Ministra de Cultura: "La mayor discriminación en Chile la han vivido los pueblos originarios"

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 30 de junio de 2014 Visto 289 veces
Fuente:
La Tercera

Es hora de saldar una deuda histórica. También, dice Claudia Barattini, es hora de aprovechar la oportunidad para ampliar la cosmovisión del país. La ministra de Cultura habla del proceso de consulta a los pueblos indígenas de Chile que han echado a andar para perfeccionar el proyecto de ley que transforma al Consejo Nacional de Cultura y las Artes en un Ministerio de Cultura y Patrimonio. Serán, al menos, seis meses de trabajo y para ella “no hay ninguna duda” que valdrán la pena. No importa que recién a fin de año empiece a tramitarse la ley. 

En realidad, no es una idea de la administración de Barattini. La consulta pretende cumplir con el Convenio 169 de la OIT, firmado por Chile en 2009,  que garantiza, entre otras cosas, integración cultural de los pueblos indígenas y la obligación de tener su opinión para leyes que los afectan directamente. Si se cumple ahora es por una decisión política: fue la Presidenta Michelle Bachelet quien anunció el martes pasado la creación de   un Ministerio de Asuntos Indígenas y un Consejo de Pueblos Indígenas, precisamente a partir de esta consulta.

“Este es un gobierno marcado por la intención de producir cambios importantes en el país, estructurales y gravemente pendientes. Y qué duda cabe que uno de los grandes temas pendientes del país es buscar una nueva relación entre el Estado de Chile y los pueblos originarios”, dice Barattini a La Tercera. “Es totalmente pertinente para nuestra área consultar a los pueblos originarios cuando se está concibiendo una nueva institucionalidad cultural. Es necesario concebir a Chile como un país con una multiculturalidad, un país con un patrimonio cultural que es producto del aporte de pueblos diversos”, agrega la ministra. 

Tras una primera consulta ciudadana, esta es la segunda vez que la administración de Barattini pide opiniones para afinar el proyecto del Ministerio de Cultura que originalmente presentó al Congreso  en mayo de 2013 el ex ministro Luciano Cruz-Coke. En los próximos meses, el Consejo de Cultura levantará ideas de representantes de los pueblos aymaras, quechua, atacameño, kolla, diaguita, rapa nui, mapuche, yagán y kaweskar. También considerarán a comunidades afroadescendientes en Arica y Parinacota. El trabajo implica incumplir con una de las promesas de campaña de Bachelet para sus primeros 100 días. 

“Estoy confiada que alrededor de fin de año presentaremos todas las indicaciones sustitutivas para crear el Ministerio de Cultura y Patrimonio”, dice la ministra, que adelanta que los mayores cambios con el proyecto impulsado por Cruz-Coke están en las áreas de participación y patrimonio. 

¿Vale la pena retrasar la tramitación de la ley que crea el ministerio por esta consulta?

Yo no tengo ninguna duda. Es un costo, pero el retraso se convierte en una tremenda oportunidad. Responsablemente, como ministra de esta cartera que requiere una nueva institucionalidad, queremos hacer esta consulta en un plazo razonable. Pero un plazo que nos permita efectivamente generar un proceso participativo real. No se trata de hacer un compromiso para la foto. Este proceso de consulta debe ser de verdad y eso significa estar dispuestos a modificar contenidos de lo que se proponen. Esta es una tremenda cuestión, porque en el fondo también lo que se juega aquí es la posibilidad de generar lazos de confianza con los pueblos indígenas, los que, qué duda cabe, están por decir lo menos maltrechos. 

¿Qué información se está buscando recabar?

Vamos a someter a consulta buena parte de los contenidos del proyecto del ministerio. Es especialmente importante lo que nos digan en términos de patrimonio. Desde el concepto mismo hasta cómo se administra. Mucho de lo que entendemos como el patrimonio cultural es propiedad intelectual de los pueblos originarios. Y en el fondo, lo que se busca es contar con una institucionalidad cultural del país legitimada por un proceso participativo. 

Actualmente no hay representantes de los pueblos originarios en el Consejo Nacional de Cultura, ¿el nuevo ministerio los incluiría en la institucionalidad?

No, no lo hay. Nosotros al llegar instituimos una Unidad de Pueblos Originarios, que dirige un intelectual mapuche muy destacado, José Ancan. La idea es que en esta nueva estructura de ministerio exista una instancia en que estén representados los pueblos originarios en la nueva institucionalidad. Es bastante insólito que un Consejo de la Cultura no haya sido concebido con su participación. Porque hay experiencias aisladas de apoyo a lo largo del país, pero que no contaminan una idea general de desarrollo cultural.

¿Podrían abrirse, por ejemplo, líneas de apoyo y fondos concursables específicos para artistas de origen indígena?

Vamos a abrir un programa dedicado al arte indígena actual, porque no todo es artesanía, patrimonio o cultores de la tradición. Y nuestro plan es abrir un fondo concursable de creación artística el 2015 en esa línea. Actualmente hay apoyos para el desarrollo de distintas formas de las culturas originarias, pero se trata de ir más allá: ser capaces de reconocer como sociedad chilena el aporte a la diversidad actual de aquellos artistas. Hay una riqueza hoy. 

A su juicio, ministra, ¿de qué se ha perdido la institucionalidad cultural chilena al no contemplar la visión indígena?

Harto. Nos hemos perdido el aporte del otro. Eso ha perjudicado nuestra convivencia, nuestro respeto por el otro. Somos una sociedad discriminatoria, desigual. Qué duda cabe que la mayor discriminación en Chile la han vivido los pueblos originarios. Han sido económicamente vulnerados, espoliados culturalmente. Nos hemos perdido riqueza cultural, emocional, el aporte de otras cosmovisiones.



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La Tercera

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