Todos los dictadores, en algún momento de sus carreras, han justificado su permanencia con el tema de que la “gente me pide”, o “escuchamos el clamor popular”, etc. etc.
Es mentira, por supuesto.
Los dictadores se sostienen por la violencia y cuando se les acaba la fiesta es porque la “gente que lo pide” llega a un punto en que ya no pueden seguir soportando.
Todos nos aferramos a nuestros poderes, pequeños o grandes. Quizás sea la naturaleza humana. Para evitar eso deben existir fuerzas que contrarrestan.
Y no solo los dictadores evidentes se aferran a sus poderes, también aquellos que han sido “elegidos democráticamente”.
Son elegidos ya que entre varios competidores, ellos han reunido más votos que los otros. Pero en algún momento aparece la creencia de que han sido “elegidos”. Es que ya se consideran especiales, únicos, necesarios. Irreemplazables.
Aquí tenemos el caso de una persona que lleva 22 años en su puesto, una persona que ha sido “elegida” 6 veces.
Eso debiera preocuparnos.
No esperamos que una persona gobierne un país por 22 años seguidos. Eso es una dictadura. Nadie tomaría en serio a un presidente que fuera reelegido 6 veces, mucho menos si va a ser reelegido por séptima vez. Excepto sus fanáticos (y su ejercito) nadie lo consideraría “normal”. Mucho menos “correcto”.
¿Es normal tratándose de una comuna? ¿O es que nos hacemos los tontos?
¿O de alguna forma nos conviene?
No creo que ninguna persona honrada, se pueda eternizar tanto en un cargo. Si fuera honrada, debiera asumir que no es bueno estar tanto tiempo encajada en un lugar. Ella y sus, a estas alturas, compinches.
En ese tiempo, la corrupción es INEVITABLE.
Ni siquiera me refiero a que estén robando o saqueando.
También es corrupción cuando ya sabemos que hacemos las cosas de mal y aun así continuamos, sin autocrítica y sin juicio.
Es corrupción cuando después de 22 años sigo cometiendo los mismos “errores” con los proyectos, por ejemplo.
Es corrupción si vamos a un futuro negro, lo sabemos y aun así lo hacemos, ya que cuando ese futuro nos alcance, yo no voy a estar aquí.
Es corrupción.
Ella lo sabe, yo lo sé. Usted que lee, lo sabe.
Pero elegimos.
Elegimos hacernos los lesos y elegimos, por alguna conveniencia, por algún terrenito, por alguna pequeña codicia, por algun miedo, a la misma persona por séptima vez.