Con el alto desarrollo del sector turístico de San Pedro de Atacama, al año llegan más de 200 mil visitantes, un escenario que si bien beneficia a muchos sectores económicos, no juega a favor de la salud pública.
'No son menores los accidentes en sandboard, bicicleta y trekking y los turistas que vienen con mal de altura. Hemos tenido pacientes con traumatismo encéfalo craneano, fracturas de fémur y patologías bastante complejas. En esos casos, nosotros hacemos la primera atención, se estabiliza y se envía a Calama. A nosotros no nos dan recursos por atender a los turistas', comentó Judith Soza, directora subrogante del Centro de Salud Familiar de San Pedro de Atacama, quien explica que reciben un per cápita fijo para 6.134 personas.
'Con lo que recibimos de financiamiento estatal no nos alcanza para cubrir ni medicamentos, ni oxígeno, insumos o traslados. La municipalidad nos aporta ese dinero que bordea los 500 millones de pesos anuales. De esto, casi todo se va en el servicio de urgencia', explicó Soza.
Por ello, se estudia pasar a ser una comuna de costo variable, donde los pacientes se inscriban y los montos entregados varíen de acuerdo a ello. No obstante, la mayoría de las comunas pequeñas o rurales son de costo fijo, porque la población no aumenta considerablemente. Claro que San Pedro es una excepción en esta materia. 'Hay que analizar si nos conviene este cambio, porque si nuestra población es mayoritariamente flotante, la verdad es que podemos tener menos de 6.000 personas y es un riesgo', comentó Soza.
Espacios
El Cesfam fue construido hace siete años. En esa época, los espacios eran suficientes para la población, pero a raíz de la paulatina incorporación de nuevos programas de atención, éstos se han hecho insuficientes.
'Hay programas más recientes como el de rehabilitación de artrosis. Como no hay más lugar, los kinesiólogos deben compartir box con las terapias de Enfermedades Respiratorias del Adulto (ERA) y las Enfermedades Respiratorias Agudas (IRA), explicó Judith Sosa.
Lo mismo ocurre con la incorporación de una nutricionista media jornada, quien debe compartir el box con la kinesióloga encargada del programa de estimulación de Chile Crece.
'La idea es que cada uno tuviese su espacio para poder atender a los pacientes, pero no hay lugar y se van sumando programas que debemos ir añadiendo', dijo Soza, quien agrega que no tienen dónde guardar las órtesis, no hay bodegas y algunos implementos los tienen a la intemperie.
Otro claro ejemplo donde se deja entrever este problema es en las evaluaciones de los adultos mayores. 'Hacemos una prueba que se llama 'Time up and go', donde el paciente debe caminar tres metros y si tú ves las salas, miden 2 metros 50 centímetros. Eso significa que hay que buscar un espacio y hacer el test en los pasillos', comentó Sosa.