Arqueólogos e indígenas critican duramente la posibilidad de que el Dakar vuelva a Chile con Piñera

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 26 de diciembre de 2017 Visto 290 veces
El yacimiento arqueológico de Chug-Chug, Región de Antofagasta, tras el Dakar 2014. Foto: Colegio de Arqueólogos.
Chile, país "fantástico" para ASO

El rally es criticado no sólo por la basura que deja, la destrucción de lugares patrimoniales que implica -más de 300, según los arqueólogos, durante su realización entre 2009 y 2015- sino por los 38 millones de dólares gastados por el gobierno, cuyos únicos beneficiados son ASO y los competidores. El senador Guido Girardi anunció que realizará una demanda penal por los daños que deje en caso de realizarse nuevamente en el país.

Varias asociaciones de arqueólogos, ONG y comunidades indígenas del norte de Chile criticaron duramente la posibilidad de que el Rally Dakar vuelva a Chile en 2019, aunque sus organizadores anunciaron una nueva forma de trabajar la carrera a nivel ambiental y cultural.

"Sería nefasto para las comunidades indígenas por la destrucción al patrimonio arqueológico que ha sido vulnerado otras veces por estas carreras de vehículos", advirtió Wilfredo Bacian, presidente de la Red de Comunidades Indígenas del Capac Ñam de la Región de Tarapacá.

Por su parte, Simón Urbina, vicepresidente de la Sociedad Chilena de Arqueología, expresó que "nos preocupa que nuevos sitios arqueológicos puedan ser vistos afectados, destruidos", además de advertir que la ruta se traza "sin los estudios correspondientes, y luego se ven los efectos".

"Ningún país desarrollado lo aceptaría en su territorio, ya que como bien lo muestra la historia de este rally, sólo ha sido viable en países con estados debilitados y que puedan ser fácilmente manejado por los intereses particulares de empresas privadas extranjeras, como es el caso de la empresa francesa ASO a cargo de este rally", señala por su parte Gonzalo Pimentel, presidente de la Fundación Desierto de Atacama, que califica el evento derechamente de "colonialista" en referencia a su edición africana. 

Según Pimentel, informes de daños elaborados por el Consejo de Monumentos Nacionales (CMN) determinaron que, sólo entre 2009 a 2015 se constató la destrucción de un total de 318 sitios arqueológicos. Todos ellos quedaron impunes: aunque en 2014 tantos organizaciones de arqueólogos como indígenas interpusieron recursos de protección ante la Corte Suprema, la máxima instancia judicial rechazó ambas iniciativas.

Aún así, el senador Guido Girardi anunció que interpondrá una acción penal contra los responsables del evento "por los daños que generen".

"Creo que el Dakar es algo totalmente incompatible con Chile. Sería una vergüenza que para favorecer una actividad como ésa se ponga en cuestión el patrimonio. Además el hecho de que se llame 'Dakar', un nombre exógeno y foráneo, un evento en el desierto de Atacama, es un atentado a la dignidad de Chile. Quienes se preocupan tanto de la soberanía y son tan nacionalistas, deberían saber que la soberanía tiene que ver con el cuidar el país y su patrimonio", dijo.

El rechazo no es sólo local. Ya en 2016, una carta pública titulada "Arqueólogos y paleontólogos unidos contra el Dakar" fue firmado por organizaciones de científicos de Chile, Argentina y Bolivia.

Organizadores de la empresa francesa ASO se reunieron con asesores de Sebastián Piñera y Alejandro Guillier antes de las elecciones para hablar del tema, y deportistas como Ignacio Casale han expresado su esperanza de que con el nuevo gobierno la carrera se realice nuevamente en nuestro país, según informaron medios locales.

El Dakar es criticado no sólo por la basura que deja, la destrucción de lugares patrimoniales que implica, sino por los 38 millones de dólares gastado por el gobierno, cuyos únicos beneficiados son ASO y los competidores, según acusa el Colegio de Arqueólogos.

Los detractores -especialmente las comunidades indígenas- critican que no sólo nunca han sido consultadas por ASO a la hora de planificar la ruta de la carrera -que cambia cada año, para aumentar la dificultad- sino que además nadie se hizo responsable por los daños causados en sitios prehispánicos, como rutas y geoglifos.

El rechazo, sin embargo, no es total. Algunas comunidades se mostraron dispuestas al evento, pero sólo bajo el convenio 169 de la OIT, que fija una consulta indígena.

Etienne Lavigne, director de ASO, señaló en el lanzamiento de la prueba que comienza en Perú en enero que "Chile es parte de la historia del Dakar, creo que es un país fantástico para la práctica de esta disciplina y este tipo de eventos", según citó el diario El Mercurio la semana pasada.

