San Pedro de Atacama dio comienzo a un nuevo ciclo

La comunidad sampedrina dio la bienvenida a la llegada de un nuevo ciclo de la naturaleza, pues dentro de la cosmovisión atacameña, cada 1 de agosto es el inicio de un nuevo sol, se abre la tierra y comienza el periodo de siembra.
 
En efecto, agosto para el pueblo Lickan Antai  es el mes de la Tierra,  de la Patta Hoiri, pues es ella quien nos da todo en la vida, por eso se la venera y se la respeta.
 
Para el mundo atacameño la Madre Tierra es sagrada, y es en este tiempo en donde se agradece y se dan las  peticiones por los frutos que se sembraran y que se cosecharan posteriormente. 
 
De Madrugada, en horario del alba se reúnen en forma simbólica hace 7 años en el sector apacheta de San Pedro de Atacama, en donde los lugareños llevan sus tinkas (ofrendas en alcohol), hojas de coca, harina de maíz, la tradicional comida como la Patasca y sopaipillas, se forma un ambiente de compartir y  se realiza la ceremonia de Pago a la Tierra que es dirigida por el Yatire.
 
Cuando nace el sol por la cordillera los sampedrinos agradecen y comienzan el rito ceremonial con las ofrendas antes mencionadas. Todos dan sus agradecimientos a la Madre Tierra por los frutos y la vida que les dan y dan sus buenos deseos para este nuevo ciclo.
 
La ceremonia fue dirigida por el Yatire Santiago Tito, quien dijo “esto es nuestra costumbre para servir a la tierra y para que nos vaya bien durante todo el año, porque la tierra nos da y la tierra nos recoge, por eso cuando sale el sol hay que realizar el Pago, nosotros tenemos un Dios y que es de todo el mundo”.
 
En este sentido, la alcaldesa de la comuna, Sandra Berna mencionó que desde el sector apacheta se pudo apreciar con una vista panorámica de cómo el pueblo de San Pedro de Atacama fue rodeado por fogones y de humo, pues esto es una señal de que los lugareños realizan esta ceremonia de Pago a la Tierra. “Agosto es el mes de la tierra, nosotros lo celebramos y se observó que la gente hizo sus fogatas desde sus casas, los felicito por estar siempre apegados a sus costumbre y tradiciones” .
 
Posterior al rito de Pago a la Tierra, los comuneros compartieron tradicionales bailes y música señal de alegría de este ciclo, así como también compartieron comida típica como la Patasca se forma un entorno amigable pues cuando se hacen estas ceremonias se comparten con la Madre Tierra.