En Chile, el mayor atractivo turístico es la naturaleza. El país ha sido elegido en dos ocasiones como mejor destino de turismo verde del mundo, y 10 veces como el mejor destino de aventura a nivel mundial.
Pero esa naturaleza enfrenta amenazas, tanto por el cambio climático y actividades industriales que impactan en ella, como por la misma actividad turística cuando se realiza de forma desmedida. El turismo es actualmente responsable de 8,2% de las emisiones de CO2 de Chile.
Para adaptar el sector turístico al cambio climático y convertirlo en un agente de protección ambiental y no de degradación, la Subsecrearía de Turismo presentó una Estrategia Nacional de Turismo Sustentable, elaborada a partir de talleres con participación de la ciudadanía.
Destinos saturados
Uno de los planteos de la estrategia es crear un índice de saturación de destinos turísticos, para definir límites diarios de visitantes en sitios donde en los últimos años ha crecido el interés turístico, como San Pedro de Atacama o Torres del Paine.
Además del límite diario, se plantea fomentar el turismo fuera de temporada con paquetes y promociones, para aliviar la presión de los destinos en fechas peak, y diversificar los destinos, para potenciar la oferta en lugares menos conocidos pero con atractivos similares.
Además, se propone monitorear el bienestar y percepción de quienes habitan en zonas turísticas, así como generar instrumentos para integrarlos en las oportunidades de turismo que ofrecen sus territorios, para que el turismo no sea una fuente de molestias a las comunidades locales, sino una vía de desarrollo.
Turismo como factor de cambio
Si se ejecuta con conciencia, el turismo puede ser un aporte al cuidado de la biodiversidad: aporta recursos económicos para áreas naturales, involucra a las comunidades locales y ayuda a masificar la conciencia ambiental de la población.
Para potenciar estos factores, se propone integrar la conciencia turística y la valoración del patrimonio natural y cultural en el programa educativo desde la pre escuela en adelante, y generar experiencias de educación ambiental en los mismos destinos.
Oferta sustentable
Otro pilar de la estrategia es trabajar con los operadores turísticos y empresas para que reduzcan su huella de carbono y para apalancar financiamiento nacional y extranjero para iniciativas de turismo sustentable.
Para esto ya se está trabajando con una Distinción de Turismo Sustentable, llamada Sello S, que puede certificar buenas prácticas en alojamientos y operadores turísticos, para que las personas prefieran.
También se plantea crear rutas escénicas para medios de transporte bajo en emisiones, como líneas de tren, rutas de navegación artesanal y ciclovías escénicas como la que se estaría por construir en Pichilemu, conectando a la ciudad costera con Cáhuil y Punta de Lobos.
Por último, se está creando un índice de destinos vulnerables al cambio climático, para promover acciones de prevención que involucren al sector turístico, en destinos afectados por tsunamis, marejadas, erupciones volcánicas, incendios forestales o inundaciones.