No da lo mismo quien es el alcalde. Pero no basta con eso.

Para un cambio real no basta con un nuevo alcalde. Si no somos capaces de enfrentar el futuro, participando de manera activa y comprometida, no habrá cambios reales y permanentes

Envie esta Editorial Version de impresion de esta Editorial Publicado el 26 de Octubre de 2024 Visto 508 veces

Para empezar, un fragmento del capítulo 13 del libro * “Infierno grande. Crónica oficiosa de Atacama”:

En el año 2016, para sorpresa de algunos, incluyéndonos, la ilusoriamente eterna Sandra Berna perdió la elección frente a Aliro Catur.

Con el paso del tiempo, pudimos darnos cuenta que más que un respaldo a una gran y novedosa propuesta, el resultado de la elección fue un voto de rechazo a la gestión de Berna, que incluía diversas perlas, como la destrucción del museo arqueológico; la crisis del agua potable (si, el 2016), crisis en la educación, la prepotencia del trato desde las direcciones y muchos funcionarios atornillados; en fin, demasiadas cosas para enumerarlas ahora.

Catur no era un gran candidato, su propuesta era paupérrima, no tenía un equipo de trabajo preparado, y el personalmente, no era un gigante intelectual ni una fuente de carisma. Pero ganó holgadamente. Porque la gente estaba aburrida de Berna y su sistema, administrado en ese momento eficientemente por Patricia Lanas.

Un sistema que se había ido armado durante 22 años. La teoría política y el sentido común nos indican que un régimen tan prolongado genera un gran nivel de putrefacción. Lo comprobamos en la realidad. Cada uno puede hacer su propio listado de personajes prepotentes y apestosos que provienen de ese sistema. Que como ya vimos, podemos remontar a la época de la dictadura.

Lo que pasó en un nivel general, se vio también aquí: una reacción ante un sistema injusto. Un anticipo del “estallido” de 2018. Lo de “estallido” lo ponemos en comillas porque sabemos que fue apodado así para denigrar la experiencia.

Luego vino el desinfle de esa crisis,  propiciado, entre otros, por los mismos que están ahora en el poder, con el cuento de la nueva constitución. Todo esto filtrado a través de una pandemia.

Así, lo mismo que hubo antes, sigue ahora. Solo que peor. Lo que estaba descompuesto, siguió descomponiéndose. El olorcito nos dejó mareados, atontados, asustados y desamparados.

Tal como en esta parcelita que hoy llamamos comuna de San Pedro de Atacama (…)*

Aquí también se tuvo la esperanza de algún cambio, pero rápido vino la decepción, y luego un profundo rechazo a la gestión de Catur.

Luego de eso, se produjo la regresión, para encontrarnos hoy en el mismo sistema que existía en 2016. Sigue la prepotencia de algunos funcionarios, la crisis del agua potable, sumada a una crisis de energía eléctrica, y la destrucción del museo arqueológico… y mucho más.

En el 2021, Catur fue arrasado por el sistema de Berna-Lanas, que volvió en gloria y majestad con Justo Zuleta. Aunque el triunfo del actual alcalde no fue tan categórico.
Con Zuleta, retornaron casi todos los principales personajes del sistema Berna-Lanas. Al menos los que no habían perdurado, atornillados en el municipio, poniéndole palos en las ruedas a Catur. Con un par de excepciones que se ubicaron en el gobierno regional, desde donde siguen moviendo sus palillos continuando su labor de extraer recursos de esta vaquita lechera (para ellos) que es San Pedro.

Este paisaje no puede eludirse, quien quiera que sea elegido como alcalde.

Si sale elegido Denis Condori, se va a enfrentar a una maquinaria no solo política, sino de intereses espurios, que le van a hacer muy difícil el trabajo. La corrupción va a continuar desplegando sus tentáculos, como ya lo vivió Catur, que salió tan mal del municipio por su ridícula ingenuidad, al no enfrentarse inteligentemente con todos los personajes enquistados en el municipio.

Para que decir si continúa Zuleta. Ya hemos visto en el último tiempo como muchos de los personajes de su sistema se han regodeado en su “superioridad” y como se ha revelado su ineptitud. Habrá más prepotencia y más corrupción, seguro.

Así que si viene Condori o continúa Zuleta, o si alguno de los otros candidatos nos sorprende, vienen tiempos muy interesantes.

No da lo mismo quien sea el alcalde o los concejales de esta comuna. Pero para un cambio real no basta con un nuevo alcalde. Si no somos capaces de enfrentar el futuro, participando de manera activa y comprometida, no habrá cambios reales y permanentes.

La historia no la transforma una sola persona.

Se que escribo esto para poca gente: Los que tenemos la esperanza y la creencia de que este territorio, habitado desde hace miles de años, continuará siendo un oasis y hogar de futuras generaciones, cuando la riqueza fácil del turismo, la minería insustentable y el estado corrupto nos hayan dejado…

Que sea en buena hora…

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* Ya se publicará, no se me impacienten. El título es provisorio.

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