El director general de Aguas, Carlos Estévez, en una reciente reunión con las comunidades agrícolas de la comuna de San Pedro de Atacama, les comunicó que se declaró el agotamiento de la cuenca del río Vilama y sus afluentes. Ello luego de un profundo análisis técnico y legal, por lo que a partir del ahora no podrán concederse nuevos derechos de aprovechamiento de aguas consuntivos y permanentes, en la cuenca del río Vilama y sus afluentes.
La noticia fue bien recibida por los agricultores, quienes habían viajado a la capital para presentar algunas inquietudes a la autoridad respecto a la reforma del Código de Aguas y, también respecto a cómo canalizar las denuncias en materias de fiscalización del recurso hídrico.
Inquietudes
"Nuestra línea de trabajo siempre ha sido la de escuchar a los usuarios del recurso hídrico y por eso, generar estas instancias que permiten el diálogo y que derivan en acciones concretas en una región que posee una compleja situación de disponibilidad hídrica, se deben entregar señales y herramientas que les permitan confiar que estamos trabajando para mejorar la gestión del agua desde diversas aristas", señaló Estévez.
Debido al interés manifestado por ambas asociaciones, se programaron dos actividades centrales las que se cumplieron durante la semana con el trabajo en terreno del director de Aguas.
Durante su visita, Carlos Estévez expuso ante habitantes de Peine, Socaire, Talabre, Camar, Río Grande y Toconao; los contenidos de los proyectos de ley que modifican el Código de Aguas, indicando que "este proyecto de ley consagra el derecho humano de acceso al agua potable y saneamiento, junto con equilibrar los usos productivos con la preservación ecosistémica".
A su vez, la directora regional de Aguas, Jeanette Murillo, señaló que "es importante que la comunidad despeje algunas ideas que se han instalado con respecto a la reforma y conozcan los principios fundamentales para que formen su propia opinión".
Fiscalización
En el territorio se explicó la importancia de realizar denuncias y cómo efectuarla cuando posean los antecedentes de posibles infracciones al Código de Aguas, ya que de "esta forma se canaliza correctamente su legítimo cuidado de sus recursos hídricos", manifestó Soto. Además, se refirió a la fiscalización de las extracciones que efectúa la DGA, el que consiste en dos etapas. Por un lado, los titulares de los derechos de aprovechamiento informan sus extracciones a la DGA y a su vez, la DGA realiza inspecciones en terreno para verificar que lo informado es real y que las extracciones se realizan de acuerdo a los derechos respectivos".
221 litros por segundo es el actual caudal del río Vilama que fue declarado agotado.