Las comunidades indígenas de SPA y la transparencia...

Envie este Recorte Versión de impresión de esta Opinión Publicado el 12 de septiembre de 2011 Visto 432 veces
A diferencia de las entidades gubernamentales y el municipio, que están sujetas a difíciles, pero posibles denuncias y fiscalizaciones, en el área de las dirigencias de las Comunidades Indígenas tenemos algunos vacíos bastante notables.

En este caso, para ejemplificar esto, sólo voy a hablar de las dirigencias de la localidad de San Pedro, que son las que conocemos y amamos.

Por ejemplo, nadie fiscaliza el manejo y el destino de los recursos que llegan a las comunidades vía turismo.
Sólo en el caso de la Comunidad Indígena de Solor, por ejemplo, el año 2010 hubo excedentes por 100 millones de pesos, sólo contando los ingresos y egresos de su administración de la laguna Cejar. ¿Qué se hace con ese dinero? Mejor ni pregunte...

Otro ítem que no es considerado es el tema de los conflictos de intereses que tiene algunos dirigentes. Estos conflictos, al mas puro estilo del nuevo gobierno, no son necesariamente ilegales, pero si dan bastante que pensar.
Un ejemplo: Mirta Solís, Ayleen Romero y Alejandra Condori son presidentas, respectivamente de las comunidades de Catarpe, Solor y Quitor. Al mismo tiempo son funcionarias municipales. Y en este momento participan o debieran participar en el proceso por la licitación del nuevo museo, tratando con la consultora y el municipio, quien es el administrador del contrato. Pero en las polémicas que han surgido respecto a ese tema, ¿Cuál va a ser su posición? ¿Qué, si hay que criticar la posición de la municipalidad en este proceso? ¿Y si surge algún otro tema con el municipio?
Lo repetimos. No es una ilegalidad, pero por supuesto que suena muy raro.

Otro problema con las dirigencias es el poco recambio que ha habido en los años que lleva el proceso de legalización de la etnia atacameña.
Parecen ser eternos nuestros dirigentes...
Lo que no sería criticable, si ellos hubieran mostrado una alta eficiencia en su rol.

Cosa que es muy discutible, considerando que tenemos algunos dirigentes que debieran haber sido separados de sus cargos, no por alguna corrupción o por haber sido atrapados en alguna apropiación indebida, sino por su reiterada incompetencia. Algunos de ellos, siempre que negocian, terminan perdiendo...

Finalmente, y creo que lo peor, es el hecho de que, al margen de la poca o mucha legitimidad que tengan  estas Comunidades, el comunero, el indígena común y corriente como yo y tantos otros, no hemos visto ningún beneficio tangible desde las Comunidades Indígenas para nuestra vida cotidiana.

Claro, ha habido progreso, bienvenido sea y estamos mejor que hace veinte años, y que hace cuarenta años y que hace 60 años, etc.
Pero nada o casi nada de ese progreso ha sido obra de las dirigencias de las Comunidades Indígenas, las que incluso en algunos casos ponen muchas trabas para que gente indígena que vive en el ayllu se integre a la institución.

Y podemos sumar elecciones con quorums ridículos, la falta de información hacia las bases, que no se enteran de  temas relevantes (bueno, a veces ni los dirigentes se enteran), los conflictos entre comunidades por intereses económicos, etc.

¿Qué se puede hacer?
Nada por ahora.

Parece que no hay leyes que se puedan aplicar en estos casos y la CONADI, que podría ser el ente fiscalizador, se mueve por intereses muy distantes a los del indígena común.

Pero al menos hay que recordar que nos queda el derecho a pataleo y también, aunque sea más utópico, a la organización independiente.

El Mestizo
Hijo de atacameño y sureña, fue nacido pero no criado en este pueblo, cosa que para el es más bien un mérito, aunque no de esos méritos que hacen ganar amigos. Ama este pueblo y ese amor a veces es doloroso, porque no siempre es correspondido.

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