JOSÉ LUIS URIARTE, SUBSECRETARIO DE TURISMO.
Hasta el jueves al mediodía, se habían emitido más de 115 mil permisos de vacaciones en todo el país. El turismo local comenzó a moverse luego de casi un año de angustiosa espera por alguna luz en el oscuro túnel de las medidas restrictivas de movilidad.
El mismo subsecretario de Turismo, José Luis Uriarte, está esperando la oportunidad que le dé su trabajo para tomarse unos días y partir al sur. Cuando lo haga, será una de las 4,8 millones de personas que se espera se muevan por el país en 2021, menos de la mitad que un año normal, pero suficientes como para reactivar uno de los sectores económicos más golpeados por el coronavirus.
-Hay regiones que han sido más golpeadas con el virus, especialmente en el sur. ¿Se ha notado una disminución de interés por visitarlas?
-En cuanto al origen del viaje, con o sin pandemia, generalmente la Región Metropolitana representa el 60% o 70% de la cantidad de viajes internos, y ese porcentaje debiera mantenerse. Ahora, respecto del destino, La Araucanía, el Litoral Central y Región Metropolitana siguen siendo los lugares de mayor recepción de turistas. Puede que baje un poquito ahora ese porcentaje, pero esos tres lugares siguen siendo los de mayor cantidad de visitantes.
-Considerando el contexto, bajar a 40% no parece tanto. ¿Esperaban más o menos?
-La cifra la hemos tenido que ir ajustando progresivamente. Si en marzo o abril, cuando comenzamos a hacer proyecciones, nos hubiéramos puesto en el escenario de que en enero íbamos a seguir con la pandemia, nadie, ni en sus peores proyecciones, lo pensaba. Siempre todos, en el resto del mundo incluso, pensamos que iba a ser más corto el impacto. Sin embargo, sigue azotándonos, por lo tanto la reactivación del sector turismo va a ser más lenta. Ahora tememos la posibilidad de generar una reactivación de chilenos recorriendo Chile. Dentro del porcentaje de ingresos que genera el turismo al país, el 68% corresponde a turismo interno. Si bien el externo es importante, el mayor lo genera el movimiento interno. Así que creemos que esto nos va a generar una posible reactivación.
-¿Cambiará mucho el turismo y el turista con la pandemia?
-En el turismo, independientemente de la situación de los permisos, hay un antes y un después de la pandemia. Tanto a nivel local como internacional. Eso por un lado es un desafío importante para la oferta de destinos turísticos, donde por ejemplo hay una oportunidad en los destinos que tienen que ver con la naturaleza, o los menos concurridos, con menos afluencia de público. Eso se transforma en una oportunidad porque las personas van a buscar lugares más seguros. Y también hay un desafío de que la oferta sea capaz de transmitirles a los turistas de que es una opción segura, mostrarles y contarles a los turistas todos los esfuerzos en la implementación de los protocolos, porque obviamente hay una cuestión que es súper natural: cuando hago turismo lo hago con las personas que más me importan, mi familia o mis amigos. Y en pandemia surge una palabra que es súper compleja, que es temor. El temor de ponerme en riesgo a mí y a quienes quiero. Y el temor se combate con confianza y esta no se crea de un segundo a otro. Por eso hay que transmitir esa confianza.
-¿Cómo se compatibiliza la necesidad de la industria de reabrir con el miedo al contagio de la gente que vive en lugares turísticos?
-Esa es una ecuación y equilibrio necesario, pero bien difícil. En todas las regiones nos hemos desplegado junto a Sernatur y las seremías de salud y los distintos gremios del turismo para, junto con contarles a los turistas que es seguro ir, ir contándoles a los distintos territorios, la comunidad, la sociedad civil, de todos los esfuerzos que estamos haciendo de implementación de protocolos para que ellos también sientan que la llegada de turistas no significa mayor riesgo para ellos. Es por eso que nosotros les decimos a los turistas que no porque ellos estén de vacaciones se van a poder relajar con el autocuidado. Si alguien va de vacaciones a una comuna en fase 2 va a tener que cumplir la cuarentena el fin de semana, respetar los aforos. Esas medidas van a seguir vigentes.
