y otras historias de terror, puedes revisar el sitio >>>
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