En la ciencia de la física, el tercer principio de la Dinámica enunciado por Newton dice...“siempre que un cuerpo ejerce una fuerza (acción) sobre otro, éste reacciona con una fuerza igual y opuesta, aplicada sobre el primero”.Emulando este principio al tema ambiental, deseo llevarlos a pensar en que escenario nos podríamos encontrar, es decir, esquematizar un contexto ambiental positivo o negativo. Es decir, si esta acción y reacción es positiva, estamos bien e incluso merece un reconocimiento. Pero en un contexto negativo, esto es, cuando se impacta negativamente, la realidad nos dice que éste viene precedido por una reacción. Reaccionamos para revertir el daño… y a veces ni se reacciona.
Estimados, “se habla mucho” pero no se ve un avance de acciones positivas ante tanto daño ambiental. En lo personal, uno se desgasta y ve como se apaga nuestros aportes, nuestros mensajes sobre esta cultura que queremos para una mejor calidad de vida para nuestros semejantes. Estamos de paso en este mundo maravilloso y merecemos un hábitat limpio y saludable. No es bueno ser pesimista, pero si realista. Quienes amamos nuestro entorno y observamos con asombro la realidad ambiental, no vemos una acción positiva, una línea aterrizada, sin resistencia, sin burocracias, sin peros.
Falta algo. Para revertir algunos horrores ambientales, se debe trabajar mucho, argumentar, demostrar, imputar que ciertos impactos dañan al ser humano, al medio ambiente. Reaccionamos por Decreto, no porque nos sensibilizamos ante nuestra realidad ambiental. Sino se trabaja bajo una fuerte acción, simplemente se pierde la batalla.
Recientemente hice un viaje por carretera desde San Pedro de Atacama hasta Antofagasta, pero esta vez poniendo un ojo clínico ambiental. ¡Qué desaliento!, que horror ante tanto daño ambiental en nuestro majestuoso desierto. Para quienes viajan periódicamente no les causará extrañeza, y es obvio, porque esta realidad ya forma parte de su paisaje. En todo el tramo desde San Pedro, Calama y Antofagasta, mucha basura; las cercanías de las localidades mencionadas, es una arquitectura de pura basura, una vergüenza.
Reflexión
Algo nos falta. Una sola persona, una sola institución, no basta para corregir y/o alinear los impactos ambiéntales negativos. Se pueden escribir, muchas páginas de esta realidad, pero hasta cuando? Algunos perdemos fuerza en esta lucha incesante contra este mal. Mientas otros que dañan al medio ambiente, duermen tranquilos, ni saben lo que hacen, no saben ni que es medio ambiente, no reaccionan porque “no están ni ahí” como dice el vulgarismo. No debemos ser reactivos, debemos ser preactivos para no perder la guerra.