"Lo que observamos fue revelador. La diversidad del zooplancton es enorme, a pesar de las extremas condiciones ambientales que presenta la zona", explica la doctora Adriana Aránguiz, quien destacó los resultados obtenidos por un equipo científico internacional que recolectó muestras planctónicas en lagunas altiplánicas de la Región de Antofagasta.
Junto a expertos de Chile, Italia y Argentina, la investigadora del Departamento de Química de la Universidad Católica del Norte (UCN) recorrió los sectores de las lagunas Inca Coya, ubicada en el poblado de Chiu Chiu; y Miscanti, en la cercanía de la localidad de Socaire, donde quedaron sorprendidos por la gran variedad de microorganismos detectados en la zona.
"En ambas lagunas obtuvimos muestras zooplanctónicas desde el agua y del sedimento, además de ciertos parámetros químicos del agua. Si bien ya habíamos realizado varias campañas de terreno en Inca-Coya, Miscanti era un misterio para nosotros, porque nunca habíamos logrado obtener muestras de dicho sector", aclaró la académica, quien se mostró sorprendida por la variedad de vida existente en esta última laguna.
Añade que lo observado es relevante, ya que si bien se han realizado investigaciones de alta calidad en torno a la diversidad microbiana en el desierto de Atacama, existe muy poca información acerca de lo que sucede con las comunidades planctónicas.
"Estas campañas son sin duda los primeros pasos en la valorización de dicho grupo en las lagunas altiplánicas", enfatizó.
La diversidad y las características de los microorganismos observados, así como las duras y extremas condiciones ambientales de altura y temperatura que pueden resistir, hacen pensar a los investigadores en procesos selectivos ocurridos en la comunidad del zooplancton y en respuestas adaptativas por parte de esas especies.
Equipo internacional
La campaña en terreno fue realizada por un equipo que incluyó investigadores de Chile, Italia y Argentina. De nuestro país resaltó la labor de académicos del Laboratorio de Ecología Acuática del Departamento de Química de la UCN, así como de estudiantes de esa unidad. A ellos se sumó el aporte de investigadores de otras casas de estudios de la región, de la doctora Noelia Ferrando, del Instituto de Limnología "Dr. Raúl A. Ringuelet" de La Plata, Argentina; así como del doctor Diego Fontaneto, investigador del Istituto per lo Studio degli Ecosistemi (ISE) de Italia.
Fue precisamente el científico europeo quien se mostró más sorprendido por la variedad de lo descubierto.
"El potencial de investigación en la zona es muy alto. Primero, está en la descripción básica de esta diversidad desconocida, dado que la mayoría de las especies son nuevas para la ciencia, por lo tanto, existe una necesidad urgente de describirlas oficialmente y dar a conocer al resto del mundo la gran diversidad biológica existente en el altiplano para los invertebrados microscópicos", enfatiza.
El investigador italiano puso de relieve que desde la perspectiva evolutiva es interesante trazar las trayectorias de especiación de los animales que viven allí. Contestar interrogantes como de dónde vienen, si están relacionados con animales que viven en otros desiertos en el mundo, o si son descendientes de especies antiguas que ya vivían en la zona antes de que se convirtiera ese lugar en un desierto.
También resalta el potencial que tiene el poder entender cómo estos seres pueden sobrevivir, ya que los que viven en el suelo y los musgos secos se desecan cada mañana cuando el sol elimina las pequeñas cantidades de agua alrededor de las partículas del suelo, y vuelven a vivir por la noche cuando la humedad relativa y la temperatura permiten la presencia de agua intersticial.
"La comprensión de cómo estos animales hacen frente a las condiciones cambiantes del desierto puede tener fuertes implicancias para nuestra comprensión de los mecanismos relacionados con la protección de las células contra la desecación y, por lo tanto, sería de utilidad para áreas como la medicina, farmacia y la industria alimentaria", puntualizó Fontaneto.