Regulador ambiental chileno desiste apelación por plan de cumplimiento de minera SQM

El regulador ambiental chileno desistió de una apelación ante la Corte Suprema defendiendo un plan presentado por la productora de litio SQM para resarcir incumplimientos, según un documento obtenido el miércoles por Reuters.

La Superintendencia del Medio Ambiente (SMA) dijo además en el documento enviado al máximo tribunal que está en medio de un   plan para avanzar en acciones sobre las cuatro empresas que tienen proyectos en el Salar de Atacama.

"El referido desistimiento se presenta considerando que la SMA, paralelamente a la tramitación del procedimiento sancionatorio seguido en contra de SQM Salar, ha comenzado a desarrollar un trabajo amplio de gestión territorial de la cuenca del Salar de Atacama, especialmente referido al seguimiento ambiental del lugar".

Eso "ha involucrado tomar una serie de acciones referidas a las cuatro principales empresas que cuentan con proyectos en el salar", agregó.

A inicios de mes, la SMA reabrió un proceso de sanción contra SQM, dejando sin efecto el plan de cumplimiento por 25 millones de dólares desarrollado por la firma durante tres años, exigiendo que lo iniciara desde cero.

"Creemos que el desistimiento de la SMA permite concentrar los esfuerzos de todos los involucrados en el cumplimiento de la normativa y en las preocupaciones de las comunidades", dijo SQM a Reuters.

El revés para SQM significa otro dolor de cabeza mientras busca expandir sus operaciones en el salar.

El agua en torno al vasto Salar de Atacama, tanto fresca como de salmuera, ha sido por mucho tiempo un punto de conflicto para las mineras que operan en el desierto más árido del mundo.

Además de SQM y su rival Albemarle, en el salar tienen derechos de agua las mineras de cobre Escondida de BHP y Zaldívar de Antofagasta.

A finales de julio, la SMA ya formuló un cargo grave contra Escondida, la mina de cobre más grande del mundo, debido al impacto por exceder niveles de extracción de agua desde 2005.

(Reporte de Dave Sherwood, editado por Fabián Cambero)