La lucha por el agua entre comunidades y productoras de litio: El boom de los autos eléctricos impacta al Salar de Atacama

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 21 de febrero de 2020 Visto 296 veces
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La Segunda

La controvertida extracción del llamado "oro blanco" obligó a automotrices globales a venir a Chile para conocer ese proceso, porque no quieren impacto ambiental. 

“Si los productores no son capaces de asegurarse de que la producción de litio sea sostenible, tendrán problemas en sus mercados”. Andrés Pesce Gerente de Sustentabilidad FCH 

“La relación entre ambas es aún desconocida y se está investigando si el bombeo de salmuera afecta al agua dulce”. Loreto Valdivia Hidrogeóloga del CPA 

En enero de este año, ejecutivos de las gigantes automotrices alemanas Volkswagen y Daimler visitaron el Salar de Atacama para verificar las condiciones en que se está extrayendo el litio en Chile, según consignó un artículo de la agencia Reuters, que abrió otra vez una ventana que se intenta cerrar cuando se habla de la explotación del llamado "oro blanco" del siglo XXI: El impacto ambiental que genera sobre la situación hidrológica del Salar de Atacama y sus cuencas vecinas. 

El boom de la electromovilidad que se calcula podría cuadruplicar la producción de baterías de litio en el mediano plazo ha llevado a que los propios consumidores de los autos eléctricos exijan a los fabricantes que la reducción en las emisiones de carbono de sus vehículos no sea a costa de los ecosistemas de otros países. "No puedes salvar Suiza y secar el Desierto de Atacama. Si los productores no son capaces de asegurarse de que la producción de litio sea sostenible, tendrán problemas en sus mercados", explica el gerente de Sustentabilidad y Nuevos Negocios de la Fundación Chile (FCH), Andrés Pesce. De hecho, las automotrices, cuando vinieron a Chile, se reunieron con la FCH para trabajar en conjunto los estudios para lograr un litio más sustentable. "Eso mejora procesos a mayor velocidad que cualquier regulación", agrega. 

Los estudios pendientes "El salar está enfermo, pero no sabemos cuán enfermo está". Así describe el abogado del Consejo de Pueblos Atacameños (CPA), Juan Carlos Cayo, la situación del Salar de Atacama y de la cuenca de San Pedro, que en los últimos años han visto afectados sus recursos hídricos. En 2016, la Dirección General de Aguas (DGA) declaró agotado el afluente del río San Pedro y frenó la entrega de derechos de agua. En 2018 se declaró al área como "zona de prohibición para nuevas explotaciones de aguas subterráneas". 

De hecho, las compañías mineras de cobre con operaciones cercanas Escondida, de BHP Billiton, y Zaldívar, de Antofagasta Minerals decidieron destinar sus derechos de agua dulce principalmente al consumo humano y usar agua de mar desalinizada para los procesos productivos. 

Pero aunque ha habido avances de algunos actores, desde el CPA alegan que el Gobierno comprometió en octubre de 2018 un estudio hídrico de la cuenca que cuesta $5.000 millones con recursos que provendrían del Consejo Regional (Core). "Hasta el momento no ha pasado nada", dice Cayo. 

Por lo mismo, el propio CPA realiza algunas mediciones para ir detectando el estado hidrológico del salar, "pero de manera preliminar y llevamos recién un año", explica la hidrogeóloga de la organización, Loreto Valdivia. "Tenemos un informe de la Corfo de 2016 que establece un grave desbalance hídrico en la cuenca del Salar de Atacama. No hemos podido determinar el estado de salud del salar, porque se requiere mucha información y mucha plata. Por ahora, el efecto más evidente es el descenso de los niveles del núcleo y de la zona radial del salar y, a lo largo del tiempo, hemos visto una baja en los 
caudales, además de contar con los testimonios de la gente mayor de la comunidad, que ha visto efectos de larga data, con disminución de flamencos y vegas donde llevaban a pastar a sus animales, que se secan", agrega la experta. Valdivia, de todas maneras, cree que los motivos por los cuales se ha visto afectado el salar son multifactoriales. Por un lado, está la explotación minera, pero también el turismo y el cambio climático. 

Desde Corfo de hecho destacan que "el turismo es uno de los principales consumidores de agua en la zona, y es importante establecer medidas que permitan una evolución consciente de la escasez del recurso para cuidar una actividad fundamental para el desarrollo de la región". 

