Amparados en la justicia divina por la fe en Dios, familiares del ingeniero Héctor Henríquez Aravena entregaron ayer viernes 31 de mayo, el último adiós a este hombre que estuvo desaparecido por más de seis meses en la Provincia de El Loa, y cuyos restos fueron hallados calcinados el pasado 27 de abril, en ruta Calama-Tocopilla, dejando muchas dudas sobre las causas de este misterioso y doloroso deceso.
En una solemne ceremonia realizada en la iglesia Bautista Restauración de Lo Franco, Quinta Normal en Santiago, familiares y conocidos de Héctor Henríquez Aravena cerraron largos meses de búsqueda y de interminables jornadas sin respuestas. Según relató su hermano Javier, “fueron 6 meses de una búsqueda intensa y dolorosa, donde no sólo enfrentamos la pena de la desaparición, un clima complejo y el cuestionamiento de por dónde iniciar, sino que también el desamparo, la nula empatía y la inercia de las instituciones que deberían habernos apoyado”.
Más de un mes desde que fue hallado el cuerpo del ingeniero transcurrió para que se le brinde esta última despedida, debido a que “era necesario identificar que los restos encontrados el pasado 27 de abril correspondieran a nuestro hermano, y entre ellos, el análisis de ADN fue fundamental. De igual forma, es necesario realizar otros análisis que permitan entender lo sucedido, y es ahí donde seguimos esperamos respuestas”, relató acongojado su hermano.
Justicia
La pena y el dolor se contrastan con cierta paz que ahora retorna a los familiares de Henríquez. “Hoy tenemos la tranquilidad de haber podido reencontrarnos con nuestro ser querido y dar la despedida que él merecía junto a su familia (la familia de verdad) y sus amigos, oportunidad que aún siguen esperando cientos de familia en Chile, que experimentan la desaparición involuntaria de un ser querido. Mis afectos y esperanza para ellos”, enfatizó Javier.
Sin embargo, y a pesar de tener más calma luego de esta dolorosa tormenta, la familia Henríquez Aravena son conscientes que el descanso de su ser querido se logrará efectivamente cuando la justicia haga lo suyo en vida. “Sabemos que la paz y descanso eterno de Héctor, solo llegará con la verdad de lo sucedido, y esperamos en Dios que acompañada de justicia. Creo que hoy Fiscalía y Carabineros deben hacer su trabajo de manera seria, con celeridad, y que puedan dar las respuestas que la familia y la opinión pública ha esperado por meses”, afirmó su hermano Javier.
La comuna que hoy despide al ingeniero, es el lugar donde Héctor y sus hermanos forjaron toda su adolescencia, y donde construyeron las amistades que perduran hasta hoy. El último paso simbólico de los restos de Henríquez, cerraron una nueva etapa en el cementerio general, y ahora queda la espera de que la justicia haga lo suyo, como lo esperan familiares y amigos de toda una vida de este hombre, que enigmáticamente desapareció y fue hallado calcinado sin respuestas concretas de las causas hasta ahora.
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Publicado el 01 de junio de 2019
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