Cerca de 1200 árboles plantará la comunidad de Peine en el camino que une dicha localidad con el sector de Tilomonte, San Pedro de Atacama, en una iniciativa que fue gestionada por el Comité de Agua Potable Rural, en coordinación con la Junta de Vecinos del lugar.
Cada vecino, dueño de un medidor de agua potable, adquiere el compromiso de plantar cinco árboles cada uno, específicamente de especies nativas como son el algarrobo, el chañar y el pimiento.
El cuidado de cada árbol será responsabilidad de los comuneros, sin embargo, inicialmente las perforaciones fueron hechas con la ayuda de una retroexcavadora que facilitó la empresa Termonor, propiedad de uno de los comuneros de Peine, apoyo gestionado por el comité de Agua Potable Rural. “Igual nosotros tenemos que preparar el suelo, humedecer, abonar, llevar después el arbolito desde nuestros huertos o casas al punto asignado y cuidar de él hasta que se instale el sistema de riego automático definitivo”, señaló una de las habitantes del poblado, ubicado en el borde sur del Salar de Atacama.
El presidente de la comunidad atacameña de Peine y del Consejo de Pueblos, Sergio Cubillos, se mostró optimista con la masiva participación de los vecinos en el proyecto. “Antes de que existiera la planta de tratamiento de aguas servidas toda el agua sucia se iba hacia el salar, hoy gracias a esta infraestructura podremos regar cada uno de los árboles que van a plantar nuestros vecinos. Esto debe ser un compromiso de cada familia, del pueblo, de nuestros niños y niñas. No solo para hermosear nuestro entorno, sino que también para vivir en un ambiente más limpio”.
Por su parte, Francisco Cruz, operador de la planta de tratamiento destacó la participación de los estudiantes de la Escuela Rural San Roque de Peine en el hito de lanzamiento del plan de arborización, “Ellos pudieron conocer parte de la planta, se les explicó el proceso y la importancia del cuidado del alcantarillado, como por ejemplo no arrojar papeles al baño, o aceites y pinturas al desagüe; todo lo que pueda perjudicar el proceso del filtrado de las aguas servidas, porque éstas una vez tratadas, serán las que permitan regar los árboles, gracias a la instalación de un sistema tecnificado”, señaló.
El plan de arborización contempla una cobertura aproximada de 14 kilómetros entre Peine y el acceso a Tilomonte, proyecto pionero en la zona y se espera que se repliquen otras comunidades en sus respectivos territorios.