Pasó hace un siglo... Todavía continú...

Esta es una historia que empieza en un soleado domingo en la mañana, algunos de sus personajes son príncipes,  majestuosas cortes reales, vistosos uniformes; le siguen fanáticos nacionalistas, espías, potencias temibles, alianzas y termina con 10 millones de muertos.

El pasado 28 de junio se cumplieron 100 años del asesinato del heredero al trono del Imperio Austro-Húngaro, el desafortunado Archiduque Francisco Fernando.  Esa muerte fue el estallido final que desembocó en la Primera Guerra Mundial.

El asesinato fue un acontecimiento sumamente extraño.  Una combinación entre la mala suerte, descuidos inoportunos y decisiones poco acertadas.  

Desde temprano la comitiva fue objeto de un atentado.  Hasta ese momento la buena suerte le sonreía al heredero de los Habsburgo.  Un torpe intento de homicidio en su contra había fracasado, su agresor fue linchado por la multitud y arrestado.  A pesar de lo ocurrido, los planes oficiales hasta el momento no sufrieron modificaciones.  La comitiva fue a una recepción especial en el Ayuntamiento de Sarajevo.  
Fue entonces en que la pareja real decidió visitar a la veintena de heridos que había dejado el intento de homicidio en la mañana.  No se tomaron medidas de seguridad, excepto acortar la ruta desde el Ayuntamiento hasta el Hospital Militar.  El único detalle es que no se le avisó al conductor sobre los cambios de planes.

Cuando se le comunicó al conductor el cambio de ruta, ya era tarde.  La comitiva estaba en plena marcha.  Intentaron devolverse, pero en ese momento el vehículo que llevaba a Francisco Fernando y a su esposa simplemente se detuvo.  Por casualidad en el área estaba un joven de 19 años, GavriloPrincip, nacionalista serbio-bosnio, pertenecía a una organización clandestina, cuyo ideal era ver una Serbia unida y sin el dominio de ninguna potencia extranjera.  Estaba enterado del fracaso del primer atentado.  Tomó su pistola, y sin apuntar o mirar hizo un par de tiros que fueron certeros.  Casi al instante mató a la condesa Sofía y a su esposo, aquel que iba a ser el futuro Emperador.  En el juicio por asesinato, Princip dijo que no quería matar a la pareja, sino al Gobernador de la Provincia Imperial de Bosnia Herzegovina.

La muerte de Francisco Fernando de Habsburgo inicio una serie de reclamos entre Austria-Hungría contra Serbia.  El sistema de alianzas hizo su marcha irreversible hacia la guerra.  Rápidamente, el Káiser Alemán le declaraba la guerra a su primo el Zar de Rusia, Francia respeta su alianza con Rusia, y otro primo del Káiser –El Rey de Gran Bretaña- le declara la Guerra a Alemania. En vez que todo terminara en un juicio y condena de los culpables, los Imperios dominantes -junto al gran capital- vieron cada uno su oportunidad de triunfo y saqueo que desembocó en un inesperado Apocalipsis.

En su momento, a esa espantosidad que se desató entre 1914 y 1918 la llamaron la “Gran Guerra”, “La Madre de todas las Guerras”, pensando que nunca vendría otra igual.  Pero parece que a las Grandes Potencias no le vasto esa masacre y sólo fue la Primera de las Guerras Mundiales.  Después le siguió la Segunda Guerra Mundial, Charles De Gaulle, dijo que sólo era la continuación de la Primera.  Después vino la Guerra Fría, que para los países del “Tercer Mundo” fue bastante caliente, casi todos en alguna medida sufrieron golpes de Estado, guerras internas, invasiones o algún conflicto igual o peor de brutales que la Primera Guerra Mundial, ahora estamos en la Era de la Guerra contra el Terror.

Las potencias de la época sólo necesitaban una excusa para seguir apoderándose del mundo.  El asesinato de un archiduque sólo fue una excusa para soltar a los ejércitos, algo parecido hacen cuando ponen de pretextos que determinado gobierno tiene armas de destrucción masiva, o que un dictador creados por ellos mismos es una amenaza para la humanidad o peor aún, cuando son una plaga aquellas personas que creen y prefieren en mundo distinto a lo que han creado los jerarcas. Eso es suficiente para desatar toda su furia.

Tal vez la historia no termina con 10 millones de muertos, sigue con la avaricia de superpotencias y ha seguido con cientos de millones de muertos más.