LA PRIMERA ETAPA DEL PROYECTO COMENZARÍA EN MARZO DEL PRÓXIMO AÑO, DETALLÓ FRANCISCO MONDACA
El Consejo de Pueblos Atacameños (CPA) continúa avanzando el proyecto que habilitará puntos de monitoreo para variables hídricas en el Salar de Atacama, cordillera y alta cordillera. La iniciativa, autofinanciada en parte por las comunidades, requerirá una inversión cercana de US$ 5 millones, por lo que buscan completar el financiamiento para comenzar en marzo con la implementación.
En la Declaración de Impacto Ambiental (DIA) del proyecto, que ya cuenta con aprobación, el CPA especifica que la iniciativa tiene como fin estudiar el agua disponible, enfocándose en el análisis de los efectos del cambio climático en el territorio y resolver la incertidumbre científica que existe de la cuenca hídrica.
El proyecto
El coordinador de la Unidad de Medio Ambiente del CPA, Francisco Mondaca Espíndola, explicó que están buscando el porcentaje de financiamiento faltante del proyecto, que si bien sigue considerando distintos puntos en la cordillera, alta cordillera y la cuenca del Salar, debió reducir los puntos de pozo monitoreo, por restricciones ambientales y también por cuestiones económicas, pues los pozos no sólo son difíciles de construir, sino que además tienen un costo altísimo.
El profesional dijo que el proyecto se realizará en etapas y esperan que en marzo de 2025 se dé el vamos a la primera etapa de construcción: "Lo que buscamos es hacer seguimiento a las aguas subterráneas, y cómo estas se ven influenciadas por el cambio climático y también por los eventos climáticos, complementándose con la Red Hidrometeorológica que hoy en día tenemos. Esto busca establecer las consecuencias que puede tener el cambio climático en las aguas subterráneas, que están vinculadas con los humedales y vertientes que ocupan las comunidades y que han sido parte de su subsistencia", explicó.
"Complementadas con las estaciones meteorológicas, podremos hacer un seguimiento de las variables climáticas en el tiempo, y con esa información ayudar a la toma de decisiones, a la agricultura y ganadería y buscar soluciones, porque hoy en día no tenemos esa información, la Dirección de General de Aguas (DGA) tiene seguimiento de acuíferos sólo de algunos sectores, en definitiva es hacerse cargo de lo que no hace el Estado", añadió Mondaca.
Respecto de los recursos que deben recaudar para concretar la iniciativa, el experto dijo que "hoy estamos buscando fondos internacionales, aparte tenemos cooperación con algunas universidades extranjeras y también estamos viendo fórmulas para generar esos recursos, ya que para las otras etapas debemos contar con todos los fondos".
Evaluación
Mondaca destacó también lo inédito del proyecto, lo que por lo demás complejizó su tramitación y aprobación ambiental, pues les sucedió que durante la evaluación se los evaluó como si se tratara de un proyecto minero, entendiendo que existen manuales de evaluación, pero que el criterio de los servicios sectoriales no fue acorde a este tipo de proyectos. Fue así que recibieron consultas relacionadas a la extracción de agua, lo que fue parte de las discusiones que tuvieron con los distintos servicios.
En este contexto, agregó, "tuvimos que hacerles entender que no podíamos alcanzar algunos parámetros que se escapaban del proyecto, porque no era el propósito, eso nos pasó con algunos servicios, que nos pidieron parámetros que hemos visto que exigen a la gran minería, cuando en realidad se trata de una solución ambiental y eso pasa porque el Estado no tiene esos criterios, no tiene criterios para evaluar ambientalmente proyectos de gran envergadura que tienen un ámbito ambiental y que generemos medidas más allá de lo que exigen el SEA, cuestión que se debe considerar en proyectos productivos, además de considerar en etapas tempranas a las comunidades involucradas y en todo el proceso, a lo que las empresas deben tomar ejemplo".