Desde el título de la edición, “Danzas de adoración, patrimonio lickanantai”, se desprende el nítido planteamiento movilizado por un original proyecto que aborda a los bailes de las familias atacameñas como un valor cultural inmaterial, práctica que mantienen y recrean cuando le ofrendan al nacimiento del Niño Dios, a partir de Nochebuena o Navidad y hasta la Pascua de los Negros.
Este rito que acontece al interior de las casas de los poblados andinos –en los patios–, fue investigado en pandemia (noviembre de 2021), con entrevistas y conversaciones en San Pedro de Atacama (esclava de la imagen del Niño Dios, Aidé León, y participante, Sandra Berna) y Toconao (músico y cultora, Margarita Chocobar); publicándose en notas documentales informativas del periodista y cronista penquista, Álvaro Muñoz, quien registró la festividad en la Población El Carmen (enero 2019), invitado por una familia.
Los contenidos están disponibles en el enlace web bit.ly/3G8Z857, donde se accede gratuitamente al boletín digital y proyecto que el autor realizó con fondos concursables del Gobierno Regional de Antofagasta.
Adentrándose en la cultura andina
Muñoz, quien también es editor, se vinculó con el territorio de Atacama La Grande desde el 2013 y hasta la actualidad, con labores culturales y públicas como de puesta en valor del patrimonio (Subdere), medios (Fundación de Cultura y Turismo), curso de investigación (Seremi de las Culturas, las Artes y el Patrimonio), comunicaciones (Municipalidad de San Pedro de Atacama), portadoras de saberes medicinales (ayllu de Solcor) y patrimonio inmaterial (Danzas de Adoración).
En este sentido, apuntó que “con el paso del tiempo y las relaciones que se van armando con las personas y familias, de las que estoy agradecido, puedo aprender, conocer y proponer proyectos como el escribir y visibilizar los bailes de ofrenda al Niñito Dios que guardan un simbolismo e identidad que, a mi valorización, se constituyen en un patrimonio inmaterial que es significativo poner de relieve y difundir. Espero ampliar este trabajo documental e investigativo, mediante una nueva publicación o un audiovisual”.
Sobre los rasgos de la práctica, el investigador planteó que las Danzas de Adoración o bailes promesantes son mantenidas por las familias de los poblados atacameños de San Pedro de Atacama y Toconao, conformándose comunidades de baile que van legándose un conocimiento y técnica del pasado y que viven en el presente.
“Esta expresión de sincretismo se construye en varios actos sucesivos representado en los movimientos de las danzas o bailes, vestimentas y rutina de los desplazamientos, los que acontecen al interior de patios de casas o capillas, y son preparados previamente en una fila del grupo que se organiza en la calle, cuadras más atrás del lugar donde está el altar e imagen del Niño Dios. Los ausentes en vida también participan, ya que se les visita en el cementerio, también, antes del uso ritual”, expresó finalmente Muñoz.