-El traslado interregiones ha sido criticado porque no permite pernoctar camino al destino final, lo cual es complejo para viajes muy largos.
-Nos hubiera encantado que el anuncio que se hizo la semana pasada hubiera sido sin apellido, simplemente que se puede salir de vacaciones. Sin embargo, la situación sanitaria nos obligó a tomar medidas e implementar restricciones que muchas veces son incómodas y dolorosas. Pero lo que quiero recordar es que este año no vamos a tener vacaciones normales. A punta de permiso no podemos normalizar una situación que no es normal, porque la pandemia sigue vigente. Obviamente, todos vamos a tener que acomodarnos a la situación que estamos viviendo y eso algunas veces pasa por ciertas incomodidades y cambiar los planes o tener que adecuarnos. Pero lo que quiero que quede claro es que estas medidas no son para hacerles la vida más difícil a las personas, sino que son para tomar ciertos resguardos para que los contagios no sigan aumentando.
-Hubo críticas que se anunciaran estos permisos justo cuando las cifras están en alza. ¿Qué pesó más para que se abriera esta opción de vacaciones?
-Piensa tú que si hubiéramos tenido esta conversación en marzo y te hubiera dicho que en enero íbamos a tener que pedir permiso para salir de vacaciones no me habrías creído, porque es muy duro. Pero nosotros como gobierno tenemos la obligación de tener que poner esas restricciones justamente por la condición sanitaria y por la cantidad de contagios que estamos teniendo. Pero hemos dicho que queremos que esto se mantenga en el tiempo, pero si las condiciones empeoran, obviamente tendremos que evaluar la medida.
-¿Existe alguna posibilidad de aumentar los aforos en los parques nacionales?
-Sí, con el ministerio de Agricultura y la Conaf hemos estado trabajando bien coordinados para poder sacar las reservas online y eso que permita organizarse de mejor manera y evitar la concentración de personas en las casetas de entradas para sacar su ticket. Pero hay que considerar que el aforo no solo depende del aire libre y que sean miles de hectáreas, sino que también tenemos que tener en cuenta la capacidad de los funcionarios de Conaf de tener vigilar las medidas. Vamos a ver si es posible ir flexibilizando, pero de una manera que permita ir velando los distintos intereses, que son la salud de las personas y preocuparnos de la salud de los guardaparques.
-¿Se ajustarán los precios de los lugares más caros considerando que el turismo este año se focalizará en los chilenos?
-Los destinos más apetecidos por los extranjeros tienen hoy el desafío de ser capaces de adecuar su oferta a un público distinto. No sólo en el poder adquisitivo, sino en la forma de hacer turismo, más familiar, que necesita condiciones distintas. Los chilenos están con ganas de darse la posibilidad de conocer lugares distintos del país, de reencontrarse con su país.
-¿Es realista pensar en fijar aforos para las playas?
-Las regulaciones, las restricciones de la autoridad, no suponen en ningún lugar del mundo la idea de que el Estado va a regular todas las actividades de las personas. Imagínate que dijéramos que desde mañana vamos a tener personas contando el aforo en cada un de las playas de Chile. Eso es imposible. Nosotros podemos transparentar la información, dar señales e instrucciones de cómo debe ser el cuidado, que los grupos se mantengan separados, informar cuando hay mucha gente en la playa. Pero acá el llamado siempre es al autocuidado y a ser muy responsables. que en otras partes del mundo situaciones inimaginables, como en Perú, donde se tuvo que llegar al cierre de algunas playas. No porque nosotros estemos de vacaciones en la playa significa que la pandemia se tomó vacaciones. La pandemia no distingue si uno está en la arena, en su oficina o en su casa. Es importante que nos cuidemos independientemente de dónde estemos. No hay ninguna política pública, ni en Chile ni en el mundo, que pueda reemplazar la conciencia y el autocuidado. Eso no es una opción. Como autoridades nosotros tenemos que ir corrigiendo los errores que podamos cometer, ir modificando y mejorando las acciones, sin embargo, la responsabilidad última está en cada uno de nosotros.
"Las regulaciones, las restricciones de la autoridad, no suponen en ningún lugar del mundo la idea de que el Estado va a regular todas las actividades de las personas".