De viaje por San Pedro de Atacama, Miguel Scheiber visitó con varios amigos diversas atracciones turísticas que ofrece la zona y sus alrededores. "Quedamos gratamente sorprendidos por el tremendo trabajo que han efectuado las comunidades, tanto en infraestructura como comodidades, información, limpieza y amabilidad", nos precisó en su carta.
Señaló que entiende que para cuidar y mantener la belleza de esos lugares es necesario financiarlos y cobrar entrada al visitante. A su juicio, los precios con que se encontró eran razonables y había alternativas de tarifas, según el caso. Sin embargo, precisó, en laguna Cejar le sorprendió que les cobraran $10 mil en la mañana y $15 mil en la tarde, lo que consideró "demasiado elevado". En su opinión, es una visita que solo puede costear el turismo de élite.
Tarifas diferenciadas
"Sugerimos que ofrezcan tarifas para adultos mayores, estudiantes, niños o para quien solo desee conocer la laguna y permanecer un tiempo acotado, sin usarla", nos manifestó el lector.
Consultamos en Sernatur y nos explicaron que se comunicaron con nuestro lector para informarle que laguna Cejar -atractivo turístico del destino San Pedro de Atacama, Región de Antofagasta- es administrado por la comunidad atacameña de Solor, quienes tienen la propiedad ancestral de terrenos aledaños a la laguna, y son los responsables de definir los precios de entrada.
Mencionaron que, hasta mediados del año 2014, la entrada era de $2.000. Sin embargo, producto de la alta demanda y los efectos negativos que esto provocó al ecosistema local, la comunidad indígena decidió controlar la cantidad de visitantes por medio de un aumento en el precio de la entrada que ascendió a $30.000. Este permaneció solo por algunos meses, ya que a partir de enero de 2015, y tras un convenio con el Ministerio de Bienes Nacionales, se ha mantenido una tarifa de $10.000 (mañana) y $15.000 (tarde) sin presentar variaciones hasta hoy.
Según aclararon, con el fin de resguardar el entorno y evitar más daños ambientales en el lugar, la administración determinó el número de visitantes por día, el cual no debe exceder las 300 personas.
Además, estableció que todo visitante que acceda al recinto, ya sea de manera independiente o por medio de un operador turístico o agencia, deberá informar de su ingreso y registrarse con su nombre y domicilio en la administración.