Había una vez… Un sueño, de crear el Museo de Antropología e Historia Atacameña. Un lugar donde nosotros contáramos nuestra historia.
No se pudo, por diversas y tristes razones. O debemos decir: no se ha podido aun. Si, eso es mejor.
Comos sea, entre los materiales recolectados para ir armando nuestra visión de la historia, encontramos muchos artículos periodísticos sobre sucesos en nuestro pueblo. Poco material, pero interesante y que arrojaba una luz sobre muchos acontecimientos de nuestro presente.
De ahí, surgió la idea de ir recolectando los sucesos del hoy, del día a día, para que futuras generaciones tuvieran también mas información para construir lo que sea que estarán haciendo entonces.
Ese fue el inicio.
Naturalmente, este Chululo ha ido mutando, ha ido cambiando y no solo es un registro imparcial (algo imposible de conseguir), sino también un comentario y un punto de vista.
Por lo demás, si vemos un artículo sobre un suceso en San Pedro, publicado en el Mercurio de Calama en 1985, también allí hay un punto de vista, una posición y una intención. Igual que nosotros.
¿Y porque Chululo? El autor quería bautizarla con el nombre más clásico de “La Gaceta de San Pedro”, o algo por ese ampuloso estilo. Pero el sabio consejo de su esposa le indicó que debía buscar otro nombre. El autor, quizás exasperado, le dijo en broma algo como
- Que, ¿debería ponerle “Chululo”, acaso?
Ella exclamó:
- Si, ese, ese es el nombre.
Mucho después, el autor se enteró que allá por los años 50, su tío abuelo y padrino, Enrique Ramos Sutar, había creado una revista también llamada “Chululo”, iniciativa surgida en el “Club de los Chululos”, una organización de vecinos que trabajaban por el bienestar y desarrollo de San Pedro. ¿Sincronía? ¿La influencia de nuestros ancestros? ¿Un recuerdo apozado en la memoria del autor? ¿La esposa del autor es una bruja? ¿Todas las anteriores?