A 23 años de la promulgación de la Ley Indígena y a sólo meses de la inauguración del nuevo Hospital de Calama, debemos detenernos y analizar el grado de integración entre el concepto biomédico de la medicina tradicional alopática y la medicina ancestral, con su propia concepción de la enfermedad, de su interacción con el medio ambiente, el entorno socio comunitario y el mundo sobrenatural, determinando que la enfermedad para el atacameño, se debe a un desequilibrio entre el humano, su entorno natural y al espacio mágico -religioso.
Han transcurrido más de dos décadas y si bien existen modelos exitosos de integración, en comunidades del sur con hospitales interculturales en la Araucanía y exitosos modelos de integración de parto ancestral en Tarapacá, en nuestra región han sido algo tímidos e intermitentes los pulsos integradores, por lo que tenemos un largo camino por recorrer, desde la caracterización, el estudio y comprensión de la cosmovisión Atacameña, de entender sus prioridades, de potenciar el rescate de sus tradiciones y la visualización de éstas.
El pueblo atacameño o Likan-antai habitan en los oasis, valles y quebradas de la provincia el Loa, provenientes de pueblos cazadores y recolectores que se adaptaron a esta zona, alcanzando su apogeo en el siglo XV, su lengua principal, hoy extinta es el Kunza, la que fue desplazada por el castellano desde comienzos del siglo XX. La medicina tradicional atacameña mezcla conocimientos de la espiritualidad indígena y católica, formando una sabiduría sincrética. Su cosmovisión releva la profunda integración con la naturaleza, la tierra, la montaña, el agua y los antepasados. Según el censo 2012 pertenecen a esta etnia 21.632 personas, con fuerte presencia en la ciudad de Calama.
En relación al proyecto del nuevo Hospital de Calama, debemos promover la integración, partiendo por la señalética traducida al Kunza, en el paisajismo de los espacios perimetrales e internos del establecimiento, en el fortalecimiento de los facilitadores interculturales, en agendas con horarios diferenciados para facilitar el desplazamiento desde los pueblos del alto Loa, de la integración del parto ancestral como opción a las embarazadas atacameñas que se atiendan en nuestro hospital, a los espacios de práctica de medicina ancestral y la complementariedad con la medicina occidental.
Dr. Patricio Toro Erbetta,
Director del Hospital "Carlos Cisternas"