Ckattar’pi: Pilapa’ckapinbalstur entpackia launatur

Envie este Recorte Versión de impresión de esta Opinión Publicado el 07 de octubre de 2016 Visto 555 veces

En la antigüedad, los griegos acuñaron el concepto de hubris (o hybris). El extremo orgullo que te lleva a la perdición.

Aquel a quien los dioses quieren destruir, primero lo vuelven loco” reza un dicho atribuido a Eurípides, el dramaturgo griego.

¿Y porque nos pusimos tan clásicos?

Bueno, algo de hubris hay en la actitud de algunas directivas, o de algunos individuos dentro de las organizaciones llamadas comunidades indígenas de San Pedro.

En el mundo griego esa hubris era castigada siempre por los dioses. Siempre.

Para ellos, la hubris tenia que ver con ignorancia, desinterés en conocer la propia historia, una arrogancia que cubre una evidente falta de autoestima, combinada con exceso de confianza y total falta de autocrítica. Todo eso te enviaba de cabeza a un fin trágico.

Me imagino que al nombrar todas esas características, más de algún nombre pasó por vuestras mentes.

De paso, hay una palabra ckunza que podríamos usar para designar esta actitud: Ckapckitur (retar, hacerse el poderoso)

Pero al grano:¿En serio? ¿Cobrar por entrar a Catarpe? (Si, a eso se refiere el título)

Se ignoran las leyes que rigen el país, por supuesto. Aunque me imagino que habrán conversado con el Ministerio de Bienes Nacionales antes de salir con esta broma. Aunque mi imaginación no llega hasta ver al ministro diciéndoles que pueden hacerlo, después de haber obligando a la comunidad de Solor a llegar a un triste acuerdo por ignorar el derecho de paso de cursos de agua, etc.

Y en el caso de Solor ni siquiera era tan evidente.

Sin contar que es un camino público y para cerrarlo, primero deben desafectarlo. Cosa posible, claro. Pero después deben correr con los gastos de mantención del camino. Y la desafectación del camino no lo han hecho ni la organización llamada comunidad de Solor en el caso de Cejar, ni la asociación del Valle de la Luna en el caso del camino a Calama que usan hasta ahora como camino privado. Quizás seria bueno revisar esas situaciones también…

Desde el comienzo de la ley indígena, los atacameños, recién estrenados como etnia aprobada por el estado, comenzaron a reivindicar territorios. Como tres millones de hectáreas. Resultado hasta la fecha: cero.

Mientras ellos piden, el estado sistemáticamente ha entregado concesiones de uso de esos suelos a empresas mineras, a emprendimientos científicos, a exploraciones y explotaciones geotérmicas y a simples individuos (como las nueve hectáreas de terrenos fiscales que le entregaron a la srta. Sandra Berna en Solor, entre otros casos flagrantes)

Las comunidades indígenas han recibido algunas concesiones de uso y se les han pasado concesiones temporales de puntos turísticos para que administren (siempre supervisados por el estado) y quizás algún terreno para levantar su sede. Pero no mucho más. Si Ayquina tiene terrenos como comunidad fue porque hace mucho tiempo un comunero inteligente (que los hay) inscribió esos territorios en el Conservador de Bienes Raíces de Calama.

De ahí puede venir esa falta de autoestima. Porque hasta ahora han perdido todas las peleas en que se han metido.

Y como parece que no revisan la historia, les viene ese exceso de confianza que siempre termina mal.

Por otro lado, la presidenta de la organización llamada comunidad indígena de Catarpe, no tiene el mejor prontuario currículo para meterse en esto. Ella es más bien conocida por terminar los conflictos con alguna negociación que la favorece a ella y deja a todos los demás pagando. ¡No olviden el Explora, señores!

Así que no seria tan raro que este conflicto ridículo termine con ella negociando con el Estado y todos los demás indígenas llevándose la vergüenza.

Finalmente, la autocrítica: ¿Qué sitio turístico está mejor ahora, debido a la administración indígena? ¿Acaso el ayllu, si es que podemos hablar de ayllu, de Catarpe es un sitio de visitación turístico?

Eso tiene la misma lógica que si cierran Solor para cobrar la entrada a Cejar.

Aunque si a los de Catarpe les resulta, podrían intentarlo.

Pero si quieren proteger (y cobrar) los sitios turísticos ¿no debieran cerrar el paso y cobrar en la mal llamada Garganta del Diablo? ¿O en el Tambo Inca?

Y el río, ¿no debe protegerlo la Asociación de Regantes? Que por lo demás debe velar porque NO SE CIERRE EL PASO AL RÍO.

Finalmente, a todos aquellos que reivindican este acto como una acción de empoderamiento indígena, solo puedo decirles:

Pitchau, lickau: tchema ircku ackanu ckepichalatur. Anu hai’may’tier ckunza ckausama, herabuntur ckota’itcha taipu.

Si no entendieron, busquen algún diccionario de kunza.

Así que espero equivocarme, realmente, pero veo un fin oscuro en esto. La hubris de esta organización o de este personaje, que va llevar a que intervengan los dioses. En este caso los pequeños dioses estatales.

PS. Estamos en plenas campañas de concejales y ningún candidato ha opinado sobre esto, hasta donde sé. Seria interesante preguntarles. Solo por el gusto de verlos retorcerse un poquito.

El Mestizo
Hijo de atacameño y sureña, fue nacido pero no criado en este pueblo, cosa que para el es más bien un mérito, aunque no de esos méritos que hacen ganar amigos. Ama este pueblo y ese amor a veces es doloroso, porque no siempre es correspondido.

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