Precariedades en San Pedro - Editorial de El Mercurio

Chile es conocido en el negocio turístico mundial por tres destinos: Isla de Pascua, la Patagonia y Torres del Paine y San Pedro de Atacama. Pese a ello, las precariedades del poblado andino y de toda la comuna, son insólitas.

El incendio que arrasó una cuadra completa en San Pedro de Atacama, dejando pérdidas totales en ocho domicilios, entre ellos una hostal y un restaurante, es un doloroso recordatorio de la vulnerabilidad de las construcciones de material ligero y del riesgo que enfrentan los habitantes de esta localidad frente a los desastres.

Son miles de personas las que visitan este territorio cada año, pero persisten brechas insólitas como la falta de grifos, de material adecuado para bomberos, pero también de otros como el mismo acceso al agua potable o las comunicaciones.

Junto con lo anterior, la prevención en zonas turísticas debe ser prioritaria, y esto implica no solo mejorar los estándares de construcción, sino también garantizar que existan controles regulares de los sistemas eléctricos y de gas en los alojamientos y otros espacios de alto tránsito de personas.

Este siniestro debería impulsar una conversación más amplia sobre la necesidad de proteger nuestras ciudades y poblados, no solo mediante la asistencia en momentos de crisis, sino a través de políticas de planificación urbana, regulaciones de construcción más estrictas y programas de educación que reduzcan la probabilidad de que algo así vuelva a suceder.

Este incendio no es solo un hecho aislado, sino un llamado de atención sobre las urgencias de nuestra infraestructura en sectores vulnerables y de alto impacto a nivel global.