Alejandra Espíndola Corante, periodista de profesión y oriunda de Toconao, tras egresar de la universidad volvió a su pueblo natal y hoy cuenta con su propio emprendimiento, gracias al aporte de los Fondos Concursables de Microemprendimiento de SQM, la Corporación Incuba 2 y los municipios de San Pedro de Atacama y María Elena, que le permitieron dar difusión a su iniciativa que mezcla las comunicaciones y el turismo en torno a la cosmovisión agrícola atacameña.
El esfuerzo de la familia Espíndola es un gran ejemplo de las bondades y logros del Programa Atacama Tierra Fértil impulsado por SQM, que partió en 2008 con plantaciones experimentales y que hoy rinde frutos a través de su producto estrella “Vino Ayllu”. El patriarca, Juan Espíndola de 76 años junto a sus cuatro hijos, ha trabajado en el aumento de la superficie de sus terrenos y cultivos, que también se ha transformado en un verdadero atractivo turístico, para que los visitantes conozcan el proceso y los terrenos donde se cosecha la cepa tradicional de Toconao, País Negra, ingresada al país por los españoles en el siglo 16.
Un campo que suma historia, tradición agrícola y un paisaje incomparable, características que Alejandra ha sabido aprovechar, dándole un valor agregado al trabajo que realiza junto a su padre, por lo que decidió postular a los Fondos Concursables de Microemprendimiento 2014 de la compañía no metálica.
Tras cinco años trabajando en radio y en el Municipio de San Pedro de Atacama, tuvo la inquietud de vincular su profesión con el turismo, por lo que el fondo concursable fue la mejor opción para apalancar recursos para la difusión de su iniciativa, que rescata el valor de la cultura y la belleza del paisaje local.
“Para mí ha sido muy significativo este aporte porque he podido darme a conocer y posicionar de a poco mi proyecto, porque la publicidad y la difusión son un elemento clave, sobre todo para quienes estamos emprendiendo. Tras postular a este fondo pude invertir en papelería, dípticos, difusión en la plataforma de Internet para estar en línea con las nuevas tecnologías, colocar un letrero visible en la entrada del pueblo, además de formular espacios de difusión publicitaria en lo que son medios tradicionales como son los diarios, lo que ha sido muy positivo para dirigirme a la clientela a la cual quiero llegar”.
La joven emprendedora hace un positivo balance de su proyecto. Agrega que los turistas viven una experiencia que les permite disfrutar de la naturaleza, de la simpleza del paisaje, conocer la cosmovisión agrícola de la cultura atacameña y también degustar en medio del desierto del vino que se fabrica a 2.400 metros de altura en el desierto más árido del mundo.
La periodista señala con orgullo que hoy puede ejercer su profesión en su pueblo de origen, lo que la hace sentirse muy afortunada. Por esto, aconseja a otros emprendedores a atreverse, ser perseverantes y no caer antes de las distintas dificultades, ya que “todo se puede lograr con ganas”, asegura.
SQM