Nuestro amigo Ckaackar no es realmente tartamudo. Quizás algo pesado, antiguo, criado en la cultura del puzzle difícil, de palabras rebuscadas, pero leales. Cuando se le pide que no sea tan complicado, responde que hoy con Internet, Google y todo eso, es cada vez más fácil resolver cualquier crucigrama. O hacerlos, le decimos nosotros.
Aunque quizás debiera haberse llamado Ckora’lacksi