"Salmuera, no agua" 

Las compañías que extraen el litio del salar -SQM y Albemarle- descartan de plano que sus procesos estén teniendo impactos en la situación hidrológica de la 
cuenca, a pesar de que en noviembre de 2016 la Superintendencia de Medioambiente (SMA) inició un procedimiento sancionatorio en contra de SQM por seis infracciones, una de las cuales era extraer más salmuera del salar de lo permitido. La empresa presentó un programa de cumplimiento que fue aprobado por la SMA pero reclamado por las comunidades ante el Tribunal Ambiental de Antofagasta, el cual anuló la aprobación. La SMA recurrió a la Corte Suprema y la causa aún está pendiente. 

Sobre el cuidado con el medioambiente, SQM afirma que tiene una "robusta red de monitoreo y seguimiento hidrológico" y que ha desarrollado un sistema de alerta temprana que regula las extracciones de salmuera para evitar impactos sobre el medio ambiente. Agrega que el nivel de las lagunas se ha mantenido "sin alteración" y que "la extracción de salmuera del Salar de Atacama no afecta directamente los recursos de agua dulce de la zona". 

Una versión similar plantea Albemarle, que explica que su proceso "utiliza salmuera, que no ha tenido y no tiene un uso alternativo ni para consumo humano ni para agricultura. Se trata de agua 10 veces más salada que el agua de mar. Por lo anterior, su uso no requiere contar con derechos de agua. Discutir la disponibilidad del recurso hídrico en relación con el uso de salmuera equivale a discutir la disponibilidad de agua en el país incorporando el agua de mar disponible en las costas". 

La experta del CPA tiene dudas respecto de que la extracción de litio sea inocua: "Como es una cuenca cerrada, todo llega al salar, que es el ecocentro del agua. Ahí hay una relación del agua dulce y la salmuera. La relación entre ambas es aún desconocida y se está investigando si el bombeo de salmuera afecta al agua dulce. De todas maneras, existe una hidrodinámica que genera conos de descenso que pueden afectar al agua dulce, porque está todo conectado. Las mineras dicen que no afecta y que los efectos sólo son en el núcleo. Pero han disminuido los niveles de las lagunas", asegura. 

Startup que extrae litio de forma sustentable: "Las automotrices no quieren ser asociadas al daño ambiental" 

David Snydacker, director y fundador de Lilac Solutions, una startup que desarrolló una forma sustentable de extraer litio a través de un sistema de perlas de intercambio de iones, sin la necesidad de evaporar salmuera, está feliz. Ayer, Lilac anunció que un fondo del fundador de Microsoft Bill Gates le aportó US$ 20 millones, lo que le permitirá desplegar su tecnología en diferentes países, entre ellos Chile. 

¿Su tecnología es escalable para operar en un gran salar? 

 Nuestra tecnología consiste en un sistema construido por módulos, así que si queremos escalarla, simplemente construimos más módulos. No se necesita construir estanques, sino que simplemente ponemos un módulo compacto, que es mil veces más pequeño que una planta de evaporación de salmuera. Eso, además, deja una huella ambiental muy pequeña. 

 ¿Tiene contemplado traer su tecnología a Chile? 

 Estamos muy entusiasmados de hacer un desarrollo particularmente en Chile. Estuve allá en septiembre y nuestros socios allá anunciarán luego esos proyectos. 

– Cuando vino a Chile, ¿se reunió con las productoras de litio? 

– Sí, con los más grandes, y mostraron interés en mejorar sus operaciones. 

–¿Ha contactado a automotrices, las principales demandantes de baterías de litio? 

– Sí, hablamos con las automotrices y están muy preocupadas. Están viendo el impacto que tiene el proceso actual de extracción de litio en los recursos hídricos. Los fabricantes de autos no quieren ser asociados al daño ambiental. 

– ¿Y ustedes pueden asegurar que su proceso es inocuo? 

– No cambiamos la química de la salmuera, solo le removemos el litio. Tampoco le agregamos nada. Luego, la ponemos de vuelta en el salar para mantener las reservas. Nuestro impacto es muy menor. 

– ¿Esta nueva tecnología es competitiva en costos respecto de lo que hoy existe? 

– Se pueden gastar varios cientos de millones de dólares en construir una planta de evaporación y cinco a diez años en echarla a andar. Son caras y muy lentas. Eliminando ese tipo de plantas, ahorramos en costo de capital y, además, podemos empezar los proyectos de manera mucho más rápida. 



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La Segunda

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