Francisco Lermanda, líder de “Los Topos”: “No vendemos humo, no voy a prometer algo de lo que no tengo claridad”

Durante el mes en que la brigada “Los Topos” recorrió los alrededores de San Pedro de Atacama en busca de Kurt Martinson, su líder, Francisco Lermanda (42), sólo fue ubicable a través de los audios que, ante cualquier consulta, enviaba a través de WhatsApp.
Sin embargo, esa rutina cambió la noche del miércoles, cuando el grupo de rescatistas se percató de que el cuerpo del guía turístico desaparecido hace 14 meses no estaba en la ‘anomalía' detectada al interior de un bloque de hormigón de la estación fluviométrica Cuchabrachi.
Ese día el prevencionista de riegos y bombero, fundador de la filial chilena de “Los Topos” (ONG con sede en México), se sentó a conversar 40 minutos sobre los resultados de una búsqueda que está lejos de terminar.
"Rastreamos y descartamos una zona de interés que tenía complicada la investigación. Es un avance y plantea la posibilidad de enfocarnos en las otras dos áreas donde apuntan las tesis investigativas", dice.

-¿Qué sintió al saber que Martinson no estaba donde creían?

-Fue algo curioso. En algún minuto te ves con una información, solo, dentro de un túnel y afuera todo el mundo expectante. Hasta el ministro del Interior estaba preocupado. Hay una sensación de querer salir, de dar la noticia, pero no siempre es fácil ya que hay protocolos. Todo lo relacionado con información tenía que manejarse con cautela.

-¿Cómo viven la frustración?

-Tenemos apoyo logístico, y dentro de nuestro apoyo hay psicólogos, psiquiatras, y conversamos mucho. Lo que para muchos puede ser un fracaso, para nosotros siempre es un aporte.

-¿Cuál es su porcentaje de efectividad?

-Cien por ciento hasta ahora; si están, los encontramos, si no, es porque no están en el lugar que revisamos. Hemos hecho búsquedas en varias partes del mundo y siempre es así.

Una familia con dolor

-¿Cómo conocieron a la familia Martinson?

-Después de encontrar al detective Emmanuel Ferrada (en 2015, en la ribera del río Mapocho luego de cuatro meses desaparecido) fuimos expuestos mediáticamente. El abogado de la familia Martinson se comunicó con el fiscal de ese caso, ahí nació el contacto.

-¿Cómo ha sido el trabajar con ellos?

-El denominador común de esta familia con las otras con que hemos trabajado es el dolor y la pérdida de un ser querido; eso es lo que nos mueve. Son preocupados y muy jugados, siempre hubo alguien de la familia en la zona, siempre estuvieron presentes, apoyando logísticamente o entregando información.

-Annie Martinson, la hermana de Kurt, dijo que ustedes "siempre dijeron la verdad".

-No vendemos humo, y no voy a prometer algo de lo que no tengo claridad. Menos si se trata de un ser querido. Si Kurt está ahí, lo vamos a encontrar. Si no lo logramos, es porque no está ahí.

-¿Cuánto tiempo creen que falta para seguir investigando?

-Lo que sea necesario y va a depender de cómo se vayan manejando las otras dos líneas investigativas.

"Pagamos de nuestros bolsillos"

-¿Cómo nace esta organización?

-En México, después del terremoto en 1985, donde los servicios de emergencia colapsan y los mismos vecinos salen a las calles a rescatar con más amor que técnica y profesionalismo; fueron bautizados como Los Topos.

-¿Cómo se financia la ONG?

-Con nuestros bolsillos, tenemos prohibición internacional, dentro de las organizaciones Topo en recibir o cobrar dinero. No puedo recibir un peso. Para dirigir una capacitación, funcionamos vía cadena de favores, lo que implica, por ejemplo, pedir que nos paguen los pasajes de los instructores, regalando a cambio, cupos para la clase.

-¿Cómo puede una familia acercarse a ustedes?

-Contactando al fiscal del caso, quien nos solicita ir; luego la familia debe proveer la logística necesaria tanto en alimentación y alojamiento. No podemos ir a una misión porque sí. Necesariamente debemos tener aval desde fiscalía y el compromiso familiar.

Entrenamiento y selección:"Buscamos buenas personas"

-¿Cuál es el perfil de un “topo”?

-Exclusivamente buenas personas. Gente que sea empática con el dolor de otros. Y para eso no necesitamos que sea un superrescatista.

-¿Y cómo los entrenan?

-El entrenamiento es permanente; de hecho, hay clases de rastreo, búsqueda, y laboratorio. La forma en que hacemos nuestras búsquedas se llama ‘rastreo técnico', que no necesariamente implica caminar por el desierto. En el caso de Kurt Martinson no sólo hay que mirar si hay un cuerpo o no; implica recoger evidencia, levantarla, hacer fotografías. Estas evidencias pueden ir desde la vestimenta, hasta larvas, insectos, moscas, que de alguna manera nos presentan o nos plantean la posibilidad de hallar un cuerpo en un sector.

-¿Y cuál es el perfil que buscan en un “topo”?

-Si elegimos a alguien, lo hacemos por su capacidad personal más que por su capacidad técnica; y esa capacidad personal apunta necesariamente a que sea una persona entregada, absolutamente jugada con la empatía, para poder mitigar el dolor que tiene la gente expuesta a una situación así. Cuando veo a los dos muchachos más jóvenes que trabajaron en esta misión, y los veo con 46 grados de calor, en cuclillas, tratando de rastrear larvas durante toda la tarde, rojos enteros, eso implica algo, te dice algo, quiénes son, qué es lo que puedes lograr con ellos.