Desde París se conectó ayer Máximo Pacheco, presidente del directorio de Codelco, a la cita solicitada por el Consejo de Pueblos Atacameños (CPA), presidido por Wladimir Reyes, para manifestarle su desazón por conocer “por la prensa” el acuerdo al que arribaron el pasado miércoles la estatal y SQM para revovar hasta 2060 el contrato de explotación de litio en el Salar de Atacama.
Ya el sábado se había reunido la instancia indígena -que aglutina a 18 comunidades de la zona del salar- con SQM, representada por su presidente Gonzalo Guerrero Yamamoto y la directora Gina Ocqueteau, además de ejecutivos de la minera no metálica.
El CPA consideró que se contravino el espíritu de la mesa de negociación tripartita con las empresas conformada el pasado 14 de diciembre. “Siempre se nos indicó que no existía acuerdo verbal ni escrito entre las partes, y hoy (miércoles 27 de diciembre, día en que se informó del acuerdo Codelco-SQM) nos enteramos de que el Salar será objeto de extracción de las aguas hasta el año 2060”, señaló el CPA.
El presidente de esta organización afirmó que por ello convocaron al directorio de SQM, a Codelco y al timonel de Corfo.
Inicialmente, la idea era reunirse el fin de semana con todos estos involucrados, pero a esa cita de fin de semana largo solo asistieron los representantes de SQM, en una reunión que se realizó el pasado sábado 30 de diciembre y que se extendió por cuatro horas. En esa oportunidad, los representantes de las comunidades hicieron ver su molestia por la forma en que se negoció y se dio a conocer el Memorándum de Endentimiento (MOU en sus siglas en inglés). En términos concretos, las agrupaciones plantearon el efecto ambiental de la extracción en los volúmenes pactados previamente en dicho documento, que alcanza a 300.000 toneladas de litio equivalente (LCE).
Según fuentes conocedoras de la cita, no se llegó a un acuerdo, aunque precisaron que tampoco esa era la idea en ese primer contacto.
Ánimos beligerantes
Por su parte, ayer concurrieron de forma presencial al Salar de Atacama los directores de Codelco Josefina Montenegro, Alejandra Wood, Nelson Cáceres y Pedro Pablo Errázuriz, a los que se sumó vía telemática Máximo Pacheco, quien había ido en diciembre con Ricardo Ramos, CEO de SQM, a idéntica instancia.
Pero ayer los ánimos eran más beligerantes, concordaron asistentes. La cita se realizó a mediodía y se extendió por dos horas, señalaron conocedores del proceso. Aunque también estaba invitado el vicepresidente ejecutivo de Corfo, José Miguel Benavente, éste aún no recibe formalmente la convocatoria.
“El Consejo de Pueblos Atacameños manifestó sus inquietudes”, informó un asistente. “Más bien, expresó sus críticas a cómo se enteraron del acuerdo Codelco-SQM”, apostilló otro conocedor de la cita.
Según asesores de las comunidades que habitan en las inmediaciones del Salar de Atacama, el mayor temor de éstas es “quedar bajo la mesa” en la negociación entre la estatal y la minera no metálica. Ello significarían -agregaron estos profesionales- “pactar una cantidad de dinero muy baja o una desigual repartición de los recursos”. Y es que, hicieron ver estos involucrados, las comunidades son muy heterogéneas y tienen una relación diferenciada con la operación de extracción de litio de la cuenca salobre. “Incluso productiva y económicamente tienen perfiles distintos”, explicaron.