Salar de Atacama: difícil escenario para aprobación de nuevos proyectos mineros

Comité de Ministros suspendió votación de la reclamación de Uno de Peine para solicitar más antecedentes a Corfo y la Comisión Chilena de Energía. Otros dos proyectos están en la incertidumbre. 

Casi inadvertida pasó la decisión del Consejo de Ministros en torno a postergar su decisión sobre el futuro del proyecto Planta de Producción de Sales de Potasio, SLM NX Uno de Peine. Los miembros de esa instancia de reclamación ambiental revisaron el pasado lunes 15 de junio el caso, acordando pedir nuevos antecedentes a Corfo, la Dirección General de Aguas (DGA) y la Comisión Chilena de Energía Nuclear. 

No obstante el interés mediático asociado a la industria minera está focalizado en los estragos que está provocando la pandemia de coronavirus y las reales opciones de continuidad operacional de la principal industria nacional, organizaciones ambientalistas y de pueblos originarios siguen con detención este proceso y están expectantes ante la resolución del Comité. 

"Efectivamente, se revisó en la sesión del lunes 15 de junio de 2020, a las 8 horas, tal como se informó oportunamente a través de la página web del servicio. Para mayor información, el acta de la sesión -con el detalle de lo acordado en la misma- será publicada próximamente", expusieron escuetamente desde el Servicio de Evaluación Ambiental (SEA) ante las solicitudes de este Medio. 

De acuerdo a la repartición de gobierno, la petición de los ministros tiene como objetivo "analizar con más profundidad comportamiento hidrogeológico del Salar de Atacama", donde pretende desarrollarse el proyecto. 

PLAZOS 

Sin entregar detalles sobre los plazos para su nueva revisión (el Comité se reúne una vez al mes), informaron que "el proyecto será puesto nuevamente en tabla para ser votado, una vez se reciban los nuevos informes solicitados o se cumpla el plazo de su entrega". 

El periplo de este polémico proyecto es largo y su análisis técnico ambiental (tal como ha sucedido en otros casos como Dominga o Delfín), parece contaminado además por una dimensión política, al estar asociado al empresario Francisco Javier Errázuriz Ovalle, hijo del excandidato presidencial y senador de derecha, Francisco Javier Errázuriz Talavera. 

Uno de Peine -que originalmente consideraba una inversión de US$43 millones- ingresó a evaluación ambiental en febrero de 2009, pretende extraer 255 litros por segundo de salmuera en el sector occidental del Salar de Atacama y realizar un proceso productivo similar al que ya hacen SQM y Albemarle, es decir, piscinas de evaporación para obtener salmueras ricas en potasio. 

En octubre de 2012 este proyecto fue rechazado por la Comisión de Evaluación Ambiental de Antofagasta (CEA) y luego que la empresa reclamara ante el Comité de Ministros, fue aceptada su reclamación ordenándose retrotraer el proceso de evaluación ambiental a la Adenda 2 principalmente porque la línea de base hidrogeológica era insuficiente. 

Completado ese segundo proceso, en noviembre de 2017 la CEA volvió a rechazarlo por unanimidad de sus integrantes, lo que motivó esta nueva reclamación ante el Comité de Ministros, la cual ingresó en enero de 2018. 

OPOSICIÓN 

La oposición a este proyecto de inversión ha sido liderada por el Consejo de Pueblos Atacameños (CPA), cuyo presidente Sergio Cubillos, advirtió que siguen atentos al desenlace de este proceso. 

"El CPA y las comunidades estamos preparando la mejor estrategia jurídica y técnica para reafirmar con fuerza la decisión de la Comisión de Evaluación Ambiental. Es un proyecto nefasto, que en 13 años no ha sido capaz de resolver las observaciones ambientales y sociales que se le ha planteado", dijo Cubillos. 

Una opinión similar tiene el exseremi de Medio Ambiente de Antofagasta y hoy consultor ambiental, Felipe Lerzundi, "Ese proyecto, en su línea base -como se presentó y está- no representa la situación actual del Salar de Atacama en cuanto a la sobreexplotación por todos conocida. Además, no cuenta espacios de participación (se hizo una participación ciudadana hace 11 años) y no ha tenido consulta indígena, siendo que está en su totalidad en territorio de una comunidad. Técnica y socialmente ese proyecto no es factible", aseguró. 

En su Estudio de Impacto Ambiental (EIA) la empresa sostiene que en la superficie que contempla el proyecto -94,45 kilómetros cuadrados- se determinó la existencia de un reservorio confinado de salmueras subterráneas, con altas concentraciones de cloruro de potasio. 

Y que esta salmuera "es independiente del acuífero libre del Salar de Atacama, por lo que una explotación futura de estas sales no afectaría las actividades que se realizan en el sector. 

JUSTICIA 

La compleja condición del Salar ha sido reconocida también por el Primer Tribunal Ambiental de Antofagasta (1TA). 

Es así como en el fallo de diciembre de 2019 que acogió las reclamaciones de las comunidades indígenas en contra de la Superintendencia de Medio Ambiente (SMA) —que aprobó un plan de cumplimiento de SQM Salar-, el tribunal antofagastino fundamentó su decisión "en la especial condición de fragilidad que presenta actualmente el Salar de Atacama, desde un punto de vista ecosistémico y el elevado nivel de incerteza científica existente respecto de su comportamiento hidrodinámico". 

Esa condición - según reconociera posteriormente el propio presidente del 1TA, Mauricio Oviedo, en una entrevista a El Mercurio de Antofagasta-, es basal y por lo tanto, afecta a todos los proyectos emplazados en esa zona. 

Y esa convicción a la que llegó el tribunal seguramente será decisiva en el caso que Uno de Peine llegue a la justicia ambiental y puede afectar también a otros proyectos que sean sometidos a su jurisdicción como el que pretende Wealth Minerals (US$500 millones) en el extremo norte del Salar o incluso la "Continuidad operacional Compañía Minera Zaldívar" (AMSA, US$100 millones), que busca extender la extracción de agua desde los pozos de Negrillar, ubicados en la zona suroeste del depósito natural.