Ante la inexplicable demolición del edificio patrimonial anterior, y la salida de objetos arqueológicos fuera del país, expertos piden que museo sea administrado por la comunidad indígena atacameña.
Un grupo de académicos solicitó al intendente Arturo Molina la recuperación del edificio, que hoy está desmantelado, del museo Gustavo Le Paige, para entregárselo a la comunidad indígena de San Pedro de Atacama.
Los profesionales, además, se oponen a la construcción del nuevo edificio del museo (que comenzó en 2014), que hoy se encuentra paralizada por una serie de irregularidades que ha presentado el proyecto, entre ellas incumplimiento de contrato y tres denuncias en Contraloría presentadas por la arqueóloga Ana María Barón.
“Asistimos a una audiencia con el intendente para hacerle entrega de una carta dirigida a la Presidenta en donde nosotros como expertos del patrimonio cultural damos a conocer el profundo malestar que tenemos como profesionales. Nuestro primer malestar guarda relación con el rol que jugó la Universidad Católica del Norte frente a lo que es el legado material del Padre Le Paige, porque no hubo ninguna consideración en resguardar el patrimonio del edificio, sino que lo echaron abajo. Eso evidentemente vulneró la Ley de Monumento”, declaró Ulises Cárdenas Hidalgo, director del Colegio de Antropólogos de Chile, al diario El Mercurio de Antofagasta.
En la misma línea patrimonial, los expertos señalan que el proyecto no tiene ninguna relación con el casco histórico del poblado, considerando que es un edificio de tres pisos y de hormigón armado. Por lo que no guarda ” ninguna congruencia arquitectónica con el casco ni la zona típica de San Pedro”, según Cárdenas.
Además, los profesionales acusan serias falencias en el almacenamiento de las 12 mil cajas de piezas patrimoniales del ex museo, en manos de la UCN. “Nosotros hemos solicitado como Comité de Defensa del Patrimonio Atacameño, copias de préstamos e informes que autorizan la salida de piezas fueras del país y nos hemos llevado bastantes sorpresas porque han salido piezas del museo y muestras al extranjero, y no sabemos si han vuelto”, acusó el antropólogo.
De ahí que los profesionales solicitaron “la realización de una consulta indígena previa, libre e informada para que realmente las personas integrantes de las etnias atacameñas se interioricen de este proyecto” y pidieron la entrega del inmueble a la comunidad indígena atacameña, vía transferencia gratuita o donación, y que éste se administre en un convenio de colaboración por 10 años con una universidad estatal.
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Publicado el 02 de julio de 2017
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