Os lo dije por estas mismas páginas –y no es que yo quiera parecer un general después de la masacre, pero el comunismo ateo y perverso no prospera –a Dios gracia- en estas súbditas tierras.
Así ha quedado de manifiesto en los resultados de vuestra consulta para rechazar ese borrador indecente y perpetuar, de paso, la monumental obra del Gobierno Militar que encabezara Augusto José Ramón Pinochet Ugarte, prez y orgullo de los chilenos de bien.
Solo mentes enfermizas y poco desarrolladas pueden albergar anhelos de comunismos en la salud, educación y en otras pelotudeces como todas unas diatribas pertinentes a un pretendido territorio.
Por cierto, palabras como “aborto” son un insulto a la cristiandad y, obviamente, no deben comparecer en un tan excelso texto como es una Carta Magna digna que se precie de tal.
Estoy flipando con los resultados de esa consulta ciudadana pues, básicamente, no cambia nada y mis humildes inversiones y maniobras no se verán mayormente afectadas.
Salud por eso, precisamente en estas fechas cuando vosotros conmemoráis como buenos vasallos vuestra incondicional lealtad a Su Majestad Fernando VII, que Dios guarde en la Gloria.
Ya os imagino disfrazados de huasos o sea, de andaluces.
Podemos y debemos dar gracias a Dios porque nada ha cambiado y el comunismo no infectará a las generaciones futuras. Que todos esos pajaritos en la cabeza de algunos terroristas –la minoría- se diluyan en el aire como la nada categórica que son. Quimeras de pesadillas.
Seguid así, os lo ruego, subordinados a la Voluntad de Dios Todopoderoso y sed temerosos ante Él, y dejad que las leyes del mercado libre hagan el resto.
Esa reconfortante imagen de vuestro país me reporta el resultado.
Verdaderamente me siento muy extrañado de no tener noticias de masivas celebraciones del triunfo de la opción Rechazo.
Finalmente, en un rapto de tolerancia extrema me permito dirigirme a los perdedores en estos términos: comunistas del mundo uníos, pero lejos de Chile. Y que sea en buena hora.