“Cambian los payasos, pero el circo sigue.” Esa fue la expresión de uno de los asistentes, a la salida de la reunión que se sostuvo el martes 3, en el salón parroquial, entre el Gobierno Regional (GORE), el municipio, dirigentes, líderes, vecinos varios y algunos paseantes distraídos. Reunidos para escuchar los lugares comunes de siempre, la retórica alambicada y vacía de siempre.
Reunión bautizada con mucha creatividad como “Mesa Regional del Agua y Servicios Sanitarios Rurales del Gobierno Regional”
¿Algo concreto?: una próxima reunión. Una próxima visita del GORE para “conocer mejor las problemáticas y poder, ir generando confianza, para ser capaces de anunciar obras realizadas y no meramente ilusiones o sueños. Por eso, se continuará trabajando en una dinámica de mayor participación de ciudadana para que todas las comunidades cuenten con agua potable que tenga su resolución sanitaria…”
Recordemos que la comunidades de Atacama La Grande NUNCA han tenido agua potable, a pesar de las millonarias inversiones realizadas, de todos los dineros desperdiciados, como le recordó una dirigente de Socaire a Sandra Berna (Si, estaba presente en su calidad de Consejera Regional) cuando esta pretendió presumir de las inversiones realizadas en esa localidad, entre otras.
La excepción podría ser San Pedro mismo, si no fuera porque llevamos años sin resolución sanitaria. Para que vamos a hablar del CAPRA.
Ahora, asumiendo la pintoresca expresión del mencionado asistente, comprensiblemente exasperado por tanto discurso inconducente, deberíamos agregar que si bien hay nuevos payasos, muchos de los trapecistas continúan desde hace décadas, además de algún tragasables, un domador de bestias y sobre todo, varios malabaristas consumados. Todos estos en la subespecie llamada “profesionales del Gore”.
Vimos caras conocidas: Eric Núñez, Drago Zlatar, El caballero de la CONADI que nunca recordamos como se llama, etc.
Muchos de estos cambiaron sus chaquetas rojas por unas camperas naranjas. Quizás ese va a ser el único cambio real en el corto o mediano plazo.
La presencia de estos y muchos otros profesionales dificulta creer que se necesitan más estudios, tiempos para ponerse al día en las “dinámicas”, para entender los “procesos” y sobre todo las “problemáticas”.
Lo que se ve, y se expresó así en otra reunión parecida a esta, con la gente del turismo, y que sorprendentemente entregó incluso menos propuestas concretas, es una “ausencia del Estado” en este territorio.
Es que, aunque no se dice, la función de estas reuniones es sobre todo “descomprimir”, dar oportunidades para que la gente se queje y se codee con las “autoridades” y queden con la sensación de que se ha avanzado algo.
Existe, por supuesto una versión oficial de la reunión, para el que quiera leerla: