Setenta anuncios por un hermano: la búsqueda de Héctor Henríquez Aravena, desaparecido en el desierto

Envie este Recorte Version de impresion de este Reportaje Publicado el 04 de marzo de 2019 Visto 297 veces
LA CASA DONDE VIVÍAN HÉCTOR HENRÍQUEZ Y SU EX ESPOSA
FAMILIARES Y AMIGOS LO HAN BUSCADO POR SU CUENTA
Fuente:
La Tercera

Lleva cuatro meses desaparecido y su hermano critica que Carabineros insista en que se "evadió", cuando justo -relata- acababa de separarse porque su mujer lo había dejado por otro hombre que vive en el mismo pueblo, donde viven apenas unas cinco mil personas. Su propia búsqueda lo ha llevado a conseguir 68 paletas y carteles publicitarios LED en Santiago y regiones.

Su imagen está en casi setenta paletas y otras instalaciones publicitarias electrónicas en Santiago y regiones.  “Exigimos verdad”, “Nuevo desaparecido! En San Pedro de Atacama”, se lee junto a la foto de Héctor Henríquez Aravena. Al pasar, de reojo, puede confundirse con la promo de una telenovela nocturna por el formato luminoso, pero no. En la larga lista de gente cuyo rastro se ha perdido en ese desierto -algunos cuyos cuerpos aparecen, otros no-, el caso de este ingeniero civil de 47 años empujó a sus familiares a recurrir a todas las formas de búsqueda, incluyendo la publicidad callejera, porque no creen la tesis policial que ha imperado.

En pocas líneas. A Henríquez Aravena se le dejó de ver el lunes 29 de octubre del año pasado cuando se retiró de la automotora Salfa, en Calama, al volante de un Jeep Compass que le habían pasado de prueba o “test drive”, mientras esperaba que estuviese listo el que había comprado. Sus amigos y familia interpusieron una denuncia por presunta desgracia. El viernes de la semana pasada se cumplieron exactamente cuatro meses,  y hasta ahora las pesquisas no han dado con él.

En el intertanto, el desierto tampoco ha devuelto el cuerpo de Kurt Martinson. Sí el de Sebastián Leiva, el “Cangri”.

El hermano de Héctor, Javier Henríquez, ha hecho de todo por dar con su hermano. Dice que la investigación policial ha perdido tiempo por haber insistido en la dirección equivocada: que su hermano se “evadió” y fue a perderse voluntariamente al Atacama, como si fuera una adaptación desértica de lo que hacen los japoneses suicidas en el bosque de Aokigahara.

Por eso, casi como Mildred Hayes, el personaje de Frances McDormand en Tres Anuncios por un Crimen (2017), se las ha ingeniado para colocar la cara de su hermano en paletas publicitarias en Santiago y regiones.

Según cuentan en la empresa Global Vía Pública, Héctor Henríquez aparece en 68 piezas publicitarias -entre pantallas LED y paletas- en 9 comunas de Santiago (Lo Barnechea, Las Condes, Maipú, Maule, Puente Alto, La Florida, Vitacura, Santiago e Independencia), además de Viña del Mar. Según explican, en este caso los anuncios no tuvieron costo.

El mismo Henríquez explica escuetamente que “trabajo en publicidad y he recurrido a la ayuda de amigos”.

El otro hombre

La decisión de Héctor de buscar a su hermano de este modo tiene que ver con que critica la investigación por una razón básica que tiene que ver, relata, con una infidelidad cometida por la esposa de su hermano, y la eventual participación de terceras personas en lo que sea que le haya pasado a él.

Explica que “se ha perdido tiempo valioso en hipótesis que trataron de apuntar mayoritariamente a tesis como la evasión: que mi hermano se evadió. Carabineros y la Fiscalía siempre mantuvieron la tesis que mi hermano, producto de esta supuesta violencia intrafamiliar -que es la versión oficial que tenemos-, se evadió. Se fue”.

Recuerda que lo último que supo de él fue cuando se fue de la automotora y -según “la versión oficial”, dice- “llamó por teléfono a un amigo; mi hermano estaba en un proceso de separación hace tres semanas”. Cuenta que con “Marcela llevaban juntos desde 2011 y no tenían hijos. Mi hermano había llegado de un viaje durante la primera semana de octubre, y cuando llegó se enteró que mi cuñada había puesto término al matrimonio y que se iba a de la casa. Se fue de la casa”.

Para él, una de las claves es que ese mismo 29 de octubre, “cuando mi hermano llamó a su amigo, a las 17 horas le mencionó que Marcela, su entonces esposa, le había hecho algo muy feo, que estaba súper dolido con ella”.

-¿Dolido por qué? ¿No le habló de terceras personas o que ella le estaba siendo infiel?
-No especificó. Pero con el tiempo tuvimos ciertas luces de lo que había ocurrido. Entre ellas, que el mismo día que desaparece mi hermano, uno de sus autos, un Chevrolet Captiva, es transferido a una tercera persona.

Sigue: “Esa transferencia pasa a manos de un abogado que trabaja en la municipalidad de San Pedro de Atacama. Y que, con el pasar de las semanas, nos fuimos dando cuenta que era la pareja que tenía mi cuñada”.

-O sea, que su cuñada dejó a su hermano por otro hombre. Todo en San Pedro.
-Sí.

Henríquez detalla que “lo último que supimos de él fue esa llamada a su amigo. Pero después supimos que mi cuñada había ido a la casa de mi hermano, que ya no estaba viviendo allá, a dejarle unas cosas. Y que en esa reunión hubo un episodio de violencia intrafamiliar y que ella había ido a denunciarlo a la comisaría. Y que cuando Carabineros fue a la casa, no estaba él, ni el auto ni nada de él. Por lo tanto, ella fue la única persona en verla con vida”.

Según su relato, la denuncia ocurrió después de las 17 horas, que es cuando la familia de Henríquez fija la última pista. “La denuncia fue interpuesta tipo 20.30 horas de ese mismo día”, agrega.

“Sobre lo que no tenemos certeza, y cada vez nos sorprende más, es que mi hermano haya llegado a la casa y haya ocurrido ese hecho de violencia intrafamiliar”, insiste.

-¿Por qué?

-Porque una persona que tiende a evadir no se preocupa de dejar la casa con llave, el portón con llave, todo apagado, todo cerrado. Se va y punto.

“Como familia tenemos cada vez más dudas. Se perdió tiempo. Si supuestamente ocurrió un hecho de violencia intrafamiliar, la casa recién fue periciada a un mes de la desaparición de mi hermana. Durante ese tiempo entró gente a la casa”, hace ver.

Por eso, dice, en diciembre interpusieron una querella por homicidio ante el Ministerio Público en Calama. “La presunta desgracia no es un delito. Y cuando la interpusimos nos dimos cuenta que dependemos de la voluntad de la autoridad que te asignen. Dados los hechos, a las tres semanas nos inclinamos por que le pasó algo malo”, recalca.

“Lo único que sé es que hubo terceras personas involucradas. Mi hermano no se fue voluntariamente ni desapareció. El suicidio busca provocar conmoción, hacerse ver, y de mi hermano no ha aparecido el cuerpo, ni tampocco el auto”, asevera.

¿Que dijeron en Carabineros? Que por tratarse de una investigación en curso, no se van referir al caso. Tampoco si lo están tratando como desaparición, suicido u homicidio.

 



Fuente:
La Tercera

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