En el desierto más árido del mundo “San Pedro de Atacama” de Chile, más de 100 personas líderes campesinos, investigadores y promotores de desarrollo, provenientes de Bolivia, Chile, Ecuador, Perú, Colombia, México y Nigeria, nos reunimos con el propósito de intercambiar experiencias sobre el estilo de vida de las comunidades originarias de los andes así como sobre la siembra y cosecha del agua.
El evento fue organizado por el Pueblo Lickanantay, conjuntamente con REDAR PERU, CONDESAN contando con el apoyo del Ilustre Municipio de San Pedro de Atacama y la Red Andina, así como del auspicio de PROCASUR, la Fundación OBERLE PERU, la Fundación de Cultura y Turismo de San Pedro de Atacama, la Municipalidad de San Andrés de Tupicocha y la Municipalidad de Carhuamayo.
Este encuentro duró 4 días (12 al 15 de octubre del presente año) su organización se basó en los principios de solidaridad y reciprocidad, como es característico de nuestros eventos. Esto significa que el país anfitrión recibe a los visitantes en un gran compartir. En esta ocasión cada familia de los ayllus de Lickanantay, alojaron en sus casas a los participantes provenientes de diversos países, los alimentos fueron proporcionados por diversos ayllus y organizaciones locales y el local del evento el “Centro de Eventos Coyo Antai” por la Municipalidad de San Pedro de Atacama.
El Encuentro se inició con una ofrenda al agua como fuente de vida y ser vivo oficiada por Sonia Ramos. En el acto, las aguas provenientes del Río sagrado de los Incas del Cusco y de diversos Ríos de Bolivia así como del rio San Pedro y Vilama de San Pedro de Atacama-Chile, se juntaron para purificar el ambiente y emitir a través de su energía la unión de nuestros pueblos
El eje de la discusión fue el Sumaq Kawsay, estilo de vida de nuestras comunidades originarias que consiste en la convivencia armónica entre las personas, animales, tierra, agua, fuego y plantas, basado en principios de respeto y reciprocidad, buscando el bien común. En el equilibro y la armonía del ayllu y su entorno es en donde se expresa la espiritualidad y la relación sagrada con la madre tierra. Los participantes al evento, estuvimos de acuerdo que el Sumaq Kawsay cobra relevancia en el contexto actual, en que las políticas globales generan serios problemas a nuestro planeta y apuntan a desarticular la vida comunitaria atentando contra la identidad, el patrimonio cultural y la soberanía de nuestros pueblos, así mismo, consideramos que los intercambios de nuestras vivencias permiten constituirnos en un referente de defensa y práctica del Sumaq Kawsay con capacidad de propuesta y acción de vida social alternativa que busca el “bien común” frente al modelo neoliberal, economicista y mercantilista que promueve el individualismo y la destrucción de la vida.
El segundo tema tratado en el encuentro fue la siembra y cosecha del agua en el que se ha sacado a relucir tanto la sabiduría milenaria de nuestra cultura andina basada en el conocimiento ancestral para el manejo del agua, las innovaciones tecnológicas, etc. Así como los efectos que el cambio climático, las actividades extractivas y las normas legales generan en el acceso al agua de nuestras comunidades alto andinas, que son las que crían el agua.
Algunas de las principales conclusiones fueron las siguientes:
• Los conocimientos, prácticas y tecnologías ancestrales, a pesar del colonialismo y capitalismo occidental, perviven por la resistencia de los pobladores, y son el cimiento que se complementa con conocimientos y tecnologías modernas, asimilando así lo mejor de la tradición y los nuevos conocimientos, para afirmar y desarrollar el buen vivir en las comunidades andinas.
• Los valores comunitarios de complementariedad, reciprocidad, solidaridad, justicia, respeto a la persona y a la madre tierra, ejercicio de autoridad como servicio etc., se mantienen y se practican a nivel local, que permiten el buen vivir de la comunidad, aunque la sociedad mayor y los gobiernos no los reconocen.
• La mercantilización del agua a partir de la lógica usuario-pagador, propicia la desterritorialización y pérdida de identidad en tanto quiebra una lógica de reciprocidad y complementariedad.
• El reconocimiento legal de los usos y costumbres de las comunidades en el manejo y gestión del agua, es meramente enunciativo toda vez que al solicitarse las licencias de uso, estas deben cumplir requerimientos formales ajenos a la ancestralidad.
• Los hombres y mujeres de los andes mantienen una rica biodiversidad expresada en raíces, tubérculos, frutales, cereales, animales, etc. Sin embargo el uso indiscriminado de agroquímicos y el cambio climático global, que azota con más fuerza los sistemas frágiles de las montañas en donde habitan los andinos está generando pérdida de especies, de cosechas, aparición de enfermedades desconocidas en plantas, animales y personas.
• El extractivismo, lejos de impulsar el desarrollo de los pueblos, deja grandes pasivos medioambientales al erosionar los suelos, contaminar los mantos acuíferos de ríos, lagos, bofedales, manantiales y contaminar cabeceras de cuenca, haciendo inservible el uso del agua natural en el consumo humano, lo que constituye una dramática afectación, no sólo al buen vivir, sino a la vida misma, toda vez que el agua es vida. Esta aseveración se constata en los casos presentados en el Encuentro de la contaminación del lago Chinchaycocha en Junín en Perú, la extracción del litio que destruye los salares en Atacama, Chile, los proyectos turísticos en Cusco Perú y la construcción del teleférico en la comunidad de Armero en Ecuador.
• En las intervenciones se hizo un llamamiento a asumir la defensa del agua como defensa de la vida misma.
• Que la Red Andina sirva para difundir los conocimientos ancestrales, la difícil situación que se expresa en denuncia, resistencia y acciones de lucha de los pueblos que la conformamos y mancomunar esfuerzos para hacer frente al modelo extrativista y neoliberal.
• En lo organizativo se concluyó que el fortalecimiento del trabajo local, por la solución de problemas concretos, es garantía del desarrollo de la Red Andina.
Sonia Salas Domínguez
Presidenta REDAR PERU