El Salar de Atacama en los últimos años se ha transformado en la estrella del mercado internacional del litio, pues la extracción de este mineral en la zona está considerada como la más eficiente del mundo (con costos de entre US$2.600 y US$3.100 por tonelada, versus los US$ 4.600 de Salar Olaroz de Argentina, su más cercano competidor) y porque sus reservas representan una millonaria fuente de recursos.
El salar, cuyas pertenencias mineras son de Corfo y están concesionadas a SQM y Rockwood (RLL), tiene según las proyecciones dadas por la estatal el año pasado a la Cámara de Diputados reservas estimadas entre las 5,1 y 9,1 millones de toneladas de litio metálico equivalente (LME).
Cifras que podrían aumentar considerando que existe escasa información sobre el litio depositado a más de 40 metros de profundidad y el existente en las áreas no concesionadas de la zona. Reservas que llevadas a valor comercial y calculadas por La Segunda equivalen a entre US$62.800 millones y US$111.227 millones, si se valorizan al precio de mercado de cierre del año pasado, que llegó a US$12.200 la tonelada (al cuarto trimestre), según reportó Deutsche Bank la semana pasada.
Es decir, comparativamente, en el mejor escenario de proyección de reservas de litio, éstas equivaldrían a casi la mitad del Producto Interno Bruto (PIB) actual de Chile, de unos US$241 mil millones al año. Cifras que se podrían incrementar en los próximos meses si se cumplen las estimaciones del Deutsche Bank, que proyectó para el litio un precio efectivo de US$12.900 la tonelada en el segundo trimestre del año, con una demanda que crecería 24%, y que tendería a una estabilización de precios producto del ingreso de nuevos productores.
Proyecciones complejas Medir las reservas de litio en el Salar de Atacama es una tarea compleja, debido a que dependen de una serie de variables como la profundidad a la que se encuentren las salmueras, la porosidad del suelo y la reinyección de salmueras no utilizadas por parte de SQM y RLL.
Pese a ello, según Corfo, una vez que terminen los procesos de extracción por parte de ambas compañías en el salar (el 2030 para SQM y el 2044 para RLL) aún quedara litio. Según la estatal, el 2030 “lo más probable” es que en el área de SQM queden 3,4 millones de toneladas de litio. El 2044 en el área de RLL habrá unas 180 mil toneladas, mientras que en las restantes pertenencias de la estatal existirán unas 2,7 millones de toneladas, proyectó.