"En Perú hemos desarrollado una nueva forma de trabajar con respecto al tema medioambiental y cultural. Deseo mencionar esos puntos porque sé que son aspectos sensibles en Chile, pero tenemos una experiencia fuerte sobre la organización del recorrido y el estudio de los niveles de impacto. En conclusión, nos gustaría mucho ofrecer a Chile una nueva participación como sede en el Dakar 2019", señaló el francés.

El piloto chileno Ignacio Casale, ganador del Dakar en 2014 en cuadriciclos, también se manifestó ilusionado con que con el cambio de gobierno pueda darse la opción de que el Dakar regrese a suelo nacional en 2019, informó la semana pasada el portal deportivo AS.

"Sé que hubo un acercamiento de ASO (organizadora del Dakar) con el futuro gobierno de Sebastián Piñera. Sería espectacular que regresara al Dakar. Llevamos muchos años sin él en Chile y deportivamente eso nos ayudaría. Ojalá podamos tener el Dakar en Atacama en 2019, que vuelva el fervor por la carrera y el número de pilotos chilenos. Fue un error sacarla de Chile", indicó.

Arqueólogos "en alerta"

Para el vicepresidente de la Sociedad Chilena de Arqueología, "una noticia de ese tipo debiera ser confirmada por las personas responsables del evento". "Un trascendido de este tipo prende las alertas en la comunidad arqueológica nacional", agregó.

"Tenemos constancia de que dos centenares de sitios han sido afectados por el rally. Se han hecho algunos estudios de evaluación que responsabilizan a los organizadores, a los deportistas y los espectadores que asisten de la afectación de los sitios arqueológicos sin que se haya dado respuestas. Debiera haber una cautela mayor, no sólo por el patrimonio sino por las relaciones con las comunidades locales, que no sabemos si están de acuerdo con esta actividad por la delimitación no correcta de la ruta", expresó.

Urbina también criticó la falta de fiscalización y de una política nacional arqueológica que prevenga los daños. "Todo lo que se puede hacer es reacción a un daño posterior irreversible", dijo.

Un Dakar "dañino"

El Colegio de Arqueólogos advirtió sobre los impactos de la carrera en una columna titulada "¿Por qué es dañino que vuelva el Dakar a Chile?", publicada por El Desconcierto.

"Esta medida está lejos de ser un aporte real al desarrollo deportivo en Chile" y "además conlleva una serie de consecuencias colaterales que vale la pena considerar", acusó el Colegio.

Entre otros, citó que el Estado chileno ha desembolsado 38,5 millones de dólares para la ejecución de la competencia, "dinero que no ha tenido repercusiones positivas en la imagen de Chile ni en el desarrollo concreto del deporte nacional, sino que únicamente de los competidores y de la ASO".

Asimismo, recordó que durante su realización "se reportó la destrucción directa y sistemática de al menos 250 sitios arqueológicos, dentro de los cuales se encuentra geoglifos, talleres líticos, huellas troperas, restos de salitreras, entre otros".

Hay que recordar que el motociclista italiano Matteo Casuccio fue detenido brevemente por provocar daños arqueológicos durante una de las etapas del Rally Dakar 2015, ocasión en la que restó importancia al hecho al decir que el Norte Grande no es "el Coliseo romano".

"Cómo se enfadan por cuatro piedras", expresó en la ocasión.

Crítica indígena

La presidenta del Consejo de Pueblos Atacameños y presidenta de la comunidad de Solor, Ana Ramos, comenta que por la experiencia previa, "esta actividad ha traído consecuencias nefastas" en todo el norte de Chile.

Ramos lamenta que en pasado los realizadores de la carrera hayan "arrasado con sitios arqueológicos de una cultura milenaria. No estamos de acuerdo si significa un desmedro en el tema cultural, porque ellos destrozan nuestro patrimonio. Ni siquiera se basan en un valor básico como es el respeto".

"Nuestra negativa no es porque no se desarrolle la actividad. A lo mejor es susceptible de poder desarrollarse, pero todo dentro de los márgenes del convenio 169" de la OIT, añadió.

"Toda actividad que se quiera realizar en el territorio debe ser con previo consentimiento de cada una de las comunidades, aún cuando sea de paso". En el pasado "nos enteramos por la prensa" del trazado.

"Hay cero comunicación con las comunidades indígenas respecto del trazado", lamentó Bacian.

Este medio intentó obtener alguna opinión de la campaña de Piñera, pero no obtuvo respuesta. Tampoco quiso opinar el senador Baldo Prokurica, de la Región de Atacama, que históricamente ha apoyado la competencia.

El CMN, en tanto, indicó que "no ha recibido nuevos antecedentes relacionados al caso. Dado lo planteado no habrá pronunciamiento por el momento".



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