La localidad puneña de Cátua fue escenario recientemente de la XII edición de la Feria Internacional del Trueque que reunió a delegaciones locales y de Chile.
La comisionada municipal anfitriona, Yolanda Cruz, junto al vocal Juan Cruz y su par de Susques, Mario Cruz, recibieron a los visitantes que llegaron para trocar y afianzar los lazos de integración de los pueblos atacameños.
En el salón de usos múltiples de la localidad les brindaron un refrigerio, para luego ubicarlos en casas de familia de Cátua.
Más tarde, en el Club Deportivo El Carmen, y organizado por alumnos de cuarto año del Bachillerato 13, tuvo lugar un festival folclórico con la participación de cuerpos de danzas. La temperatura a esa hora rondaba los 15 grados bajo cero.
Jornada central
Al día siguiente, a media mañana, las autoridades presentes inauguraron la plaza "Divino Niño", tras lo cual quedó habilitada oficialmente la XII edición de la Feria Internacional del Trueque en un moderno complejo especialmente adaptado para el encuentro.
En el predio ferial se entonaron las estrofas de los himnos argentino y chileno, escuchándose además las palabras de bienvenida de la comisionada Yolanda Cruz. La funcionaria destacó que ésta era la primera actividad que se desarrollaba en el marco de la declaración firmada en febrero pasado en San Pedro de Atacama, Chile, para avanzar con el reconocimiento del territorio atacameño. "Hoy empezamos a cumplir ese acuerdo con esta actividad ancestral que es la feria del trueque", remarcó.
A su turno, el concejal de la comuna chilena de San Pedro de Atacama, Rubén Reyes Aymani, saludó a los funcionarios presentes y dijo que había ido a acompañar esta propuesta. Agregó que "antiguamente esta actividad se hacía a lomo de burro y hoy con la tecnología es más rápido para beneficio de los pueblos de la región.
A continuación se llevó a cabo un ritual en honor de la Pachamama, del que participaron todos los presentes.
El trueque es una práctica de gran significado para las comunidades andinas de la zona que desde tiempos inmemoriales era paso obligado de los atacameños, quienes a lomo de burro, transitaban por el lugar intercambiando sus productos.
Es importante mencionar que la coordinación del encuentro fue notable, al igual que la atención dispensada a los visitantes por parte de las familias de Anacleto Guitián y Ambrosia Nieva.